Sobre este libro
Los libros sobre adolescencia que
encontramos en las librerías apuntan a explicar qué le pasa a los adolescentes
y a cómo deben actuar los padres. Introducen a menudo el adverbio «cómo» o
palabras como «guía» o «manual». Inclusive encontramos la influencia
anglosajona de modelos que llegan del mundo de la gestión de la empresa —que
hoy en día lo invade todo— y que se aplican a la esfera familiar, como si la
familia y los hijos funcionaran bajo el paradigma del mundo del trabajo. La
mayoría de estos libros se encuentran en las secciones de libros de autoayuda,
los cuales están en auge últimamente. Pero muchas veces ayudan poco o nada,
pues suelen ser libros de «recetas» muy generalistas y que plantean los tópicos
de la adolescencia, sin tener en cuenta la singularidad de cada uno.
Los autores de estos libros
ciertamente aprovechan la desorientación e incertidumbre de los adultos para
proponerles una respuesta. La gran proliferación de libros de «asesores» y
«coaches», de programas de televisión, nos muestra y nos confirma en realidad
que son muchos los padres en busca de ayuda, consejo y de guía, adultos
confrontados con una época de valores confusos. Padres que dudan y se
angustian, que sienten culpa y que no saben cómo tratarla, que desean entender
a sus hijos y no encuentran la forma.
La originalidad de este libro, en
cambio, reside en el hecho de que no habla tanto de los adolescentes, sino más
bien de los padres mismos. Los hijos son, en efecto, una excusa para abarcar
algunas de las principales inquietudes como los valores, las creencias, el
cambio generacional y el paso del tiempo, los problemas, las frustraciones,
entre otras.
La presente obra es el resultado
de una singular experiencia de más de treinta años de trabajo durante los
cuales me he ido encontrando con padres, tanto en la consulta como en escuelas
de padres o talleres. Surge a partir de aquellos temas que les preocupan
habitualmente, de sus dichos y de lo que piensan.
Me interesa promover la reflexión
para que cada lector encuentre en segunda instancia sus soluciones específicas
a los problemas particulares que les plantean sus hijos. Estamos convencidos de
que serán respuestas más genuinas y que tendrán consecuencias más duraderas.
Este libro constituye una
herramienta muy útil también para profesionales, sean padres o no de
adolescentes, sean psicoanalistas, psicólogos, psiquiatras, pedagogos o
educadores. Nos interesa la posibilidad de compartir una visión y una forma de
hacer que sirva de inspiración para ser replicada en muchos otros lugares. Nos
interesa promover una reflexión de cómo se trabaja con los padres, ya sea en
las escuelas o en la consulta. Son espacios donde cada vez conviene más
escuchar que decir. Los profesionales también tenemos nuestras certidumbres y
en los encuentros con los padres deberíamos dejarlas a un lado, pensando que
cada encuentro es único, y que en definitiva puede emerger un saber que no era
sabido.
El contenido del libro es la
consecuencia directa de los encuentros con padres en la consulta y en talleres
en centros escolares, así como con educadores a través de formaciones y
supervisiones. En estas páginas se intenta transmitir algo de la experiencia de
lo que hacemos. Se incluye una selección de las preguntas que éstos se hacen,
de las cuestiones que más se repiten, aquellas que son más representativas y
que pueden aportar cierta novedad. La intención del libro es trabajar estas
preguntas a partir de las reflexiones de los mismos padres, lo que he ido
escuchando de lo que ellos han ido tejiendo.
Seguramente, como siempre ocurre,
habrá lectores que busquen confirmar aquello que hacen bien, que sin duda serán
muchas cosas. Y seguramente habrá padres que no estarán de acuerdo con algunas
de las ideas y de las propuestas que aquí planteamos. En cualquier caso, nos
alegrará saber que este libro contribuye a que cada uno pueda reflexionar sobre
su quehacer como padre o madre, que sirva además para conversar con los otros,
pero especialmente con el propio hijo o hija.
El espíritu que queremos
transmitir es la importancia del diálogo y de la conversación, lo que nos guía
en las sesiones que hacemos con padres en los distintos centros educativos. De
conversar juntos sale la invención, algo nuevo, una chispa que nos hace
cambiar, que nos hace sentir mejor.
Escuchando a otros aprendemos más
sobre nosotros, sobre lo que nos pasa, sobre nuestras actitudes, nuestras
acciones, lo que nos motiva.
Por supuesto que nada de esto
podríamos llevarlo adelante de esta manera si no fuese porque nos guiamos por
el psicoanálisis. Se trata de una experiencia que nos permite pensar las
relaciones familiares, la función de los padres, la adolescencia desde una
determinada perspectiva. Nos ayuda a entender que no hay «la» manera de
responder a los desafíos de ser padre, no hay respuestas pret a porter.
Lo cual nos permite pensar que no
necesariamente hay un determinismo biológico, sino más bien que los problemas
suelen obedecer a múltiples razones, que la pregunta por las causas es
fundamental, que la conversación es necesaria, que hay cuestiones fundamentales
de la historia del sujeto pero también que lo contingente juega su papel. Que
debemos apelar a la responsabilidad de cada uno y no pensar que siempre las
cosas son por los demás.
El presente libro está organizado
en tres partes, además de esta introducción y las conclusiones:
La primera parte trata de lo que significa ser padres de adolescentes en este comienzo de milenio. Cada época tiene consecuencias, y la actual no lo es menos. Se describen por un lado los nuevos modelos de familia y su relación con la autoridad, por otro lado, cómo funcionan los adolescentes en la época actual y cómo son las interacciones con los padres. Explicamos en esta parte, y es lo que guía el libro, las experiencias de talleres con padres que iniciamos en la Argentina y continuamos en Cataluña.
La segunda abarca una cuestión
central en la relación entre los adultos y los adolescentes y una de las
fuentes principales de preocupación de los padres. Nos referimos a los límites.
Que no son otra cosa, en el mejor de los casos, que formas por partes de los
adultos de regular en la medida de lo posible la vida de los adolescentes.
Indudablemente, a veces son formas de ejercer el control ante la dificultad de
los padres de aceptar el crecimiento de los hijos. El peso recae en el valor de
la palabra, en la conversación y el respeto que se pueda establecer en las
relaciones; cómo es posible construir una cultura del diálogo. Asimismo,
indagamos acerca de las diferencias entre límite, castigo y sanción, así como los
criterios que establecen los padres y las consecuencias que puedan tener.
La tercera parte de esta obra
presenta la relación con los adolescentes desde las dificultades que se
desencadenan en esta etapa. Nos interesa complejizar la cuestión y no reforzar
la idea de adolescencia igual a peligro, o adolescencia igual a conflicto. Los
problemas de los adolescentes tienen consecuencias en los padres y viceversa.
Cómo los adultos (y profesores) funcionan en relación a sus hijos (alumnos), la
manera de tratarlos, de acercarse a ellos obviamente tiene su impacto en ellos.
Por otro lado, analizamos el peso que las clasificaciones y las etiquetas
tienen en los padres y los jóvenes. Muchas veces son jaulas que no permiten que
un adolescente pueda encontrar su lugar en el mundo con más libertad.
Muchos de los capítulos de este
libro comienzan con un texto introductorio. Son preguntas y comentarios de
distintos padres y madres que realizaron en los talleres de reflexión que
organizamos, así como en entrevistas en mi consulta y que nos han servido para
introducir los temas. Los hemos escogido porque son muy representativos de lo
que dicen muchos padres y de aquello que les preocupa.
Finalmente el lector encontrará
una página con recomendaciones de sitios en internet en los cuales poder
encontrar más información sobre lo tratado. No pretende ser una lista
exhaustiva. Y otra página con la bibliografía que orienta este libro así como
libros que son interesantes en relación a esta temática.
Nenhum comentário:
Postar um comentário