Comunicado del Campo freudiano 16 de enero de 2012 E. Roudinesco y Seuil condenados por difamación Elisabeth Roudinesco y las ediciones Seuil fueron condenados por difamación por la Cámara 17 de segunda instancia de París, en su calidad respectiva de autor y editor de la obra titulada Lacan, envers et contre tout. Este libro alegaba en efecto, que la última voluntad de Lacan en cuanto a sus exequias no habría sido respetada: “Aunque (Lacan) hubo manifestado el anhelo de terminar sus días en Italia, en Roma o en Venecia y que hubiera deseado funerales católicos, fue enterrado sin ceremonia y en la intimidad en el cementerio de Guitrancourt” Por esta causa, Judith Miller, hija de Jacques Lacan, y que veló por las exequias de este, se consideró difamada. En su juicio, realizado el 11 de enero último, el tribunal admitió el carácter difamatorio de esos dichos y rechazó las explicaciones de los defensores: “por su formulación lapidaria, su construcción y las palabras empleadas, la frase: “Aunque (…) hubiera deseado funerales católicos, fue enterrado sin ceremonia y en la intimidad en el cementerio de Guitrancourt”, no podría de ningún modo interpretarse como la expresión de “un punto de vista”, de “una hipótesis”, aunque fuera “razonable”, del esclarecimiento de una “paradoja”, de un simple “deseo prestado a Lacan (…)” de un “sueño” de “grandes funerales católicos”, hecho “un día” “como bravuconada”, por Jacques Lacan” Esta frase “por su brevedad, su composición y la oposición objetiva y cierta, y la realidad contraria de sus exequias”, significa que “un anhelo de Jacques Lacan no fue respetado por aquellos que estaban a cargo de la organización de sus exequias”. El tribunal examinó a continuación la cuestión de saber si el autor de las palabras incriminadas podía ampararse en su buena fe. Pudo constatar que en 1993, E. Roudinesco había evocado la misma cuestión en los términos siguientes: “Lacan era ateo, incluso si, por bravuconería, soñó algún día con grandes funerales católicos”. Esa formulación, dice el juicio, “no podría de ninguna manera confundirse con la afirmación, tan concisa como perentoria, haciendo objeto de las presentes diligencias”. Considerando que el autor “no disponía de ningún elemento de información serio que venga en apoyo” de sus palabras, el tribunal concluyó que “no podría acordarle el beneficio de la buena fe a E.Roudinesco”. Autor y editor fueron condenados a entregar un euro por daños y perjuicios a Judith Miller y 6000 euros a titulo de gastos de justicia. Nota sobre « la excepción de buena fe » (en Wikipédia) La excepción de buena fe en libertad de prensa http://fr.wikipedia.org/wiki/Bonne_foi_en_droit_de_la_presse; et de l’édition ne suppose pas la preuve de la vérité des faits. Elle est accordée en fonction de quatre critères, rappelés par la cour d'appel de Paris http://fr.wikipedia.org/wiki/Cour_d%27appel_de_Paris> dans un arrêt http://fr.wikipedia.org/wiki/Arr%C3%AAt; significatif rendu le 6 juin 2007 :
1- la legitimidad del objetivo perseguido; 2- la ausencia de animosidad personal ; 3- la prudencia y la mesura en la expresión; 4- la calidad de la investigación La reproducción o la cita de palabras difamatorias constituyen una nueva difamación susceptible de acusaciones. Traducción: Silvia Baudini |
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