30 de dezembro de 2009

[elp-debates] BLOG-ELP] NUEVO RECORD y¡¡¡FELIZ AÑO!!!

Apreciados colegas y amigos:

Con un nuevo record de visitas en un solo día3.121 visitas (el 26 de diciembre), la Editora del Blog-ELP <http://www.blogelp.com/> ,Lucía D'Angelo, su Consejo de redacción -Margarita Alvarez, Vilma Coccoz, Chus Gómez, Fernando M. Adúriz, José R. Ubieto, Luis M. Carrión y Estanislao Mena ,-y el redactor del mismo, José Manuel Alvarez, os desea

¡¡¡feliz año nuevo!!!

http://www.blogelp.com/ <http://www.blogelp.com/>

[SLP-Corriere] congresso AMP scadenza iscrizione quota ridotta membri

VII Congresso dell’AMP a Parigi
Dal 26 al 30 aprile 2010
Semblants et sinthome


Per i MEMBRI AMP la quota di iscrizione ridotta di 400 euro è valida fino al 31 dicembre. Dal 1 gennaio la quota salira' a 450 euro.
Iscrizioni sulla pagina web

Iscrizioni per i nuovi arrivati: 4 giorni (26-29 aprile 2010), 95 euro.

[elp-debates] Actividades ICF Granada- Enero 2010

Actividades ICF Granada

Enero 2010




***Ciclo de conferencias: LAS PSICOSIS ORDINARIAS

4ª Conferencia: Viernes 22 enero 2010
"NO NAME"
Estela Paskvan
Presenta: Marian Bustos

archivos audio <http://www.ivoox.com/escuchar-lacan-granada_nq_441_1.html>






***Seminario de textos y casos clínicos: AUN, 2ª parte

3ª Sesión: Sábado 23 enero 2009
Seminario de Textos:
Del Barroco (Cap. 9)
Estela Paskvan (Barcelona)

Seminario de Casos:
Carmen Campos (Jerez)








29 de dezembro de 2009

Avatar__



Avatar, con sus hermosos y vivos colores, paisajes extraños e interesantes, seres nuevos y llamativos, rompe récords de taquilla.
Más allá del uso que ciertamente puede hacerse del film, en el sentido de entender cuestiones sobre organizaciones humanas que respetan leyes y condiciones del Otro para vidas en comunidad terrestre, y que nos han enseñado diferentes autores desde la mitología, la antropología, la sociología, incluso a partir de una lectura psicodinámica de Tótem y Tabú de Freud - para nombrar algunos ejemplos – vale la pena considerar una cuestión: ¿qué acontecerá con este Sujeto en el sentido de su particular modo de gozar cuando luego de pasar por el Otro toma este nuevo cuerpo azul, que es el de su avatar emparentado a él genéticamente ?
Dado que en cierto modo todo cuerpo es un avatar, y que la realidad no existe por sí misma, ¿es que el Sujeto puede elegir cualquiera? ¿Puede el ser humano cambiar mundos a su antojo, según un tal principio del placer, emulando cierta teoría de los sueños en el sentido del cumplimiento de un deseo?
Si bien se asemejaría al empuje contemporáneo en tanto producto de ofertas en ventas puerta a puerta, el Sujeto que protagoniza el caso en la película sabrá precisamente que toda ficción intercambiable infinitamente es imposible.
Aún en el mundo de los Na´vi (Pandora) está demostrado que el semblante implica un elemento de real que pone un punto de basta, un límite a redefiniciones infinitas del ser. Así, sería posible escoger en términos por ejemplo de destino, pero no todo.
Lo interesante de Avatar, también, es que sobre la base de “más de lo mismo” provoca a audiencias que, uno por uno, permiten en un marine inválido ubicar justamente que más allá de la restitución y garantía en derechos, de provocar “alivio inmediato” y terapias ante los males, la orientación del síntoma en su versión analítica concentra un producto irresoluble, aquel del persistente retorno de la pulsión.
Por esto la historia no está terminada, es resultado de una operación Vital.
La última escena no es más que apertura: ese ojo abierto sirve como señal de que el Sujeto ha sido inyectado.
Hace falta, en ese escenario, lo que de producción sintomática ese sujeto realice con un goce resistente a toda elaboración discursiva. En otras palabras, su Buena manera de
hacer ante sus condiciones de angustia. Es lo que permite pensar soluciones a largo plazo.

http://www.congresoamp.com/
http://www.avatarpelicula.es/

Astrid Alvarez de la Roche

Nel Bogotá

http://psicocity-bogota.blogspot.com/

Dic 28 de 2009


[nel-debates] Reseña de la semana lacaniana de Buenos Aires


http://nel-amp.org/



RESEÑA DE LA SEMANA LACANIANA EN BUENOS AIRES

El Comité Ejecutivo de la Escuela quiere destacar algunos hechos importantes acaecidos durante la semana lacaniana de Buenos Aires que tuvo lugar entre los últimos días de noviembre y los primeros días de diciembre, cuya programación fue ampliamente difundida por diversos medios.


En un clima alegre y propicio para la discusión, el conjunto de los eventos programados se desarrollaron plenamente, con una nutrida asistencia y cumpliéndose con los objetivos de rigor en la comunicación y de debate exigente, e intentando hacer avanzar la comprensión de los diferentes temas y preguntas planteados. Merecen destacarse diferentes puntos; señalamos a continuación aquellos que consideramos primordiales:


1.- Previamente al comienzo de los eventos comunes a las 3 Escuelas americanas, se realizaron algunas reuniones y actividades de cada una de ellas, en particular aquellas programadas por el Instituto del Campo Freudiano. Para el caso de la NEL, se realizó el seminario del INES (Instituto Nueva Escuela), bajo la dirección de Mauricio Tarrab, acerca de La fuga de sentido, con base en los textos de Lacan Televisión, el Autocomentario y la Introducción a la edición alemana de los Escritos. Con la asistencia de 50 docentes de los CID, miembros de la NEL, se desarrolló el seminario, el cual produjo valiosas enseñanzas para todos los participantes. Agradecemos a Mauricio Tarrab su transmisión y su amistad hacia la NEL, así como a los miembros de la Escuela que tan seriamente prepararon sus ponencias para contribuir a nuestra formación.


En forma simultánea se efectuó el seminario del CIEN de la EOL (al cual asistieron algunos integrantes de la NEL presentes en Buenos Aires) y otras actividades de los Institutos americanos del Campo Freudiano.


2.- La semana lacaniana continúo a partir del desarrollo de los temas que sirvieron de punto de convergencia en los tres eventos centrales, ENAPaOL, la Jornada de la EOL y el Seminario de la EBP. En ellos se puso en acto la política propuesta por J.-A. Miller y adoptada por la AMP para todas sus Escuelas desde noviembre de este año, esto es, la desmasificación de la enunciación. Se trata de que los analistas comencemos a hablar en los actos de transmisión que realicemos, de nuestro saber sobre el inconsciente, teniendo en cuenta siempre la fuente más auténtica de ese saber como es "el análisis propio". Se busca hablar en primera persona acerca de ese saber, y no exclusivamente, a partir de los enunciados de otros, enunciados teóricos o producto de nuestro trabajo como analistas; de demostrar que cuando hay analista hay sujeto de la enunciación.


En la semana lacaniana, bien sea en ENAPaOL, en la Jornada de la EOL o en el seminario de la EBP, diversos analistas relataron sus sueños, sus motivos de demandas de análisis, las interpretaciones de sus analistas, algunos efectos que éstas suscitaron en ellos, su aproximación específica y sintomática al psicoanálisis y otros aspectos de su trabajo sobre su inconsciente, para poner en acto la política de la enunciación. Se hizo con decoro, con dignidad y austeridad, pero siempre aportando elementos para la comprensión de lo que es el inconsciente y también una interpretación, la lógica de una demanda de análisis, o algún rasgo importante de la singularidad de un sujeto determinante para éste.


En ese sentido asistimos a una renovación de nuestras formas de transmisión, lo cual, quizás paradójicamente, recordaba en forma puntual la manera como Freud hizo conocer a la humanidad la existencia del inconsciente.


Se abre así una perspectiva para todas las Escuelas, y por tanto también para la NEL, la cual aprenderemos a poner en práctica en cada Sede y Delegación de la Escuela, que será esencial en el congreso de París, así como en nuestras Jornadas en Maracaibo en octubre del año ya inminente.


3.- Integrantes de la NEL, que fueron ponentes en Buenos Aires en ENAPaOL, hablaron bajo la perspectiva del síntoma y el lazo social, de la pragmática e invención en las psicosis, de autismo y lazo social, del síntoma toxicómano y el discurso capitalista, de la transferencia en la educación, de las madres, las mujeres y las hijas, de la ausencia de la función paterna, de la identificación materna y el fantasma, de la forma de abordar las urgencias en las psicosis, del fracaso escolar, de la anorexia y la mirada, de la presentación de enfermos, de la violencia y los ajustes de cuentas en nuestras comunidades urbanas, de la transferencia en una institución de salud mental, de los efectos del discurso analítico en las instituciones terapéuticas, de la feminidad y el lazo social, de la recepción del síntoma en la institución, de lo necesario y lo contingente en el lazo social, de la obesidad y el psicoanálisis ante ella. Fueron momentos de empuje para la formación de nuestros analistas, y contribuciones desde ese ámbito diverso que es la NEL, a la comunidad americana.


4.- Durante la Jornada de la EOL se produjeron momentos de gran intensidad durante un día de actividad en el que el pase, los antecedentes del mismo y la política de la enunciación fueron vértices del trabajo y articularon una labor llena de enseñanzas. Los testimonios de Leonardo Gorostiza, de Ana Lúcia Lutterbach Holck y Luís Darío Salamone serán objeto de rememoración frecuente de quienes estuvieron en las salas donde se desarrolló esta notable Jornada. Igualmente, se transmitieron las vicisitudes que se pueden producir para ocupar el lugar del analista, ante la evidencia de ese modo siempre singular y único como cada paciente hace un tratamiento de lo real en la transferencia.


5.- El seminario de la EBP se convirtió en un productivo cierre para una semana particularmente creativa. En él se trabajó en torno al seminario 18 de Lacan, y compartieron la mesa de los expositores, analistas de las 3 Escuelas además del Presidente de la AMP, ante una sala vivaz que aportó elementos importantes durante las discusiones.


Eric Laurent, quien durante la semana intervino en 3 momentos diferentes, en este seminario dictó una conferencia con esclarecimientos importantes acerca las tesis de Lacan en De un discurso que no fuera del semblante. Así, fue posible reconocer por los asistentes la perspectiva crítica que posee el concepto de semblante con relación a corrientes fundamentales de la filosofía del siglo XX (Husserl, Sartre y Merleau-Ponty en especial) y el ordenamiento que Lacan produce con su concepto de base en este seminario, el semblante, a diversos impasses del pensamiento moderno. En ese sentido caben destacarse los señalamientos en los que Laurent mostró cómo en Lacan se configura la crítica ante la fascinación del discurso de la ciencia por lo visible y desde allí a la teoría de la percepción vigente en el siglo XX (y aun hoy), para señalar como el sueño ya es una pieza esencial de esa crítica que alcanza aun hasta remover la significación que tiene en la época la noción de representación. En una precisión de gran interés, Laurent mostró cómo la concepción de la escritura expuesta por Lacan en el seminario 18 permite definir las bases para un cuestionamiento a ciertas tesis que intentan enlazar las neurociencias con el psicoanálisis. Finalmente su exposición aportó aclaraciones necesarias acerca de la sexuación a partir de la noción de letra.


Otros momentos de importancia del seminario tuvieron que ver con diferentes aspectos de la clínica y la teoría desarrollada por Lacan en el seminario 18, a través de exposiciones que varios colegas de la EBP efectuaron y que suscitaron animadas discusiones en la sala.


Finalizó así una semana inolvidable para el psicoanálisis del continente.

Comité Ejecutivo de la NEL

26 de dezembro de 2009

[elp-debates] El Debate de la ELP-Nueva serie (13)


Escuela Lacaniana de Psicoanálisis del Campo Freudiano

El Debate de la ELP

Nueva serie

El acontecimiento de Paris en la ELP

Sobre el Foro sobre el autismo

Sobre el Debate de la Escuela Una

Sobre el Debate sobre el Pase en la FEEP/ELP

Sobre el silencio de la ELP al debate convocado por J.A. Miller en el JJ

24 de diciembre de 2009 (13)

EL PASE DE LA ESCUELA

Inventario no exhaustivo …

Nathalie Jaudel

[Traducción de Shula Eldar]

FORO SOBRE EL FORO

Equipo clínico de la Fundación Avenir

Claudia Lijtinstens

(Argentina)

EL PASE DE LA ESCUELA

Shula Eldar

Este "Inventario no exhaustivo..." que se publicó en el JJ 75 merece ser traducido antes de salir de vacaciones para que llegue sin demora a los colegas, en lengua castellana.

No conozco a Nathalie Jaudel. Pero, nos hace topar de lleno con muchos de los puntos más candentes de la política del psicoanálisis.

En especial la cuestión del pase: su historia, sus resultados, sus consecuencias e incidencias en y para toda la Escuela.

A la espera de las respuestas prometidas por JAM sirve de guía para seguir pensando la situación del psicoanálisis en la ELP.

Felices fiestas!

Shula Eldar

Inventario no exhaustivo de cuestiones que me planteo sobre el pase

Nathalie Jaudel

Paris, 9 de diciembre 2009

Nunca he sido pasadora, menos aún pasante. "¿Desde donde habla ésta?" se preguntarán y con razón.

El debate que inauguraron Bernard Seynhaeve, en la Asamblea General, y Sophie Gayard, en el JJ, me es de sumo interés; aunque no consigo saber porqué, temo sus efectos. Puede que sea por saber que esta cuestión espinosa ha sido la causa, en el pasado, de divergencias irremediables que se tradujeron en escisiones, en partidas.

Dicho esto, la calidad y la pertinencia de las intervenciones aparecidas, así como muchas veces su "lucidez optimista y saludable" (F. Leguil) me alegraron tanto como me enseñaron; cada una a su manera atestigua de nuestro rechazo común de asegurarnos, gracias al respeto por las formas instituidas, de una rutina que haría nuestro confort.

No por ello dejaron de suscitar en mí un gran número de preguntas.

He aquí algunas:

1 - ¿Qué es lo que hace que el elitismo del dispositivo sea tan difícil de soportar en los albores del siglo XXI? ¿Qué dice esta exigencia democrática de la relación que mantenemos con el procedimiento elegido por Lacan? ¿Es esta exigencia buena para la Escuela - y sobre todo para el psicoanálisis?

2 - ¿Qué ha pasado en el reino de Dinamarca para que la nominación de AE se considere como proveniente de un "culto a la excelencia", de un "formateo", de un "perfil tipo", de un "estándar institucional del AE enseñante"? ¿Se puede imaginar AE más diferentes que Massimo Termini y Carmelo Licitra Rosa, que Antoni Vicens y Bernard Seynaheve? ¿Qué otra cosa tienen en común que ser hombres y no ser franceses? ¿Qué tienen en común sus recorridos analíticos, los finales de sus curas, sus testimonios mismos?

3 - ¿Haría falta imponer la tiranía de la transparencia a los carteles? ¿Presionarlos para que declaren sus razones? ¿Y también, cómo comprender la "protesta contra los pasadores" y a través de ellos - allí nuevamente la máxima reivindicación democrática - sobre los AME que los nombran? ¿Qué nos dice la demanda de escuchar una voz, la del ausente, y su enunciación, cuando el extraño proceso del no menos extraño jurado que Lacan ha transmitido a nuestros buenos cuidados apunta justamente, creo, a eliminar los efectos de prestigio y de seducción para no recoger sino la lógica del caso?

4 - ¿No habría una contradicción en aceptar someterse a este procedimiento que comporta un juicio arbitrario por definición, puesto que remite en su cúspide al bello concepto jurídico de "íntima convicción", para objetarla luego si no va en el sentido que se desea?

¿Se olvidaría a veces lo que Jacques-Alain Miller decía en la radio, con apoyo de ejemplos, el 10 de junio de 2005? "El pase es un aparato incomparable cuando se trata de verificar la permanencia, sin que el sujeto lo sepa, de su pasión, de su escenario, de su fantasma (...) Lo que es demostrativo es la manera en la cual el pasante se sitúa en relación al procedimiento mismo, en relación al pasador, en relación al jurado al que no ve, en relación a la Escuela de la que espera recibir el título".

5 - ¿La Escuela y los carteles deben justificarse por la frustración de los pasantes una vez que su testimonio escuchado -... no siendo obviamente estos testigos jueces." (Proposición de octubre. En castellanoo en: Momentos cruciales de la experiencia analítica. P. 20) - de la bajada del deseo de escuela que afecta a los pasantes no nombrados o a los AE que han concluido sus funciones, por mas legítimas que sean? ¿La Escuela y los carteles estarían en lugar de analista para que se les dirijan de este modo reproches que se parecen a una transferencia negativa? ¿De dónde viene que parezca hoy difícil a los analistas soportar la soledad, el silencio y la opacidad que está en el corazón del dispositivo?

6 - Si se sigue la "teoría de Turín" de J.-A. Miller, la Escuela es un sujeto dividido; hay que interpretarla. Pero ella también nos interpreta. La Escuela no sólo produce AEs, pasadores o pasantes desechables. Produce responsables del equipo local, tesoreros, presidentes, etc. - desechables. Las permutaciones se encadenan, una reemplaza a la otra sin ceremonia, sin que se cante Auld Lang Syne lanzando las faldas al aire. Estamos llamados a encarnar funciones, de manera temporal. Algunos lo hacen con más inventiva o más felicidad que otros. Poco importa. Función para Lacan se escribe F(x). No importa qué x puede venir a hacer argumento a esa función. ¿Salvo identificarnos a las que nos son confiadas por un tiempo, no consentimos a ser desechables como lo es el analista mismo, a falta de lo cual, según la afortunada expresión de M.- H. Brousse "la Escuela toma consistencia de propietaria"?

7 - ¿Pero, qué decir de la concentración de funciones en manos de algunos, que permutan entre ellos, después de años en puestos clave? ¿Qué pensar del cúmulo que resulta y de la sobrecarga de trabajo que cae, como consecuencia de ello, sobre sus espaldas; sobrecarga respecto a la cual se podría preguntar si no está en el origen de ciertos disfuncionamientos que se han lamentado, a veces con palabras encubiertas, al hilo de las contribuciones?

8 - ¿Cómo explicar que algunos de los que se presentaron al pase estos últimos tiempos se han sentido maltratados por su Escuela, mucho más allá me parece, de sentirse "objetados" o "depreciados" inherente a la ausencia de nominación misma?

9- ¿Desde cuando la Escuela está tomada a la vez por una vertiente a favor de la regla de derecho que podría rozar el juriscismo y por la ignorancia de las reglas de funcionamiento que ella misma se ha fijado? Se reprocha a tal cartel por haber tomado sus decisiones por unanimidad; el colegio del pase está considerado como habiéndose auto disuelto de hecho por no respetar la confidencialidad que le incumbe, atestiguado ésto por la publicidad de algunas de las intervenciones de sus miembros en el JJ. Los motivos que presiden tales elaboraciones son fundados; a menos que uno se tape la cara, conviene admitir que sus autores toman acto de dificultades muy reales. Pero, no obstante, ¿hace falta pasar por esas chicanas?

10 -El procedimiento del pase es ligero (flou), impreciso. Mejor. Los documentos publicados muestran que se reduce a una página y seis breves artículos. Es un hecho raro en la era del contractualismo y por eso aún mas precioso. Las instancias están definidas, un cañamazo de procedimientos está fijado. Por lo demás, sus instancias son libres de definir por si mismas costumbres que quedarán no escritas, no fuente de derecho positivo, salvo si el colegio las erige en regla para el provenir. ¿Qué se quiere para nuestro pase?

¿Un reglamento de cincuenta y tres páginas y el mismo número de anexos destinados a cubrir el caso general y las innumerables excepciones? Un JurisClasseur del pase en dieciocho volúmenes con textos de doctrina de algunos profesores, compendio de jurisprudencia y análisis casuísticos? ¿Un recurso del pasante no nombrado ante la corte de apelaciones del pase, es decir una corte de casación encargada de decir el derecho? ¿Un voto con mayoría cualificada, mayoría absoluta? ¿El más- uno tendría voz preponderante? ¿Quid pro quorum? ¿La nominación de tal AE sería nula porque éste medio reconoce haber sacado tres veces del sombrero a sus pasadores?

11- ¿Pero, por otro lado, para qué sirven los seis artículos del Reglamento interno si la Escuela puede ignorarlos, sin consecuencias? ¿Porqué fue modificado ese reglamento en 2007 (¿pero cuándo?, ¿por qué instancia? ¿por qué motivos, sin duda legítimos? no he logrado determinarlo en el momento en que escribo) sin que, salvo error por mi parte que se corregirá llegado el caso, esta modificación del funcionamiento resulte de una proposición que emana del colegio del pase - única instancia habilitada a sugerirlo si uno se refiere al artículo 6 de dicho reglamento? ¿A qué apuntaba esta modificación que lograba poner al dispositivo, al menos parcialmente, bajo la férula del Bureau en lugar de una elección entre los miembros del cartel saliente, trabajo del Secretariado "bajo la responsabilidad del Bureau", convocatoria del colegio mismo? ¿Me engaño si me interrogo sobre la voluntad de control, la atmósfera de cooptación de sabios (Proposición de octubre.P.10), el ideal de flotabilidad universal (Proposición de octubre, p. 22) de los cuales podría parecer que testimonian estas modificaciones en cuanto a lo que se refiere a las instancias de la Escuela y sus miembros, uno por uno, en este dispositivo que en primer término no está dedicado a producir otros miembros sino sujetos llamados "a testimoniar de los problemas cruciales en los puntos vivos...? ¿Cómo esperar que una "ruptura - no supresión - de jerarquía" (Proposición de Octubre, primera versión. Analytica vol. 8, abril 1967) pueda resultar de tales modificaciones de nuestro reglamento?

12 - En "Acero al abierto" (Uno por Uno) J.-A. Miller escribía: "Hay el psicoanálisis, dice Lacan y hay la Escuela." Sobreentendido: eso hace dos. Agrega: Lo que la Proposición de octubre pone en causa, es saber si el psicoanálisis está hecho para la Escuela o bien la Escuela para el psicoanálisis".

13 - ¿Más que disolver el Colegio del pase no sería mejor, por el contrario, - si se admite que es la única instancia que tiene título para proponer modificaciones de funcionamiento del procedimiento -, prolongar su misión actual hasta que tales modificaciones puedan resultar de sus reflexiones - abriendo la vía a un nuevo reglamento? ¿Haría falta recordar que el Colegio 1996-97 se reunió ocho veces en un año y que sus trabajos dieron lugar a una publicación de 200 páginas titulada "Clinica y politica"? Se propusieron en ese momento modificaciones de reglamento en relación al Secretariado, la no acumulación de funciones y la acumulación de la experiencia que en retrospectiva parecen muy atinadas (Documentos de la conferencia institucional del 20 de setiembre de 1997, p. 7) ¿Porqué no llegaron a buen término? ¿No habría lugar para proceder a examinarlos nuevamente?

14 - ¿Porqué se ha abandonado la idea, en apariencia saludable, de que la participación en el Secretariado del pase debe ser excluyente de cualquier otra función en la Escuela? ¿No había informes previos del Secretariado? ¿De cuando es el último? ¿De 2002, de 2004?

15 - ¿Cómo se podría relanzar la transferencia de trabajo alrededor de los informes de los carteles, de la comisión y del colegio del pase en el espíritu de la Nota del consejo del 11 de junio de 1990 (Informe 1990 del Consejo y del Directorio, p.25) exhumado y completado en 1997 sin tener, hasta donde puedo saber, ningún seguimiento?

16 - No habría que plantearse aumentar la frecuencia estatutaria de las reuniones del Colegio, por ejemplo en vez de cada seis años cada cuatro años (una vez cada dos carteles) como fue, por lo demás, propuesto a fin de no quedar a la cola del avance de un mundo cada vez más acelerado?

17 -Acabo de enterarme que hubo durante muchos años "enseñanzas del cartel del pase", ¿porqué han desaparecido contradiciendo manifiestamente esta vez, lo descubro en el JJ, el artículo 1 del reglamento interno pero también la Proposición del 67 (p. 20) según la cual "De todos modos esta experiencia no puede ser eludida. Sus resultados debenser comunicados; en primer lugar en la Escuela para ser criticados...El Jurado funcionando o puede abstenerse de un trabajo de doctrina, mas allá de su funcionamiento como selector." ¿Se puede esperar que las dos mañanas del pase de 2008 y 2009 hayan constituido un aliciente para retomar esas enseñanzas? ¿Pero, porqué no ha habido informe?

18 - ¿De dónde viene que la Escuela, que publicaba en una época sobre esas cuestiones cruciales continuamente, ha cesado de hacerlo?

19 - ¿Como es que la última Jornada de AE tuvo lugar en 2003?

20 - ¿Resulta del "Documento de información" de la Asamblea General de la ECF de octubre de 2007 (p.13-14) así como del informe de actividades de la comisión de la formación psicoanalítica de 2004-2006 (informe del cartel A8, p. 3) que las admisiones al procedimiento fueron suspendidas - parece que de jure dado que se hace referencia a una decisión del Consejo de "interrumpirla sine die a fin de reflexionar si está, aún hoy, justificada y debe proseguirse y cómo "(Ibid), - desde noviembre 2005 a enero 2007?

Fue, sin duda, por excelentes razones. ¿No convendría debatir nuevamente estas razones, así como las de retomar el procedimiento de forma idéntica, dado que desde 2007 persiste, que se sepa, en plantear insolubilia" (JJ 64. "Agenda al 1 de diciembre", punto 5)?

21 - ¿No estamos obligados a preguntarnos, - haciendo saltar tal como corresponde, en cada uno de nosotros y en la Escuela lo latente de debajo de lo manifiesto qué importancia hemos acordado al pase durante todos estos años - incluso si es importante recordar que el pase hubiera perdido toda razón de ser si el psicoanálisis no hubiera sabido conservar su lugar en la ciudad - dado que nada o casi nada concreto ha sido logrado para remediar los impasses encontrados tanto en 1996/1997 como en 2002/2003, (estos últimos fueron detallados por Monique Kusnierek en su informe del colegio), excepto fustigarnos para deplorar lo escaso de las demandas y sus nominaciones?

22 - ¿Porqué ningún documento sobre el pase o casi ninguno se ha deposita en la biblioteca de la ECF y porqué hace falta hacer de detective para poder consultarlo o tener que llamar a los ancianos e invitarlos con mayor o menor éxito a desenterrar sus archivos perdidos? ¿Eso resulta de una elección? ¿Porque no plantearse que el nuevo Consejo encargue a un miembro de la ECF la recensión minuciosa del conjunto de documentos institucionales sobre el pase (innumerables informes de contribuciones, debates, decisiones del Consejo, comunicados, trabajos del colegio, etc.) desde su creación en 1982 a fin de que se depositen en la biblioteca y puedan ser estudiados por quien así lo desee? ¿Seríamos un pueblo feliz por no tener historia?

23 - Lo que nos dicen los pasantes y los pasadores no nombrados sobre su pesar de que nada de su experiencia haya sido recogido ¿no podría acogerse en una forma a determinar a titulo de "...acumulación de la experiencia, su recolección y su elaboración, una organización en serie de su variedad, una notación de sus grados." (Proposición de octubre, p. 20)?

24 - Las nominaciones a partir de títulos y trabajos (de las cuales yo misma me beneficié) han dañado mucho al pase, rarificando las demandas. Más que volver a instituir una entrada por el pase que no satisfizo por razones - notablemente la masificación - que se exponen claramente en los documentos de la época que convendría volver a leer ¿no se podría prever que la entrada a la Escuela se hiciera en todos los casos por un pase; es decir, por un testimonio de los impetrantes sobre su "caer analista" ("tomber analyste")?

¿Por ejemplo, ante un secretariado reforzado bajo la modalidad de "cartel secretariado" ya propuesto alguna vez o sobre otra modalidad a inventar - testimonio que podría, éste, ser directo para distinguirlo del pase conclusivo propiamente dicho?

25 - Finalmente, una cuestión esencial me parece que ha sido planteada por Hélène Bonnaud: "En el momento en que para nosotros el final del análisis no significa más atravesamiento del fantasma y caída del sujeto supuesto al saber, me pregunto lo que encarna precisamente la nominación que reenvía forzosamente a una significación de verificación de ese pasaje del analizante al analista".

26 - Incluso si nada de lo verdadero sobre lo verdadero resulta de las estadísticas, ¿cómo no sorprenderse que desde hace cuatro años los pocos AE nominados por los carteles parisinos hayan sido hombres de nacionalidad extranjera: tres italianos, un catalán, un belga?

27 - ¿Sería un sacrilegio hacer notar que cada AE nombrado(a) a lo largo de estos años que han pasado ha sido, como mínimo, conocido(a) de todos?

¿Sucede lo mismo en otras Escuelas de la AMP?

28 - Si no hay ningún criterio de nominación de un AE, si la dimensión de apuesta es consustancial a la decisión y si no se pone en cuestión el hecho de que ésta se toma, según la bella expresión de Esthela Solano, "de acuerdo a la relación mas íntima con una exigencia ética" ¿cómo evitamos que las amistades, las enemistades, la notoriedad del pasante, la de su analista, las redes y yo paso por ahí, intervengan volens nolens para corromper el duro deseo de nombrar? En el pasado fue cuestión de adjuntar un éxtimo a los carteles, que no escucharía a los pasadores pero participaría en las deliberaciones. Eso se ha hecho en otras escuelas. ¿Porqué no volver a hablar de ello?

29 - Si la nominación que sanciona el final del análisis y el pasaje al analista son sin estándar pero no sin principios ¿cuáles son entonces esos principios?

30 - ¿Es porque ya no hay doctrina coherente tanto del final del análisis como de su terminación, de su objeto, de su meta, desde el abandono del atravesamiento del fantasma como alpha y omega de una cura acabada que erramos así?

Los últimos grandes debates sobre el pase, que implican a la Escuela en su conjunto, datan del penúltimo colegio (1997). Henos aquí por fin - Scilicet ! - cogidos por la urgencia de volverlos a poner en cuestión, sin olvidar que "para que las cosas funcionen como corresponde tienen que funcionar un poco mal... (J.-A. Miller, De la naturaleza de los semblantes.0 Clase del de 11 diciembre de 1992, p. 62).

En todo caso, de lo que este debate testimonia para mí es de la actualidad en nuestra Escuela de estas afirmaciones que datan de hace 42 años. Por un lado, que uno de esos lugares en los cuales la tiranía de la transparencia tiene vocación de ejercerse es aquél en el cual se emplean en disiparla "Esta sombra espesa que recubre ese empalme del que auqí me ocupo, ese en el que el psicoanalizante pasa a analista es aquello que nuestra Escuela puede encargarse de disipar" ( Proposición de octubre, p. 16) y por otra parte que "quienes aquí se comprometen se sienten lo suficientemente sólidos como para enunciar el estado de cosas manifiesto: que en el presente el psicoanálisis no tienen nada mas seguro que hacer valer en su activo que la producción de psicoanalistas - aunque ese balance aparezca como dejando que desear." ( Preámbulo. En: La escuela. Textos institucionales de Jacques Lacan, p. 18).

Paris, 9 de diciembre 2009

(Responderé a estas treinta preguntas. ­- JAM)

Traducción: Shula Eldar

FORO SOBRE EL FORO

Equipo clínico Fundación AVENIR

Claudia Lijtinstens

AVENIR es un centro de asistencia y tratamiento psicoanalítico creado para adolescentes y jóvenes con alteraciones profundas en su lazo social. Su modalidad particular de trabajo se inscribe por su orientación y anudamiento epistémico, político y clínico con el psicoanálisis de la orientación lacaniana y el Campo Freudiano. Fue creado hace en 1997 tomando como referentes la experiencia clínica y ciertos aspectos institucioales similares cuyos responsables operan bajo un mismo referente teórico-clínico, entre las que se encuentran Le Courtil y Antenne 110 en Bélgica, o el “388” en Canadá.

La creación de una institución de este tipo se vincula principalmente con la presencia de una imposibilidad en la vida de los sujetos allí acogidos, y es la correspondiente a un insoportable que se sitúa en relación a la vida en la sociedad humana - familiar, escolar, social -.(Zenoni, Alfredo - “Institución, trabas y recursos”), de la cual la segregación es el resultado común. Frente a este lazo social “devenido impracticable” (ídem) nos propusimos como apuesta clínica propiciar para estos sujetos sufrientes un modo no segregativo de encuentro con el lenguaje, un modo de acercamiento, de conexión, de introducción al discurso, entendido éste como lo social mismo. Era preciso para esto un abordaje que garantizara la singularidad de la mirada clínica que evitara toda identificación a un rol o rendimiento estándar o esperado.

Este abordaje clínico se basa en la creación de un dispositivo psicoanalítico con características diferenciales, que es evidencia de una de las formas posibles de hacer uso del psicoanalista “por fuera del discurso analítico en sentido estricto” poniendo en práctica un encuadre institucional original y diverso al encuadre tradicional de consultorio.

Enmarcado en la esfera del psiconálisis aplicado, es un espacio donde el trabajo realizado por los integrantes del equipo conduce a “variantes de la cura tipo”. No se trata sólo de psicoanalistas que trabajan en una institución, sino que la misma está “atravesada” por el discurso analítico, contribuyendo con ello a consolidar una clínica, la psicoanalítica, que responde a una ética precisa que no es la del amo ni la de la ciencia.

Esto significa que el discurso analítico es el que interpreta y descompleta el discurso del amo institucional, interrogando cada vez el saber y el hacer, y que los principios mismos en los que se sostiene la institución son los operativamente sirven para abordar la clínica y su tratamiento, desde la clínica psicoanalítica.

La acción de los psicoanalistas, su función es la de “horadar la institución”, los S1, los significantes Amo, introduciendo la inconsistencia del Otro, interpretando la experiencia institucional, haciendo de la institución misma un S/.

Es una acción orientada de manera tal de introducir un descompletamiento que hace girar el dispositivo a un punto cero, vacío necesario cada vez, en donde no habría la respuesta adecuada ni el saber imaginario que ocupe el lugar del supuesto saber en la institución, exigiendo por lo tanto, cada vez, inventar nuevas respuestas.

El saber que se propone entonces es un saber abierto, expuesto a la sorpresa, al estupor, a los avatares de la clínica (Mariage, Veronique ; Les F. Courtil n. 8/9, Pág. 13). No es un saber cerrado, sostenido en la pretendida universalización de los diagnósticos y de la terapéutica ya que esto obturaría y absorbería cada vez más las singularidades. Se trata de intervenciones y soluciones no estándar ni neutrales, que por la acción y puesta en marcha del discurso analítico hacen posible nuevas y diferentes traducciones de lo institucional, que dan muestras de la inserción en lo social de la acción del analista.

Su funcionamiento:

Los jóvenes son recibidos diariamente en horario diurno en un espacio que pretende conservar lo mas posible un carácter residencial. Allí, un equipo de trabajo conformado por intervinientes o educadores, un responsable terapéutico y psicoanalistas, se encarga de establecer las condiciones de acogida de cada sujeto allí esperado, condiciones que en la mayoría de los casos hacen necesario ajustes y arreglos que requieren de gran flexibilidad. (horarios, talleres, salidas)

Los psicoanalistas operan incluyéndose por tiempos específicamente delimitados en la Institución, en reuniones de construcción clínica y reuniones institucionales, en donde se decide acerca de la política y la clínica institucional.

Su presencia no en contacto necesario con los sujetos asistidos sino mediada a través de la intervención de otros determina una modalidad de funcionamiento y operación particular.

Son las reuniones clínicas las que sostienen el establecimiento de los dispositivos caso por caso. Es en ellas donde “la construcción del caso se elabora y en donde las transferencias de trabajo se orientan en la construcción del caso” (Stevens, A.). En las mismas los intervinientes son los encargados de transmitir sus propias elaboracionea acerca de la experiencia singular en el encuentro con los sujetos. Esto permite reducir a su punto máximo el detalle real del sujeto, prescindiendo de lo subjetivo, despejando, y reduciendo el caso a la lógica del tratamiento del Otro

En este espacio, intervinientes y analistas ponen en cuestión la manera en la que se desarrollan las actividades, las características del encuentro entre el paciente, su grupo de pertenencia, sus acompañantes y la institución, y se estiman y deciden cálculos posibles.

La estrategia transferencial ha sido llamada “práctica entre varios” por J.A.Miller y la expresión fue adoptada como título de las jornadas del RI3 Réseau international d´Institutions Infantiles en 1997.

La “práctica entre varios”, como lo señala V. Baio es un bricolaje puesto en pie para permitir que el niño autista le diga “no” al Otro furioso del goce, y “si” al Otro seriado significante.

Por lo tanto es una modalidad para ofrecer al niño autista una oportunidad que siga las curvas de la estructura, para que se inscriba, como sujeto, con un rasgo, si bien suyo particular, en el lazo social o, si se quiere, en una formación humana. Pues, como dice J. Lacan, « Toda formación humana tiene por esencia y no por accidente, refrenar el goce » .Se trata de inventar modalidades que permitan que el sujeto que no cuenta con la palabra pueda entender lo que tenemos para decirle y alojar a la vez lo que él tiene para decir, creando condiciones precisas para ello, y estableciéndose la Institución misma como esa invención, como partenare del sujeto en ese trabajo.

El trabajo “entre varios” insinúa la inconsistencia del Otro, poniendo en escena un partenaire pluralizado, instrumento principal del dispositivo “entre varios” y que se orienta, no a elaborar un mas de saber por el hecho de ser muchos o un conjunto sino justamente un menos, un descompletamiento de ese saber. Es a partir de esta disposición particular, que se pueden desplegar intervenciones que contemplen el necesario acoplamiento a la construcción que el sujeto realiza, entrando en sintonía con esa elaboración particular del tratamiento del Otro.

En el “trabajo entre varios” cada uno, permanece en posición de analizante, (esclarecido / civilizado), , que permanece descompletado, interrogado por la enseñanza misma de cada encuentro, en una posición de cierta prudencia deseante, de manera de no generar un Otro absoluto, completo.

Cada interviniente –y entre otros-, ocupa ese lugar de sujeto dividido, conformando una especie de red simbólica, capaz de receptar algo que represente a ese sujeto, algo que le permita esbozar algún punto de conexión o proximidad al otro.

Esta práctica es una de las formas inventivas de plasmar la acción lacaniana en el campo institucional, y de verificar el psicanálisis aplicado en su traducción institucional.

Claudia Lijtinstens


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[AMP-UQBAR] JOURNAL DES JOURNÉES N° 76

JOURNAL DES JOURNÉES

Le mercredi 23 décembre 2009, édition de 22h 25

N° 76

« LES NOUVEAUX VENUS » :

UN NOUVEAU SIGNIFIANT POUR UNE NOUVELLE ÉCOLE

par Clotilde Leguil

« Les nouveaux venus », tel est le signifiant qui a émergé pour désigner le changement opéré par ce mouvement de rencontre et de transmission entre générations que furent les Journées de novembre 2009. Le terme est bien choisi car il évoque côte à côte l’Antiquité grecque et l’esprit américain, faisant résonner à la fois la paideia de la cité platonicienne, et l’hospitalité du Nouveau Monde à l’égard des immigrants.

Comme si l’Ecole de la Cause freudienne avait accouché d’un Nouveau Monde, celui où les nouvelles générations, ceux que les Grecs appelaient tout simplement « les nouveaux », « oi neoi », avaient pu enfin se lancer, grâce à l’accueil que les anciennes générations ont su leur faire, leur tendant la main en leur désignant le monde de la psychanalyse comme un monde où ils pouvaient aussi trouver leur place à leurs côtés. C’est le message que nous pouvons entendre lorsque nous sommes ainsi nommés : « vous, les nouveaux, vous avez aussi des terres à conquérir dans ce continent à la fois convoité et menacé que Freud a découvert ».

Si Hannah Arendt a pu écrire dans La crise de la culture que « l’éducation est le point où se décide si nous aimons assez le monde pour en assumer la responsabilité, et de plus le sauver de cette ruine qui serait inévitable sans ce renouvellement et sans cette arrivée de jeunes et de nouveaux venus », on peut dire alors, avec elle, que nos psychanalystes nous ont montrés qu’ils aimaient assez le monde de la psychanalyse pour en désirer la transmission et le renouveau partagé.

LE DÉBAT DE L’ÉCOLE UNE

Miquel Bassols, De près ou de loin

Giorgia Tiscini, L’École Une existe-t-elle ?

Graciela Brodsky, Cartels de l’École Une

Carmen Cuñat, La passe à l’ELP

Vicente Palomera, L’extimité dans l’ELP

Hebe Tizio, La passe et l’École Une

Lucia D’Angelo, La passe de l’École


DE CERCA Y DE LEJOS

par Miquel Bassols

Con este título que rinde homenaje a Claude Lévi-Strauss, sigo en el debate abierto por la carta de Estela Paskvan en el Journal des Journées nº 73, “Autonomie”.

Me resultó, en efecto, extraño leer que “el pase se ha alejado tanto de los miembros”, que “el dispositivo se nos escapó de las manos”, que “los miembros de la ELP empezaron a perder de vista el dispositivo”, que “es el dispositivo quien goza de tal autonomía respecto de los miembros”.

No es la sensación que he tenido pero tampoco la que he recibido de los miembros de la Escuela, incluso después de la fecha en la que supuestamente se habría hecho manifiesto este fenómeno. Repasando los datos de los que dispongo sobre el dispositivo del pase en la EEP y en la ELP desde sus inicios, - donde he cumplido como Estela Paskvan la función de Secretariado del pase -, viendo las composiciones de carteles y secretariados del pase se hace más bien patente una clara vocación de enraizarse en lo local.

¿Pero qué querría decir que “el dispositivo está lejos”? En realidad, el dispositivo no está más lejos ni más cerca que lo que permite hoy el teclado del ordenador a cada uno en el momento de formular su demanda de pase al Secretariado. El dispositivo es un artefacto pensado para atrapar algo de la experiencia, es un hecho de discurso y la distancia en cuestión depende finalmente del lugar de enunciación que uno sostiene en relación a la experiencia y a la Escuela como Una. Después, en efecto, uno tiene que viajar, cubrir ciertas distancias más o menos largas en la realidad. Pero este ha sido desde siempre y deberá seguir siendo el destino de los miembros de las Escuelas de la AMP, el de moverse lejos de sus ciudades…

No, no puede ser el dispositivo mismo el que se aleja, en todo caso es uno mismo el que se siente alejado de él por razones que pueden ser diversas y que hay que dilucidar todavía. “Mira, aquel tren que se está yendo” puede decir alguien desde el tren en el que viaja cuando en realidad es éste el que ha empezado a moverse en relación al otro que sigue detenido en el mismo lugar. La buena pregunta seria entonces: ¿hacia dónde ha empezado a moverse el tren que me lleva, tal vez sin yo saberlo?

Es la verdadera pregunta que debemos hacernos para empezar a dilucidar también las dificultades del pase: ¿hacia dónde se mueve hoy la ELP?

Una primera respuesta que puedo extraer de conversaciones que he mantenido hoy mismo con miembros diversos, y de diversos lugares de España: se mueve en direcciones distintas, y se mueve con la fuerza centrífuga que ha sido de hecho y desde su inicio su principal fuerza generadora… El término “fraccionamiento” me ha sido evocado en al menos dos de estas conversaciones y es el modo en que se experimenta hoy esta fuerza centrífuga en algunas ocasiones. En realidad, esta misma fuerza, correlativa a la “dificultad” de hacer existir la unidad española evocada por Jacques-Alain Miller en diversos momentos, esta misma fuerza fue también la que permitió la creación de la ELP. Pero lo fue sólo a condición de tener muy presente la dimensión mediadora, deslocalizada, que el Campo Freudiano supo insuflar en ella desde mucho antes de su comienzo.

“Mediación” es la palabra que Jacques-Alain Miller ha utilizado para hacer de contrapeso a la “dificultad” antes mencionada. Por mi parte, debo decir que con el tiempo he aprendido a tomarle gusto a esta dificultad que impide definir el rasgo que el adjetivo “español”, - como el adjetivo “catalán” “gallego”, “vasco”… - vendría a completar en un conjunto. Creo que es en esta dificultad preservada, tanto como incompleto es el conjunto del que deriva, donde se funda el rasgo específico de la ELP como tal. Pero entonces se hace mucho más presente la necesidad lógica de esta mediación que, de hecho, la precedió.

Un comentario más sobre la “mediación”. La mediación hace falta no sólo cuando un elemento (Escuela, comunidad, sede, miembro….) no puede vincularse con otro - función cuanto más necesaria, más pasajera - sino cuando la Escuela misma no puede tomarse como Otra para sí misma, cuando cada punto, elemento o miembro de ella no puede tomarse como Otro para sí mismo. Dicho de otra forma: cuanto mas difícil es sostener y hacer algo con la no relación, más mediación hace falta.

La Escuela Una, como concepto y como experiencia, es nuestra mediación. Pero por sí misma no puede cumplir su función de “más uno” en las Escuelas y en cada Escuela sin una posición activa y decidida de sus miembros. La experiencia del pase es, entre otras cosas, un modo para que esta mediación (que lo es también de cada analista consigo mismo para seguir siendo analizante) no se convierta en simple pacto, en acuerdo tácito y táctico de reconocimiento sino en verdadero sujeto de la experiencia. Es esta Escuela y este pase lo que debe advenir, cada vez, al lugar de lo imposible de la relación.

Se trata entonces de saber situar hoy, en cada lugar de la Escuela, en cada una de sus actividades, esta mediación, no como un ideal hipnotizante o sugestivo sino como la función necesaria del “al menos uno” que descompleta el conjunto y hace a la vez de agente provocador para cada uno de sus elementos. La propia función del éxtimo, pensada en las nominaciones de AE hechas por los carteles del pase en varias Escuelas, responde a esta necesidad. Debe ser también la función de los propios AE como analistas de la experiencia de la Escuela, pero también debemos saber localizarla y utilizarla en dada uno de los actos que hacen la Escuela cuando sus miembros se sienten implicados en ella. Esta mediación, cuando se trata de la relación del analista con su ser analizante de manera permanente, es el pase mismo.

Desde esta perspectiva, algo se hace entonces patente: sustraigamos este elemento mediador que anuda las Escuelas en la AMP, que anuda también la experiencia de cada miembro con los otros en la Escuela Una, que anuda a cada analista con su ser analizante, y el alejamiento recíproco se produce de forma automática, sin poder saber ya nunca más, cada uno, quién se ha alejado de quién.

L’ÉCOLE UNE EXISTE-T-ELLE VRAIMENT ?

par Giorgia Tiscini

En suivant passionnément le débat dans le Journal des Journées, je me questionne cette fois-ci sur l’Ecole Une.

Première question : si l’Ecole est Une, pourquoi l’AMP s’appelle-t-elle AMP (Association Mondiael de Psychanalyse) et pas EMP (Ecole mondiale de Psychanalyse) ?

Deuxième question : si l’Ecole est Une, pourquoi le dispositif d’entrée dans l’Ecole et le dispositif de sortie de l’analyse par la passe (le Cartel de la passe), n'entre-t-il et ne sort-il pas de et par l’Ecole Une ?

En effet, en considérant l’Ecole comme Une, on serait supposé penser qu’on rentre à l’Ecole Une, et non pas qu’on entre dans une Ecole (que ce soit l’ECF, la SLP, l’EOL, etc.).

Il faudrait alors repenser ce dispositif, de telle sorte qu’on entrerait d'abord dans l’Ecole Une et qu’ensuite, pour des raisons de lieu de vie, de travail, etc., on s’inscrirait à l’Ecole de son propre pays.

Par contre, on sait bien que chaque pays est régi par des lois différentes, et qu’en fonction de celles-ci, on est plus ou moins « obligé » de faire entrer des gens pour des raisons qui regardent aussi la politique du pays et ses lois. Bien sûr cela fait partie de l’ordre des choses: mais y a-t-il vraiment un ordre des choses ? Et est-ce que la psychanalyse est là pour ordonner les choses, ou au contraire pour les déranger ?

Faire parti de l’Ecole-Une voudrait dire entrer dans l’Ecole-Une et non pas entrer dans une Ecole « paysanne ». Il faudrait alors instituer un Conseil AMP Général qui puisse s’occuper de l'entrée dans l’Ecole, et, dans un deuxième temps, on s’inscrirait dans sa propre Ecole « paysanne » (ECF, SLP, EOL, EBP, ELP, EEP, NLS, NEL)…

Parfois, il me semble qu’on est en train de tomber dans le même piège que la soi-disant Communauté Européenne : évidemment l’introduction de l’euro a réglé beaucoup de problèmes politiques et économiques (et il a créé aussi d'une certaine manière des citoyens), mais est-ce que cette Communauté existe vraiment ? Je ne crois pas.

Je donne un exemple : en Italie, le Ministère de la Santé nous a donné à chacun, un par un, une carte sanitaire européenne, ce qui voudrait dire qu’elle est normalement valable en Europe. Ensuite, si on va aux Urgences en France et qu'on leur donne cette carte, ils ne comprennent absolument pas ce que c'est, en disant que, quoi qu’il en soit, il faut payer les urgences ! De son côté, pour toute réponse, l’Italie dit : « Si vous n’étiez pas à risque de mourir, cette carte sanitaire ne valait pas : si vous n'avez pas eu besoin des urgences pour une raison extrême, vous auriez pu prendre l’avion, rentrer en Italie et vous faire soigner à l'hôpital là-bas ».

D’où ma question : cette Communauté Européenne existe-t-elle?

D’où ma réponse : non, je ne crois pas.

Cela pour dire que l’AMP (que j’aime plutôt penser en tant qu’EMP) ne devrait pas être pareille. On ne devrait pas y donner l’illusion de quelque chose qui n’existe pas : on devrait au contraire donner existence à quelque chose qui est une illusion, dont on sait que c’est une illusion, voire un semblant, mais un semblant en lui-même opérant – et c’est ça qui compte.

Si je pense à l’Ecole-Une, je ne vois qu’une Ecole qui filtre l'entrée des sujets, au un par un, sans pays d’appartenance, sinon le pays de l’inconscient.

Là, j’y crois.

CARTELES DE LA ESCUELA UNA

par Graciela Brodsky

Aun cuando un cartel del pase pertenezca a una Escuela, tal como es, por ejemplo, el cartel de la EOL, un AE no es de la EOL sino de la Escuela Una. Al menos así se los llamaba a los AE en una época. Entonces, ¿por qué no transformar los carteles del pase en "carteles de la Escuela Una", es decir, carteles compuestos por colegas de diferentes escuelas? Eso resolvería muchos problemas, desde incompatibilidades hasta las dificultades locales de constitución de los carteles. Mi experiencia en la EBP y en la EOL fue tanto más interesante cuanto que los carteles no fueron meramente locales.

EL PASE EN LA ELP

par Carmen Cuñat

Gracias por invitarnos expresamente al debate. Como le decía en un e-mail reciente, creo que el dispositivo del Pase en la ELP constituido por un cartel hispanohablante y un secretariado está un poco aislado.

La intervención de Estela Paskvan en el JJ 73 me trajo muy buenos recuerdos. Por ser bilingüe, aunque no sólo, tuve la suerte de poder estar en aquel primer grupo de pasadores. La experiencia fue y sigue siendo inolvidable. Sabía muy poco o nada de en qué consistía esa función. Creo que yo como otros nos guíamos únicamente por la enigmática “Nota a los pasadores” de J. Lacan. El encuentro con los carteles me fue orientando poco a poco: en un cartel se hablaba mucho, F. Leguil era el más-uno, el otro era más silencioso, pero E. Solano lo animaba con el calor necesario; en los dos casos pude constatar el cuidado con el que se acogía la palabra analizante.

La transmisión del testimonio había que prepararla a conciencia porque además estaba el obstáculo de la traducción. Luego resultó que en muchos casos la traducción nos permitía obtener un plus de sentido que aclaraba cuestiones esenciales del testimonio. Sin duda, esto también contribuyó a la riqueza de la experiencia.

El trabajo fue arduo, porque había que escuchar a los pasantes de final de análisis y a los pasantes de entrada por el pase y fueron muchos los que se presentaron. Era un momento en la Escuela en la que “se hablaba del pase” por todos los rincones. Todo el mundo se sentía autorizado a hablar del pase. Tan es así que cuando en cierto momento se planteó que quizás los pasadores podrían decir algo de su experiencia, se nos invitó expresamente a guardar silencio. Lo que diría ahora es lo siguiente:

La experiencia de pasador es una experiencia de destitución subjetiva pero al mismo tiempo de institución de la Escuela, de la que no nos podemos privar. Se ha hablado mucho de la escasez de Aes pero también el declive del pase afecta al nombramiento de los pasadores. Que se nombren muchos pasadores promueve que muchos participen en esa experiencia inaugural que es “ser el pase”, evita que esa tarea se convierta en la de un funcionario y lo que es más importante, los análisis en curso se conmueven. La experiencia de pasador invita en muchos casos a hacer el pase. A mi me ocurrió así. Que el resultado de esta nueva experiencia no sea la nominación no es lo peor que puede ocurrir. Hacer el pase es también contribuir a la causa freudiana con la dilucidación de su propia causa, haya nominación o no. Otra cosa es que los carteles no hagan el esfuerzo de elaboración que les está encomendado en este proceso de transmisión. Veo el pase, en efecto, como una cadena de transmisión en la que se fabrica un objeto muy preciado que es la respuesta al cómo un analizante deviene analista. Que esa respuesta recaiga únicamente en el testimonio del AE, siempre me pareció excesivo. El AE es la prueba de que ese pasaje de analizante a analista es posible. Su testimonio es imprescindible, pero sin una Escuela que se instituya como un sujeto supuesto saber sobre el pase como lo señalaba Bernard Seynhaeve recientemente en Madrid, es decir, sin la interlocución con una Escuela del pase, su tarea deviene solitaria, pesada, extraña y en cualquier caso poco deseable para el resto de los miembros de la Escuela.

A mi parecer y a pesar del anhelo de muchos, la ELP no se ha constituido por ahora como una Escuela del pase, algunas de las razones están en el e-mail de E. Paskvan que retoma vd. Sólo marcaré lo que a mi me parece más importante:

1 Después de la Pregunta de Madrid, nunca más se invito al conjunto de los miembros a debatir sobre el dispositivo o sobre sus resultados.

2 El dispositivo, en efecto, quedó en manos ajenas, la EEP, ahora la FEEP, a pesar de que el cartel del pase está compuesto de miembros de la ELP, no sólo catalanes por cierto, y el secretariado también.

3 Los miembros nunca supimos a ciencia cierta por qué se cerró la experiencia del “pase a la entrada” en cuya institución habíamos contribuido con entusiasmo. Sólo supimos que había razones para desconvocarla en la ECF. Quizás por la cercanía, lo que ocurre en la ECF nos afecta más que a otras escuelas y no siempre de la mejor manera. Muchos tenemos la impresión que nos llega la hola de la crisis pero con los hechos consumados. Lo que hacemos es aceptar sin más esos hechos consumados. Quizás “la inercia” que sin duda padecemos ahora tenga también algo que ver con esto. En cualquier caso, la experiencia del “pase a la entrada” promovió en su momento la Escuela del pase, porque entre otras cosas se trataba de una Escuela nueva, la EEP. Y justo en el momento de la creación de la ELP esa puerta se cerró. La mayor paradoja fue que todavía hubo varios colegas que quisieron entrar en la ELP vía el dispositivo y eso mismo les impidió ser miembro hasta mucho después.

4 La única incidencia que tenía la Asamblea de la ELP sobre el dispositivo era que tenía la posibilidad de elegir a uno de la lista de los AME para el cartel. A partir de un cierto momento, el Consejo, en el que yo estaba, decidió hacerse responsable de esa elección que sería solamente corroborada por la Asamblea. Esta vez no fue por la crisis de la ECF sino que la decisión fue tomada a raíz de la crisis del pase en la EOL. Lo que ocurre en las otras escuelas de la AMP afecta sin duda al dispositivo en cada una de las escuelas. El problema es cómo hacer suyo lo que ocurre sobre el pase en otro lugar sin caer en la inercia, en la imitación, en el desinterés en definitiva. ¿Tendríamos que crear nuestra propia crisis para hacer nuestra la cuestión del pase? Yo sería más de la idea de promover algo nuevo que nos invitara a ponernos a la tarea. La entrada por el pase desde luego que fue un buen invento pero quizás hay también otros. Lo que no se puede decir de la ELP es que seamos remisos a lo nuevo.

LA EXTIMIDAD EN LA ELP

par Vicente Palomera

Con el artículo “L’Ecole Une en debat”, aparecido en el último numero del Journal des Journées (nº 75 ), Jacques-Alain Miller ha dado un giro al debate sobre el pase al dirigir nuestra atención al artículo que lleva por título “Autonomia”, y publicado en el JJ nº 73 con la firma de Estela Paskvan. J.-A. Miller abre así el debate a los miembros de la ELP (también a la SLP, miembro de la FEEP que no dispone aún de un cartel del pase). ¿De que se trata en este giro? Se trata de construir un debate sobre la extimidad analítica en nuestras Escuelas.

J.-A. Miller sustituye el título que E. Paskvan había dado a su texto (“El dispositivo del pase está lejos”), por el de “Autonomía”. Con esta sustitución ganamos todos, dado el peso que lleva el originario, y hay que agradecérselo a Miller. “Autonomía” es la interpretación del texto de Estela, pero seamos claros, dicho texto apunta a la configuración misma de la ELP. Sobre esto no me voy a detener ya que en su respuesta J.-A. Miller lo señala con claridad.

Hay que recordar una vez más que el edificio de cada una de las escuelas, con sus diferencias estatutarias, que dependen del momento y circunstancias en que fueron creadas, se construye apuntando al horizonte de la Escuela Una, un horizonte que atisbamos cuando se producen las nominaciones de los AE por los carteles del pase. Pues bien, me tomo la libertad de parafrasear a Lacan en La dirección de la cura: se trata de un horizonte desahabitado de cualquier “autonomía” de las Escuelas.

No tardó en aparecer la inquietud creada por el artículo de E.Paskvan en algunos miembros concernidos en el dispositivo del pase. Sin embargo, no se entendía ese tono reivindicativo de su texto, tanto más cuanto lo firmaba quien es el Más Uno del cartel del pase recién constituído en la FEEP. ¿Cómo leer ese mensaje? Éste decía: “El dispositivo del pase de la FEEP está lejos de los miembros de la ELP”. Ahora bien, en la actualidad, todos los miembros del cartel pertenecen a la ELP y no hay ningún integrante que sea miembro de la FEEP.

He hecho una reconstrucción de los carteles del pase desde la fecha que Estela nombra: 2003. Desde esa fecha todos los integrantes de los carteles del pase han sido miembros de la ELP. Antes de esa fecha, encuentro a Guy Briole y a F. Hugo Freda(1999-2001), y a Pierre Gilles Gueguen (2001-2003) formando parte de los carteles de la EEP-ELP. ¡Que paradoja! Se sitúa la fecha del alejamiento justo cuando los componentes son de la ELP son aplastante mayoría. Desde 2003 no se nombra ni un solo colega hispanoparlante de la ECF, de la SLP o NLS. Alexandre Stevens intervino como éxtimo en ocasión del nombramiento de AE de Xavier Esqué (el Más Uno: Pierre-Gilles Gueguen). El mismo fenómeno ocurre para el nombramiento de pasadores: han sido muy escasos los pasadores hispanoparlantes de otras Escuelas de la FEEP. La memoria puede ser una forma de olvido.

Me pregunté “¿Adónde apunta?. Me dirigí a ella por mail con una pregunta: “Cuando escribes que fue a partir de ese momento (enero 2003) cuando los miembros de la ELP empezaron a perder de vista el dispositivo ¿a qué te refieres?” La respuesta fue: “me refiero a la fecha en que la AMP aprobó el reglamento del pase para la EEP”.

Nuestra colega tiene, seguramente, sus razones para decir su malestar, el cual ella organiza en un binario significante: “Lejos/Cerca” (antes el dispositivo del pase estaba cerca, ahora –desde 2003- está lejos). A mi entender, ese malestar confesado en el texto no hace sino velar el real en juego en nuestras Escuelas (las siete Escuelas). Debajo de “Lejos/Cerca” lo que empuja es lo múltiple. En otras palabras, el binario encubierto no es otro que “lo Uno lo /Múltiple”. .

“Hay que colocarse del lado del error para conducirlo a la verdad”, diría Wittgenstein (cfr. Observaciones a La Rama Dorada de Frazer). Nosotros diremos que “hay que colocarse del lado del malestar para revelar el real en juego en él”. Más que quedarnos en un “sound and fury” o en un “no sé qué “ reivindicativo tenemos que volver a tratar el lugar de mediación que el Campo freudiano, la AMP y la FEEP ha tenido y sigue teniendo en las fuerzas centrífugas existentes en la ELP.

EL PASE Y LA ESCUELA UNA

par Hebe Tizio

La Escuela Una tuvo desde sus inicios una función precisa en la economía libidinal del campo freudiano, hacerle la contra a la inercia para sostener un lugar de interpretación de la escuela como sujeto, es decir, para tratar de pensar nuestras escuelas desde el discurso analítico.

Recuerdo que Miller en un texto, “Intervención sobre el mutualismo”, escribió que la Escuela Una era la manifestación de la “esencia” del campo freudiano, una precaución contra el avance de la burocratización previsible en las escuelas de la AMP. Es así un elemento de subversión interna para mantener un tipo de Escuela donde la experiencia sea auténticamente analítica. Es decir, la Escuela Una es un instrumento que permite un tratamiento posible de lo que nuestras propias escuelas generan contra el psicoanálisis por estar localizadas y tramadas en una lengua y habitadas por los mismos. La Escuela Una descompleta y hace existir el agujero que permite anudar las distintas escuelas locales intentando contrarrestar de este modo la tendencia a la autonomización.

Vivimos un momento donde la globalización genera fragmentación y particularidades enquistadas en su diferencia. En este contexto la Escuela Una cobra más vigencia si cabe, frente a la tendencia homogenizadora plantea la desagregación de la enunciación y frente a la autonomización, un anudamiento vivificante que reintroduce al Otro permitiendo la circulación a nivel mundial. La tensión entre lo múltiple y lo Uno es así fructífera.

Yo asistí como AE a los primeros pasos de la Escuela Una y el debate de ese momento dejó para mí una enseñanza, aprendí que la inercia siempre retorna y que hay que poder hacer con eso y mantener la posición de analizante.

Qué pasa en este momento? La inercia de las escuelas parecía haberse tragado a la Escuela Una pero cuando se la hizo presente en la interpretación se abrió otra dimensión, la del acontecimiento de Paris. En una ocasión comenté que en el horizonte del final de mi análisis estaba el pase sin duda por mi deseo, pero también porque estaba acompañada por un trabajo de escuela donde la discusión del tema era algo cotidiano. En 1994 trabajamos los textos que había reunido la AMP sobre los finales de análisis. Cómo terminan hoy, 15 años después, los análisis? El famoso tema del psicoanálisis aplicado sirvió como un velo frente a este interrogante.

Creo que es un momento de renovación y la Escuela Una es la herramienta que tenemos para atravesar geografías, lenguas e inercias varias. Cómo usar la herramienta? La Escuela Una es el recurso para tratar los problemas del campo freudiano con el psicoanálisis mismo y transformarlos así en verdaderas experiencias del uno por uno. Entonces, cómo nos servimos de ella?

Cada uno, concretamente…

Para mi el pase no puede estar en otro lugar que no sea la Escuela Una y sus carteles no pueden ser nacionales.

¿Cómo se acerca el pase? incorporándolo al discurso no del lado del pathos sino del de una buena experiencia para hacer, no del lado del menos de pasantes sino del lado del plus que aporta a quien lo hace y los efectos de ese tránsito generoso que benefician a las escuelas. El pase se acerca no idealizando Aes aptos supuestamente para todo servicio sino Aes que se deconstruyan tomando dada día su posición de analizante.

Y por qué no seguir pasando? Se podría preguntar a los exAE qué han recogido de la experiencia años después? Si me preguntaran diría que sigo teniendo frutos porque me ha enseñado una “metodología”, seguir trabajando el síntoma para que no se estanque el goce y obtener satisfacción. Porque me doy cuenta que cuando más trabajo este lado de la posición analizante mejor me puedo sostener como analista…El pase me ha ayudado a formalizar mi análisis y a darme cuenta de muchas cosas que sin ese esfuerzo de transmisión no hubiera atrapado. Y esto más allá de la nominación y del trabajo como AE me ha servido para la vida y es lo que me permite resistir a la mortificación.

EL PASE DE LA ESCUELA

par Lucia D’Angelo

Quiero contribuir al debate sobre la Escuela Una y el Pase que he seguido con interés a partir de las últimas semanas en el JJ y con el cual me siento absolutamente concernida. Lo hago, en efecto, en nombre propio, hasta donde mi nombre, en lo que atañe a la Escuela y al Campo freudiano, me pertenece y más allá y más aquí de las funciones institucionales que represento, actualmente como Presidenta de la ELP.

Decidí presentar mi candidatura a la presidencia de la ELP, horas después de la mesa de los AEs de la AMP, en la apertura del último Congreso de la AMP en Buenos Aires. Interpreté que un cambio de rumbo tocaba el resorte del pase que convenía a mi deseo y para el conjunto de las Escuelas de la AMP. Tenía en cuenta, que al asumir la Presidencia de la ELP, me confrontaba, como los anteriores colegas que me precedieron en la tarea, al reto de hacer la Escuela – Una teniendo en cuenta lo múltiple y lo diverso, de paisajes y de lenguas, tal como se conforma la ELP en las ocho comunidades que la componen, a lo largo del territorio español.

Desde el análisis político, la complejidad del Estado español, no es ajeno al significante de autonomía.

En cuanto a la política de la Escuela, intentando encontrar la vía de transformar esta particularidad estructural de la ELP, precisamente para que una comunidad de trabajo localizada, no se transforme en una autonomía; para que la Escuela, sea Una en lo múltiple español, en el horizonte del pase, en el discurso de candidatura a la Presidencia, me encontré diciendo que más que la Escuela del Pase, se trataba del Pase de la Escuela, ella misma, en el horizonte de la Escuela Una.

Me hago cargo, ahora, de las consecuencias de mi enunciado. Es por ello, que en todo debate sobre el pase me siento absolutamente concernida. No sólo en el debate de la ECF, publicado por el Journal, sino en la apertura de este debate que toca el corazón mismo de lo deslocalizado, lo más éxtimo de la Escuela, tanto más cuanto se trata directamente del dispositivo del pase de la FEEP/ELP.

Como algunos saben, mi relación con el Campo freudiano, data desde hace más de 25 años. Por esta razón, me siento parte de la historia de la Escuela en España, de la creación de la EEP y de la instauración del dispositivo del pase para España y de la Escuela Una. No solo por las responsabilidades institucionales que he asumido en esta historia, crisis incluidas.

Me siento parte, en acto. Porque mi nominación como AE se produjo en 1997, junto con otros españoles, hace casi 13 años, precisamente por los primeros carteles del Pase en la EEP, formados en aquella época por los AEs de la ECF, tal como ha sido recordado recientemente en el JJ.

En esta experiencia inaugural de la Escuela, en efecto, y tal como también ha sido mencionado, hice mis entrevistas con pasadores bilingües en España, ellos testimoniaron ante el cartel en francés, en Francia y mi primer testimonio como AE en francés, junto con otros nominados de otras escuelas, lo hice en Bruxelles [el Pase y lo Real] con la voz de Pierre Naveau. Nunca pude dilucidar si me conmovió mi propio testimonio porque lo escuché en otra lengua o por la firme convicción con la que Pierre leyó el texto.

Ejercí mi función como AE desde 1997 al 2000. No está de más recordar que algunos de mis colegas que fueron nombrados por esa experiencia inaugural del dispositivo del paso, renunciaron a la Escuela en 1998. Así, como, miembros del Cartel del Pase de la EEP, del que fui más Uno por esa época, tal como recordaba M. H. Brousse, recientemente. El cartel se reunía en Paris, los pasadores eran españoles, y el dispositivo ya incluía, la función del Éxtimo, para confirmar las nominaciones que se produjeron.

Desde entonces, y con la excepción del período 2003-2005, siempre he comprometido mi tarea en el dispositivo del pase de la Escuela, EEP o FEEP/ELP, como Secretariado, como más Uno, como miembro del Cartel, tanto en el período de la entrada por el pase, como en el pase conclusivo.

He escuchado a pasantes, pasadores o miembros del cartel, en francés, en italiano, en español. Los carteles se han reunido en España, en Francia, en Italia y creo recordar que en Bruxelles. En este período de mi experiencia, se han nominado AEs que provenían de la EOL, de la ELP, de la SLP. Pero lo más preciado de esas nominaciones ha sido, que todos, fueran AEs de la AMP sin que ninguna escuela se atribuyera su pertenencia.

Siempre he considerado que esta deslocalización del dispositivo y la diversidad de lenguas que se juegan en el pase, hacen precisamente, a la verdadera transmisión del pase del pasante, precisamente en el horizonte de la Escuela Una.

Debo decir, que no se me había ocurrido pensar que el dispositivo del pase de la FEEP/ELP europeo o hispano-hablante como dispositivo institucional fuera un handicap en lo relativo al pase. Por el contrario, siempre he creído que como tal, alojaba y encarnaba, más allá del lugar de procedencia o de la lengua del pasante, algo de lalangue del pase mismo.

En todo caso, en esta primera aportación al debate, creo que sería muy difícil de entender para mi toda reivindicación de carteles del pase ¿nacionales?, tanto menos, ¿autónomos? ¿de quién? . Quizás no entienda los términos de la cuestión, pero si por allí va el debate, no dudaré en contribuir a él.

Quizás, en el après-coup, pueda interpretar ahora que lo que llamé en su momento el Pase de la Escuela, es porque sin saberlo mi deseo daba la bienvenida anticipadamente a la Escuela Una al debate. – Barcelona, 21 de diciembre de 2009

La Conférence de janvier

La « Conférence sur la passe », des 16 et 17 janvier prochains, réunira les auteurs des contributions publiées à la suite de la lettre de Sophie Gayard, jusqu’au n° 75 : ils sont au nombre de 102. Leurs textes seront rassemblés dans une électrobrochure de 170 pages, diffusée à tous.

De nombreux collègues n’ayant pas contribué au débat dans les délais fixés, m’ont fait savoir qu’ils souhaitaient néanmoins être invités à la Conférence : ils ne manqueront pas, l’an prochain, d’occasions de s’exprimer sur la passe, mais ce tour-ci, ils devront le sauter.

Jacques-Alain Miller