La ventana indiscreta [Rear Window]
(NT) era una de las películas preferidas de Hitchcock. La película pone en
escena a James Stewart en el papel de Jeff, un fotógrafo de prensa inmovilizado
en su casa con una pierna escayolada, y que pasa el tiempo observando a sus
vecinos.
Levantar el telón sobre el teatro de la
pareja
He titulado mis palabras Ventanas
sobre la pareja (1) como si el propio cine fuera una ventana a través
de la cual vamos a mirar cómo los hombres y las mujeres actúan para unirse. El
cine es un arte de la pareja. Ver como la Humanidad se las arregla, o no, con
la ausencia de relación sexual, es como una esencia del cine.
Del otro lado del patio, Jeffrey descubre
una muestra de casi todas las formas de relación de pareja. Incluso el
asesinato, que no está separado de todo lo que Jeff observa. El relato de
William Irish en el que se basa el guión, no contenía estas historias de
parejas a las que espiar, ni la historia de amor entre Jeff y Lisa (la novia de
Jeff encarnada por Grace Kelly). La exploración de las formas del amor es aquí
una invención de Hitchcock. Aún siendo una película policiaca la investigación
abarca todos esos aspectos, el teatro de la pareja. Comenzando por lo genérico
que es como alzar el telón, como en el teatro, un levantar el telón de la
ventana sobre el teatro de la pareja.
El gran bazar de la no-relación sexual
En un primer tiempo, La ventana
indiscreta, aparece simplemente como una historia policiaca. No una
cualquiera, pues se trata del asesinato de una mujer, de la esposa por su
marido, Thornwald. Recordemos que Hitchcock rueda La ventana indiscreta
el mismo año en que se estrena su película anterior Crimen perfecto [Dial
M for Murder] ¡en la que un marido traza un plan para matar a su mujer! Me
pregunto cómo Alma Reville, la esposa de Hitchcock, que fue su colaboradora,
miraba a su marido en casa por la noche…
Pero Rear Window cuenta
según Hitchcock otra historia, la de un hombre inmóvil, inmovilizado en su
casa, que mira hacia fuera. Hitchcock ha concebido la película y el escenario
desde el punto de vista de Jeff, es decir, de la ventana de su apartamento.
Aparte de una escena que está rodada en el patio, el mundo es su ventana, y
mira la escena. El apartamento y la ventana de Jeff son el punto de vista
único, el espacio cuyos límites no se franquean, incluso cuando al final, Jeff
pasa por la ventana, la cámara le filma desde el interior.
Inmovilizado en su silla, James Stewart
está reducido por ese motivo a ver lo que pasa en el patio del
inmueble, sin oír. Una pura función de la mirada se pone en
práctica, una pulsión muda que estimula Hitchcock en su puesta en escena y que
le obliga a hallazgos sin pasar por el diálogo. Rear Window es
el hombre que mira. Hitchcock nos dice que es una película sobre el voyeurismo.
Es verdad, pero lo que es aún más verdadero, creo, es que esta película cuenta
cómo un voyeur mira el formar pareja y descubre el deshacer
pareja. Finalmente es un voyeur de la no-relación sexual, mira los esfuerzos
de los hombres -conmovedores, patéticos, miserables, o monstruosos- para llegar
mal que bien a formar pareja o a deshacerse de la pareja, lo que puede
realizarse por medio del crimen.
Rear Window no es una película sobre el
voyeurismo perverso, es una película sobre el voyeurismo humano normal: como
cualquiera que ve los programas de animales, en cierto sentido, Jeff intenta
ver la relación sexual, en el sentido en que él busca confirmarse que de eso no
hay. Y en el inmueble de enfrente, lo que se ve, lo que es evidente, es el gran
mercado de la no-relación sexual. Ahí es donde estamos todos.
El drama del no-matrimonio
Si el motor de la historia de Rear
Window se basa sin duda en la invalidez de Jeff y en su inmovilización
forzosa, se basa quizá todavía más en un rasgo probado que anima su relación
con Grace Kelly, a saber su rechazo al matrimonio o más bien, su rechazo a
casarse con ella.
Stella, la enfermera, es la gran filósofa
de la película.
Jeff: "Quiere que me case con
ella".
Stella: "Es normal".
Jeff: "Pero yo no quiero".
Stella: "Eso es lo que es anormal;
cualquier hombre está dispuesto a casarse cuando encuentra a la mujer que hace
falta".
Evidentemente, "la mujer que hace
falta" es un punto enigmático, por eso ella comenta:
Stella: "Cuando me casé con Miles formábamos una
pareja desigual de dos inadaptados. Siempre hemos sido unos inadaptados no
complementarios pero hemos amado cada minuto de nuestra vida en común".
La pareja no es racionalizable ni
programable. Las webs de encuentros en Internet pretenden racionalizarlos, pero
el sentido común o el azar hacen igual de bien las cosas, incluso mejor. Stella
es lacaniana en esto: ella dice que no hay relación sexual.
Jeff en cambio cree en parte en la
relación sexual. Si no quiere hablar de matrimonio no es tanto por hostilidad a
la institución marital -incluso si evoca el matrimonio como el ruido de la
lavadora que te acoge cuando vuelves a casa-, sino porque ve una relación entre
esas dos personas fundamentalmente "mal emparejadas" diría Stella.
Entre Jeff el aventurero y Lisa la modelo, hay en la práctica un problema de
clase. Para él, Lisa es la imagen misma de la chica de lujo, la chica muy chic
de clase alta, tipo descendiente de una gran familia de la costa este. Además,
Lisa es modelo, del estilo de no dejar una arruga en su vestido o una señal de
barro en su zapato, y está filmada ella misma como una foto de moda.
El problema de James Stewart, dice
Hitchcock, es que no tiene ganas de casarse con Grace Kelly. Y en el inmueble
de enfrente, todo lo que ve detrás de las ventanas de los doce apartamentos
equipados que observa desde el otro lado del patio, son otras tantas escenas
simultáneas de todos los tipos de pareja, o lo que es lo mismo, de todos los
problemas infinitos de la pareja, del matrimonio y del amor, como también del
no-matrimonio y del no-amor.
Jimmy Stewart participa por medio de la
mirada en la vida de esos vis à vis. Así, cuando la srta. Lovelyheart en
su cena romántica para dos estando sola, levanta su copa para brindar con su
amigo imaginario, Stewart levanta también su copa. Pero el nudo de la historia
depende de esto, que Jeff observe el teatro de la pareja desde su casa, es
decir, ahí donde se juega lo que llamaré la comedia del no-matrimonio (que se
va a convertir en el drama del no-matrimonio).
Mirada y goce
Evidentemente se podría defender que si
Jeff no quiere casarse, es que ya está casado con su gran pajarito óptico que
conecta sobre su ojo. Conecta y se masturba el ojo. Lacan habla del alcohólico
diciendo que está casado con su pequeño pajarito, pero Jeff el fotografo está
casado con su gran pajarito que es el teleobjetivo. Tratándose de Hitchcock eso
no ha caído en el ojo de un ciego, el teleobjetivo es un ojo que se empalma.
Jeff no hace otra cosa que empalmarse, él goza mirando.
Planteemos la pregunta: ¿cuándo goza
Jeff? Jeff y Lisa no pasan nunca al acto sexualmente. La única cosa dura de
Jeff fuera del teleobjetivo es su yeso. Y la única escena de goce tórrido es
cuando Jeff se rasca bajo el yeso, goce altamente masturbatorio.
Ahora bien, el descubrimiento del
asesinato de la mujer de Thornwald hace cambiar la relación entre Jeff y Lisa.
Como Hitchcok destaca, hay primero una relación simétrica inversa de dos
parejas: "En la pareja Stewart-Kelly él está tumbado con su pierna
enyesada y ella es libre en sus movimientos, en tanto que del otro lado del
patio, la mujer enferma está inmovilizada en su cama y es el marido quien va y
viene".
Esa muerte se convierte en una forma del
teatro de la pareja. El crimen se vería aquí por Hitchcock como el único acto
que puede ser exitoso en una pareja. Hitchcock nos confía que experimenta
alguna simpatía por Thornwald, que no se ocupa más que de su pequeña empresa,
pequeña pero asesina, antes evidentemente de que Jeff venga a meter su nariz o
su ojo y haga que la policía le arreste. Hitchcock añade que esperaba que el
público compartiera esa simpatía por Thorwald al final de la película donde, en
el momento del careo, éste pregunta a Jeff: "¿Qué quieres de mÍ?" Ché
vuoi?, Jeff permanece silencioso.
Hitchcock le dice a Truffaut que no
encuentra nada con qué responder porque su acción no tiene justificación, ha
actuado por pura curiosidad. En cierto modo Thornwald sitúa ahí el goce de
Jeff. En esta escena Jeff da a entender que es un tipo asqueroso, concluye
Hitchcock. Quiero considerar a Jeff como un mal tipo, un repugnante voyeur
gozoso, pero no que no haya en él otra cosa que la simple curiosidad. No se
trata simplemente para él de un pasatiempo perverso, está seriamente,
enteramente implicado en lo que mira. Su relación con Lisa, la cuestión
del matrimonio es lo que sostiene su interés de mirón.
Hitchcock cuenta así cómo la pareja
ilegítima del comienzo, una pareja en crisis, se va a convertir en pareja
legítima. Hace falta que un hombre asesine a su mujer para que Jeff acepte el
matrimonio. De hecho, la situación de la pareja cambia. Lisa se convierte en el
brazo armado de Jeff, reducido a la impotencia. Ella da muestras de un valor
importante, lo que a Jeff no se le escapa. La modelo se vuelve de golpe una
aventurera. Ella también va a beneficiarse de ello. Todo se sostiene en una
historia de alianza, de ese anillo simbólico que es una alianza. Por una parte,
encontrando la alianza de la mujer desaparecida Grace Kelly encuentra una
prueba y tiene éxito en la investigación; por otro, mostrar a Jeff que tiene el
anillo en el dedo es una manera de decir que conseguirá hacerse desposar.
Hitchcock comenta esto sobriamente –"Sí, es la ironía de la
situación".
NT: La traducción al castellano del
título de la película no fue literal, obviando la característica de dicha
ventana (trasera, dando al patio).
Nota:
(1) Este texto es un extracto de la
intervención realizada por Gérard Wajcman durante la sesión de regreso de los
cárteles organizada en la ECF por Marcelo Denis (delegado de cárteles para la
ACF-IdF) y Pascale Fari (delegada de cárteles para l´Envers de París). La
version completa de esta intervención se publicará próximamente. ¡Continuará
pues!
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