En la última enseñanza de Lacan, se hace apuntando al
síntoma definido no como síntoma del Otro con la identificación supuesta en
juego en el síntoma, sino a partir del goce del cuerpo*.
Vemos ahora, una definición del síntoma que trata de
deshacerse de la función del padre, tal como la pensaba necesaria Freud, en las
tres identificaciones de Massenpsychologie.
La primera identificación para Freud era la
identificación al padre. El horizonte de la subjetividad era impensable sin una
primera identificación al padre. Luego venía, la identificación al síntoma, tal
como Dora la encarna, la identificación al síntoma del padre.
Massenpsychologie en la época del goce del
sinthome
Desplazar las cosas hacia el sinthome en el
campo de la Massenpsychologie es lo que he tratado de hacer, en una
lectura minuciosa, a partir de las indicaciones muy precisas de Jacques-Alain
Miller, siguiendo sus últimos cursos y la conferencia preparatoria que hizo
para el congreso de la AMP que tuvimos en Rio de Janeiro, en el 2016 ¿Qué es
pasarse del padre? Y esto en la política, también es el punto crucial.
El padre… O peor
Jacques-Alain Miller mostró que los tres puntos de
este seminario …O peor, eran para decir el Padre o lo peor. Pensar la
política de hoy, y el fenómeno denominado “populismo” a partir del goce
implicado en el espacio de la política, implica este horizonte de pasarse del
padre. Se trata de pensar las cosas de otra manera, sin la identificación al
padre que suponía el análisis freudiano de los partidos fascistas de los años
‘30. De la misma manera que hay que hacer un esfuerzo para pensar la clínica
contemporánea utilizando el padre como ficción, pero a sabiendas que hay que
pasarse de él para definir el horizonte al mismo tiempo primario y último del
síntoma. El modo de hacer con el análisis de la política sigue éste mismo
abordaje a partir del goce, tanto del fantasma y de su función como instrumento
de goce, como del síntoma como acontecimiento del cuerpo. Estas dos vertientes,
por un lado el padre como ficción, por el otro el goce el fantasmático y el
acontecimiento del cuerpo, permiten pensar nuestra política con otras
categorías.
La biopolítica y el goce infame
Sino, llegamos muy rápidamente en la política
contemporánea, al punto Godwyn(1): Erdogan, Trump, MLP, todo es Hitler. ¡No!
La gran sorpresa es que no, no son Hitler. Son otras formaciones políticas. Una
cosa es no olvidar la historia del fascismo(2) y la filiación de cada uno de
estas figuras populistas, y otra es aplastar todo con el punto Godwyn. De la
misma manera, que si se aplasta todo con el punto Godwyn en la reflexión sobre
el populismo, no se entiende lo que ocurre en todos los movimientos que
atraviesan las democracias y los regímenes autoritarios que producen estas
figuras.
En este sentido, he aislado en el titulo del libro el
término de biopolítica porque fue introducido por Foucault quien puso un
acento en los modos de regulación del goce que atravesaban la las democracias
parlamentarias dotadas de un Welfare state. La regulación del goce como
tal ya no era más hecha por una serie de dispositivos disciplinarios. El estado
de bienestar instaló la biopolitica como disciplina fundamental que se
sustituía a lo que era el modo político disciplinario. Tenía como instrumento
fundamental las identificaciones masivas o segregativas. Supo mostrar cómo los
grandes relatos identificatorios, con la identificación fundamental que era
pensada como la identificación de clase, fueron sustituidos por un conflicto
entre el discurso político de las identificaciones colectivas y modos de goce
que definían un régimen particular de comunidad, una identificación paradojal.
El interés para Foucault fue el de considerar por
ejemplo, a las comunidades gay o a la de los prisioneros, o en términos
borgesianos, a la de los hombres infames, en La historia de la infamia,
a esos que precisamente no pueden tener un nombre tal que pueda ser reconocido,
en la cultura o en la civilización. Considero esto, como el modo fundamental
con el cual la política como gestión de las comunidades de goce se hacía a
partir de un horizonte de regulación de estas distintas comunidades. Foucault
trató de hacer sin utilizar los conceptos analíticos de goce. Tambien, Deleuze
y Guattari hicieron la tentativa de ordenar la política pasándose del padre, a
partir del goce del delirio.
La perspectiva de Lacan no era de fijarse en el goce
de la infamia o el del delirio, sino de utilizar las enseñanzas de la práctica
analítica, el síntoma y el fantasma como los instrumentos de goce fundamentales
para pensar el nuevo horizonte político.
El populismo: hacer pareja con un goce distinto
Si consideramos el fenómeno MLP en Francia, es
llamativo, que en el texto de Jacques-Alain Miller quien comentaba el votútil
y la polémica que hay en Francia que se ordena a través de esta cuestión, vemos
surgir un fantasma entre las líneas de los que no quieren el votútil en
Francia y que denuncian esta perspectiva. Lo contrario de la utilidad es
siempre el goce. Esta fantasma, entre las líneas del voto de deseo indica un
voto de un goce indecible que surge. Esto se puede abordar con nuestros
instrumentos entre un fantasma compartido y un acontecimiento del cuerpo
producidos en esta difusión del fantasma.
MLP designa el enemigo fundamental tanto como Trump
en la figura del inmigrante. Autoriza entre las líneas todos los “pousse au
jouir” del Mariscal Pétain: el Vichysmo, la delación, la venganza, el odio, lo que
estaba prohibido en Francia a partir de la llegada del General de Gaulle. Al
mismo tiempo, tiene un rasgo “bobo”, quien se manifiesta en su relación con las
comunidades LGBT. Ella autoriza una comunidad LGBT en un modo facho. Eso sí es
realmente original. Tiene a su lado a Filipo I como se nombra a veces a Florián
Philippot su mano derecha. Apoyandose en él y en su pareja, elimino al padre
del sistema de poder familial. Es una buena experiencia de lo que es en la
tradición de los fachos, pasarse del padre. Ella como versión de hacer uso del
padre para pasarse de él, es una versión que llama la atención. ¿Qué hace que,
de Erdogan pasando por Putin y hasta por Xi Jinping y todas las democracias
europeas, veamos surgir líderes que tienen muchas diferencias, pero que tienen
el rasgo en común querer liderar como lideres únicos o de querer hacerlo
planteando un problema al sistema? El sistema es una palabra utilizada como una
pantalla, para decir la democracia representativa en su múltiplicidad.
Esta serie puede ser considerada, no a partir de una
supuesta clase unificada con referencia a la etiqueta populismo, sino más bien
a partir del tipo de fantasma que proponen compartir, cuál es el goce
propuesto, cuál es el horizonte de acontecimiento del cuerpo que cada uno
propone. Se podría pensar la serie de los líderes llamados populistas sin
ponerles en un saco común, a pesar del hecho que surgen en todas partes, por el
mundo entero, a través de régimenes políticos muy distintos. Al mismo tiempo
que se autorizan en figuras del Nombre del padre pero pasándose de él para
gozar. Vemos en todas estas propuestas, una nueva definición de cómo hacer
pareja.
Religiones y goces
Tenemos por ejemplo a Erdogan, el candidato más
inmediato a la categoría dictador, pero Erdogan no propone una experiencia del
cuerpo tipo Nuremberg. No propone, como en los grandes meetings nazis, que
una nueva religión se hiciera sentir. Él propone la religión verdadera, la
musulmana como horizonte de goce para los que está masificando. Y no es lo
mismo, se trata más bien de interrogar lo que es este acontecimiento del cuerpo
particular, el modo de goce que implica, la tentativa de hacer existir La
Mujer bajo la forma particular que toma en ésta religión el abordaje de este
tema, en el horizonte de goce.
Esto es muy distinto de Putin. Sí, lo que hay en
común entre Putin y Erdogan, es el recurso a una religión existente. Tiene una
versión particular de la religión ortodoxa que hace funcionar en complemento de
la burocracia. El estado autoritario se establece con la ayuda de Dios, Putin
propone, al mismo tiempo que la renovación de la vieja religión, hacer de
cazador en el norte matando animales enormes. Él propone el combate a mano con
el oso, como experiencia fundamental con el Otro. Y esto es una metáfora del
Otro femenino, claramente.
Del lado del populismo democrático tenemos Tony
Blair, “Prince of the people”(3). También puso el enfoque en Dios. Él mismo era
hijo de pastor, como algunos de la gente a su alrededor. La función de Dios
para Blair fue que el que autorizaba el New Labour era Dios, no era él. Podía
su Dios cargarse de sus errores, incluso joder completamente con la guerra en
Irak.
Xi Jinping tiene su manera de insertarse en las
grandes tradiciones chinas, con el culto al emperador muerto que es Mao al
mismo tiempo que el monopolio de la fabricación del iphone en Cina. El
culto es fundamental para autorizar sus propias vilezas, poner sus enemigos del
Comité central en la cárcel y poder llevar adelante una nación tan enorme como
China. Pero el desarrollo de la clase media gozando del iphone y de la
burbuja imobiliaria es también fundamental. Hace parte de la originalidad de la
experiencia de goce a compartir: utilizar el padre muerto para pasarse de él.
El populismo Trump
Hay un debate sobre Trump, es el más evidentemente
chiflado de la serie. Al mismo tiempo hay todo un debate muy interesante en los
Estados Unidos, en el cual frente a toda una parte del movimiento psiquiátrico
americano que quiere diagnosticarlo como malignant narcissism y con esto
llevarlo al impeachment, hay los otros que dicen, precisamente, que no
hay que diagnosticar a Trump, sino oponerse a él, como lo dijo Allen Frances
quien fue el introductor del DSM IV, -ahora A. Frances es un sabio, critica a
todo el mundo, denuncia al DSM, porque considera que todo se fue al carajo
después de él.
El narcisista Trump, supo construir una política muy
racional, y centrar su campaña sobre una categoría muy precisa del voto que le
permitiera ganar todos los swing states. Esta política racional le hizo
perder el voto popular de 3 millones de votos, pero ganó los 4 swing states
que necesitaba para vencer a Hillary. Fue su apuesta la que funcionó. Al mismo
tiempo, él tiene un trastorno en su relación con el lenguaje, increíble. Hay
profesores de lingüística en Estados Unidos que se dedicaron a mostrar la
manera y la dificultad que tiene de articularse en la lengua, que lo hace
entrar sin duda en las categorías dis como dicen las neurociencias. Hay
una dis particular que no es una dislexia típica, pero hay un
"dis"-funcionamiento muy particular, que solo se restringe en el Tweet
con 140 signos. Las muchas aproximaciones, gramáticas, errores, están más
contenidas en el formato Tweet, mismo en la madrugada.
Trump propone una experiencia de goce, con su manera
de goce, su manera de putear al mundo entero y de insultar a las mujeres, al
mismo tiempo que presenta una vida bajo relaciones con modelos que tuvo desde
el momento en que salió de la Escuela militar. Su padre lo había puesto en una
Escuela militar porque era un hiper-agitado y no se podía hacer nada con él.
Ahora, él goza de emplear generales, militares y darles órdenes. El padre lo
envió allí para que fuera contenido y zafó, se paso de él.
Se podría añadir que
el carisma adquirido de Trump muestra que el cine es una cosa del siglo XX y
que en el siglo XXI lo que interesa son las series televisivas y la
tele-realidad. En el siglo XX un actor como el presidente americano Reagan, era
un actor de westerns de serie B, había todo un amor hacia él en tanto que tenía
pinta de un sub-John Wayne. Pero ahora Trump viene de la tele-realidad y de las
redes sociales. Las redes sociales permiten la construcción de burbujas de
comunicación, que son burbujas sin lazo común, analizadas sólo con el cálculo
infernal y sin fin de correlaciones entre estas, que no comunican. No es
Hitler, no es el Uno tal como se lo definía en el régimen de partido único,
tipo nazi. Es más bien el surgimiento de un político vinculado a este nuevo
régimen del cálculo del Uno, la reducción del lazo simbólico al cálculo del Uno
de manera novedosa.
Él propone así, también, una experiencia nueva de goce con
esta red simbólica que es el régimen de burbujas de odio. El No a la
inmigración esta provocando una errancia entre Estados Unidos y el Canadá,
miles de personas tratan de pasar todos los días la frontera con Canadá. El
segundo gesto de Trump es aumentar de un 15% los gastos militares. Hay tres
medidas, hay tres gestos fundamentales de la política de Trump: dos gesto
regalianos que son el cierre de las puertas a la inmigración y el aumento del
15% de los gastos del ejercito y un gesto biopolitico. El gesto biopolitico es
el rechazo al Obamacare. Son realmente otra cosa que lo que entra en el
cálculo económico y precisamente estos son gestos que tienen consecuencias
incalculables. No son del lado del calculo económico como podría ser las
inversiones masivas para renovar las infrastructuras de EEUU. Son del lado de
la organización del caos ideologico del cual se encarga Stephen Bannon. Él es
un tipo inquietante, por supuesto, y es un lector. Uno de sus autores
preferidos es alguien que se funda en una teoría de la historia que es más bien
Polybiana, como diría Jean Claude Milner(4).
Es decir, se fundamenta en una
lectura de la historia en ciclos. Que desde la segunda guerra mundial, todos
los 25 años, hay un movimiento en el cual en una generación hay la esperanza,
después hay una congelación y luego hay un declive y que así se puede
reconstruir la historia de los Estados Unidos de América de manera constante y
que se pasa de un periodo al otro por el caos. Bannon tiene su misión de
organizar el caos necesario para que surja el nuevo período. Esto también es
una experiencia de goce propuesta.
* Elaborado a partir de la Intervención con ocasión
de la presentación del libro El reverso de la biopolítica, el 22 de
Marzo del 2017, en el Seminario Latino de París-Envers de París.
Notas:
1-. Godwin mismo no hablaba de punto sino de ley.
2-. Como se ha demostrado en la campaña de los Forums
SCALP contra MLP
3-. Era el verdadero mensaje de su invención: Diana
como princess of the people.
4-. Cf. « Lire la revolution » de J.C. Milner.
Indispensable para entender la actualidad De Polybio.
Quisiera saber qué piensa E. Laurent de la conceptualización que hace Ernesto Laclau del populismo, su diferenciación entre populismo de izquierda y populismo de derecha, la diferente posición del líder en cada una de ellos y si está de acuerdo en que- al menos tal como el lo concibe - no está en el lugar del padre que cohesiona por identificación, ya que no se trata de masa de iguales sino de cadenas de equivalencias entre diferentes.
ResponderExcluir