12 de maio de 2017

Populismo y acontecimiento del cuerpo, por Éric Laurent


 
En la última enseñanza de Lacan, se hace apuntando al síntoma definido no como síntoma del Otro con la identificación supuesta en juego en el síntoma, sino a partir del goce del cuerpo*.

Vemos ahora, una definición del síntoma que trata de deshacerse de la función del padre, tal como la pensaba necesaria Freud, en las tres identificaciones de Massenpsychologie.

La primera identificación para Freud era la identificación al padre. El horizonte de la subjetividad era impensable sin una primera identificación al padre. Luego venía, la identificación al síntoma, tal como Dora la encarna, la identificación al síntoma del padre.

Massenpsychologie en la época del goce del sinthome

Desplazar las cosas hacia el sinthome en el campo de la Massenpsychologie es lo que he tratado de hacer, en una lectura minuciosa, a partir de las indicaciones muy precisas de Jacques-Alain Miller, siguiendo sus últimos cursos y la conferencia preparatoria que hizo para el congreso de la AMP que tuvimos en Rio de Janeiro, en el 2016 ¿Qué es pasarse del padre? Y esto en la política, también es el punto crucial.

El padre… O peor
   
Jacques-Alain Miller mostró que los tres puntos de este seminario …O peor, eran para decir el Padre o lo peor. Pensar la política de hoy, y el fenómeno denominado “populismo” a partir del goce implicado en el espacio de la política, implica este horizonte de pasarse del padre. Se trata de pensar las cosas de otra manera, sin la identificación al padre que suponía el análisis freudiano de los partidos fascistas de los años ‘30. De la misma manera que hay que hacer un esfuerzo para pensar la clínica contemporánea utilizando el padre como ficción, pero a sabiendas que hay que pasarse de él para definir el horizonte al mismo tiempo primario y último del síntoma. El modo de hacer con el análisis de la política sigue éste mismo abordaje a partir del goce, tanto del fantasma y de su función como instrumento de goce, como del síntoma como acontecimiento del cuerpo. Estas dos vertientes, por un lado el padre como ficción, por el otro el goce el fantasmático y el acontecimiento del cuerpo, permiten pensar nuestra política con otras categorías.

La biopolítica y el goce infame 

Sino, llegamos muy rápidamente en la política contemporánea, al punto Godwyn(1): Erdogan, Trump, MLP, todo es Hitler. ¡No! La gran sorpresa es que no, no son Hitler. Son otras formaciones políticas. Una cosa es no olvidar la historia del fascismo(2) y la filiación de cada uno de estas figuras populistas, y otra es aplastar todo con el punto Godwyn. De la misma manera, que si se aplasta todo con el punto Godwyn en la reflexión sobre el populismo, no se entiende lo que ocurre en todos los movimientos que atraviesan las democracias y los regímenes autoritarios que producen estas figuras.

En este sentido, he aislado en el titulo del libro el término de biopolítica porque fue introducido por Foucault quien puso un acento en los modos de regulación del goce que atravesaban la las democracias parlamentarias dotadas de un Welfare state. La regulación del goce como tal ya no era más hecha por una serie de dispositivos disciplinarios. El estado de bienestar instaló la biopolitica como disciplina fundamental que se sustituía a lo que era el modo político disciplinario. Tenía como instrumento fundamental las identificaciones masivas o segregativas. Supo mostrar cómo los grandes relatos identificatorios, con la identificación fundamental que era pensada como la identificación de clase, fueron sustituidos por un conflicto entre el discurso político de las identificaciones colectivas y modos de goce que definían un régimen particular de comunidad, una identificación paradojal.

El interés para Foucault fue el de considerar por ejemplo, a las comunidades gay o a la de los prisioneros, o en términos borgesianos, a la de los hombres infames, en La historia de la infamia, a esos que precisamente no pueden tener un nombre tal que pueda ser reconocido, en la cultura o en la civilización. Considero esto, como el modo fundamental con el cual la política como gestión de las comunidades de goce se hacía a partir de un horizonte de regulación de estas distintas comunidades. Foucault trató de hacer sin utilizar los conceptos analíticos de goce. Tambien, Deleuze y Guattari hicieron la tentativa de ordenar la política pasándose del padre, a partir del goce del delirio.

La perspectiva de Lacan no era de fijarse en el goce de la infamia o el del delirio, sino de utilizar las enseñanzas de la práctica analítica, el síntoma y el fantasma como los instrumentos de goce fundamentales para pensar el nuevo horizonte político. 

El populismo: hacer pareja con un goce distinto

Si consideramos el fenómeno MLP en Francia, es llamativo, que en el texto de Jacques-Alain Miller quien comentaba el votútil y la polémica que hay en Francia que se ordena a través de esta cuestión, vemos surgir un fantasma entre las líneas de los que no quieren el votútil en Francia y que denuncian esta perspectiva. Lo contrario de la utilidad es siempre el goce. Esta fantasma, entre las líneas del voto de deseo indica un voto de un goce indecible que surge. Esto se puede abordar con nuestros instrumentos entre un fantasma compartido y un acontecimiento del cuerpo producidos en esta difusión del fantasma.

MLP designa el enemigo fundamental tanto como Trump en la figura del inmigrante. Autoriza entre las líneas todos los “pousse au jouir” del Mariscal Pétain: el Vichysmo, la delación, la venganza, el odio, lo que estaba prohibido en Francia a partir de la llegada del General de Gaulle. Al mismo tiempo, tiene un rasgo “bobo”, quien se manifiesta en su relación con las comunidades LGBT. Ella autoriza una comunidad LGBT en un modo facho. Eso sí es realmente original. Tiene a su lado a Filipo I como se nombra a veces a Florián Philippot su mano derecha. Apoyandose en él y en su pareja, elimino al padre del sistema de poder familial. Es una buena experiencia de lo que es en la tradición de los fachos, pasarse del padre. Ella como versión de hacer uso del padre para pasarse de él, es una versión que llama la atención. ¿Qué hace que, de Erdogan pasando por Putin y hasta por Xi Jinping y todas las democracias europeas, veamos surgir líderes que tienen muchas diferencias, pero que tienen el rasgo en común querer liderar como lideres únicos o de querer hacerlo planteando un problema al sistema? El sistema es una palabra utilizada como una pantalla, para decir la democracia representativa en su múltiplicidad.

Esta serie puede ser considerada, no a partir de una supuesta clase unificada con referencia a la etiqueta populismo, sino más bien a partir del tipo de fantasma que proponen compartir, cuál es el goce propuesto, cuál es el horizonte de acontecimiento del cuerpo que cada uno propone. Se podría pensar la serie de los líderes llamados populistas sin ponerles en un saco común, a pesar del hecho que surgen en todas partes, por el mundo entero, a través de régimenes políticos muy distintos. Al mismo tiempo que se autorizan en figuras del Nombre del padre pero pasándose de él para gozar. Vemos en todas estas propuestas, una nueva definición de cómo hacer pareja. 

Religiones y goces  

Tenemos por ejemplo a Erdogan, el candidato más inmediato a la categoría dictador, pero Erdogan no propone una experiencia del cuerpo tipo Nuremberg. No propone, como en los grandes meetings nazis, que una nueva religión se hiciera sentir. Él propone la religión verdadera, la musulmana como horizonte de goce para los que está masificando. Y no es lo mismo, se trata más bien de interrogar lo que es este acontecimiento del cuerpo particular, el modo de goce que implica, la tentativa de hacer existir La Mujer bajo la forma particular que toma en ésta religión el abordaje de este tema, en el horizonte de goce.

Esto es muy distinto de Putin. Sí, lo que hay en común entre Putin y Erdogan, es el recurso a una religión existente. Tiene una versión particular de la religión ortodoxa que hace funcionar en complemento de la burocracia. El estado autoritario se establece con la ayuda de Dios, Putin propone, al mismo tiempo que la renovación de la vieja religión, hacer de cazador en el norte matando animales enormes. Él propone el combate a mano con el oso, como experiencia fundamental con el Otro. Y esto es una metáfora del Otro femenino, claramente.

Del lado del populismo democrático tenemos Tony Blair, “Prince of the people”(3). También puso el enfoque en Dios. Él mismo era hijo de pastor, como algunos de la gente a su alrededor. La función de Dios para Blair fue que el que autorizaba el New Labour era Dios, no era él. Podía su Dios cargarse de sus errores, incluso joder completamente con la guerra en Irak.

Xi Jinping tiene su manera de insertarse en las grandes tradiciones chinas, con el culto al emperador muerto que es Mao al mismo tiempo que el monopolio de la fabricación del iphone en Cina. El culto es fundamental para autorizar sus propias vilezas, poner sus enemigos del Comité central en la cárcel y poder llevar adelante una nación tan enorme como China. Pero el desarrollo de la clase media gozando del iphone y de la burbuja imobiliaria es también fundamental. Hace parte de la originalidad de la experiencia de goce a compartir: utilizar el padre muerto para pasarse de él. 

El populismo Trump  

Hay un debate sobre Trump, es el más evidentemente chiflado de la serie. Al mismo tiempo hay todo un debate muy interesante en los Estados Unidos, en el cual frente a toda una parte del movimiento psiquiátrico americano que quiere diagnosticarlo como malignant narcissism y con esto llevarlo al impeachment, hay los otros que dicen, precisamente, que no hay que diagnosticar a Trump, sino oponerse a él, como lo dijo Allen Frances quien fue el introductor del DSM IV, -ahora A. Frances es un sabio, critica a todo el mundo, denuncia al DSM, porque considera que todo se fue al carajo después de él.

El narcisista Trump, supo construir una política muy racional, y centrar su campaña sobre una categoría muy precisa del voto que le permitiera ganar todos los swing states. Esta política racional le hizo perder el voto popular de 3 millones de votos, pero ganó los 4 swing states que necesitaba para vencer a Hillary. Fue su apuesta la que funcionó. Al mismo tiempo, él tiene un trastorno en su relación con el lenguaje, increíble. Hay profesores de lingüística en Estados Unidos que se dedicaron a mostrar la manera y la dificultad que tiene de articularse en la lengua, que lo hace entrar sin duda en las categorías dis como dicen las neurociencias. Hay una dis particular que no es una dislexia típica, pero hay un "dis"-funcionamiento muy particular, que solo se restringe en el Tweet con 140 signos. Las muchas aproximaciones, gramáticas, errores, están más contenidas en el formato Tweet, mismo en la madrugada.

Trump propone una experiencia de goce, con su manera de goce, su manera de putear al mundo entero y de insultar a las mujeres, al mismo tiempo que presenta una vida bajo relaciones con modelos que tuvo desde el momento en que salió de la Escuela militar. Su padre lo había puesto en una Escuela militar porque era un hiper-agitado y no se podía hacer nada con él. Ahora, él goza de emplear generales, militares y darles órdenes. El padre lo envió allí para que fuera contenido y zafó, se paso de él. 

Se podría añadir que el carisma adquirido de Trump muestra que el cine es una cosa del siglo XX y que en el siglo XXI lo que interesa son las series televisivas y la tele-realidad. En el siglo XX un actor como el presidente americano Reagan, era un actor de westerns de serie B, había todo un amor hacia él en tanto que tenía pinta de un sub-John Wayne. Pero ahora Trump viene de la tele-realidad y de las redes sociales. Las redes sociales permiten la construcción de burbujas de comunicación, que son burbujas sin lazo común, analizadas sólo con el cálculo infernal y sin fin de correlaciones entre estas, que no comunican. No es Hitler, no es el Uno tal como se lo definía en el régimen de partido único, tipo nazi. Es más bien el surgimiento de un político vinculado a este nuevo régimen del cálculo del Uno, la reducción del lazo simbólico al cálculo del Uno de manera novedosa. 

Él propone así, también, una experiencia nueva de goce con esta red simbólica que es el régimen de burbujas de odio. El No a la inmigración esta provocando una errancia entre Estados Unidos y el Canadá, miles de personas tratan de pasar todos los días la frontera con Canadá. El segundo gesto de Trump es aumentar de un 15% los gastos militares. Hay tres medidas, hay tres gestos fundamentales de la política de Trump: dos gesto regalianos que son el cierre de las puertas a la inmigración y el aumento del 15% de los gastos del ejercito y un gesto biopolitico. El gesto biopolitico es el rechazo al Obamacare. Son realmente otra cosa que lo que entra en el cálculo económico y precisamente estos son gestos que tienen consecuencias incalculables. No son del lado del calculo económico como podría ser las inversiones masivas para renovar las infrastructuras de EEUU. Son del lado de la organización del caos ideologico del cual se encarga Stephen Bannon. Él es un tipo inquietante, por supuesto, y es un lector. Uno de sus autores preferidos es alguien que se funda en una teoría de la historia que es más bien Polybiana, como diría Jean Claude Milner(4). 

Es decir, se fundamenta en una lectura de la historia en ciclos. Que desde la segunda guerra mundial, todos los 25 años, hay un movimiento en el cual en una generación hay la esperanza, después hay una congelación y luego hay un declive y que así se puede reconstruir la historia de los Estados Unidos de América de manera constante y que se pasa de un periodo al otro por el caos. Bannon tiene su misión de organizar el caos necesario para que surja el nuevo período. Esto también es una experiencia de goce propuesta.

* Elaborado a partir de la Intervención con ocasión de la presentación del libro El reverso de la biopolítica, el 22 de Marzo del 2017, en el Seminario Latino de París-Envers de París.

Notas:
1-. Godwin mismo no hablaba de punto sino de ley.
2-. Como se ha demostrado en la campaña de los Forums SCALP contra MLP
3-. Era el verdadero mensaje de su invención: Diana como princess of the people.
4-. Cf. « Lire la revolution » de J.C. Milner. Indispensable para entender la actualidad De Polybio.

Um comentário:

Anônimo disse...

Quisiera saber qué piensa E. Laurent de la conceptualización que hace Ernesto Laclau del populismo, su diferenciación entre populismo de izquierda y populismo de derecha, la diferente posición del líder en cada una de ellos y si está de acuerdo en que- al menos tal como el lo concibe - no está en el lugar del padre que cohesiona por identificación, ya que no se trata de masa de iguales sino de cadenas de equivalencias entre diferentes.