COMITE EJECUTIVO DE LA NEL
2016 - 2018
CLARA MARIA HOLGUIN
Presidente
MARCELA ALMANZA
Vice-presidente
RAQUEL CORS ULLOA
Secretaria
GABRIELA URRIOLAGOITIA
Tesorera
CLAUDIA VELÁSQUEZ
Secretariado de carteles
CARLOS MÁRQUEZ
Secretariado de medios
***
NEL – Discurso de la Presidente
Gestión 2016 - 2018
Estimados miembros de la NEL,
Al modo de Alicia en el país de las
maravillas, donde todos están locos, en el país del psicoanálisis, Lacan nos
invita a construir una Escuela que, al
contrario de tener como fundamento la autoridad del Nombre del Padre, se
sostenga en el agujero en torno al cual cada uno inventa el inconsciente[1]
para desde allí autorizarse, “ser alguien”. Una Escuela que tenga como brújula
la locura de cada uno, el propio anudamiento sintomático que trata a su manera
lo imposible de la no relación.
- “¿Qué clase de gente vive por esto
parajes? Pregunta Alicia.
- Por ahí, contestó el Gato de Chesire,
vive un sombrero y por allá vive una liebre de marzo. Visita al que te plazca:
ambos están igual de locos
- Pero es que a mi no me gusta estar
entre locos, observó Alicia
- Eso si que no puedes evitarlo, repuso
el gato, todos estamos locos por aquí. Yo estoy loco, tu también lo estás.
- Y ¿cómos sabes tu si yo estoy loca?,
le preguntó Alicia
- has de estarlo a la fuerza, le
contestó el gato, de lo contrario no habrías venido aquí”
Podría decirse que la frase de Lacan que
aquí se evoca, “todo el mundo está loco, es decir, es delirante”[2],
no es solo la brújula para guiarnos en su ultimísima enseñanza o su ultimísima
práctica, sino la brújula de la Escuela Una. Allí se escucha la nota
fundamental, dice Miller, ella es inorientable, es decir no está ordenada por
el Nombre del Padre, pues “el todo el mundo”, no conduce a una segregación. El
sombrero, la liebre de marzo, el gato o Alicia, serían nombres de la locura de
cada uno, en el paraje que llamamos Escuela.
Se me invita a presidirla ¿no es acaso esto otra locura? ¿Cómo hacerlo?
La propuesta de ser vice-presidente, y
con ello la de ser presidente dos años después, tuvo para mi el efecto de un
acontecimiento imprevisto. Sin reconocerme en el lugar que me designaba el Otro y a pesar de las pruebas que había dado, no era
suficiente. Quizá como Alicia, no me gustaba estar entre los locos, o quizá no
sabía que ya estaba allí. Para mi se requería de un poco mas. Consentir al
deseo de Escuela, que no es solo el
deseo de estar en una Escuela, sino que la Escuela es mi deseo.
Inicio agradeciendo a José Fernando y el
Comité Ejecutivo, así como a todos mis colegas que alojaron este deseo que hoy
me permite estar aquí, con un saldo de no poco entusiasmo, para empezar esta
tarea.
No tengo un saber que me permita
decirles cómo se hace para ser Presidente, ni tampoco cómo se preside una Escuela
de psicoanálisis. Y así como no hay fórmula
que defina lo que es un analista, tampoco hay fórmula para presidir una
Escuela de psicoanálisis, conformada, precisamente por psicoanalistas,
des-parejados, des-cabalados, más, o menos, locos.
Que no haya una forma, ni una formación,
didáctica, no implica que la formación que la Escuela dispensa no esté
determinada por una política, que bien sabemos está orientada por lo real: “el
psicoanálisis mismo es un saber que no puede dominarse del todo, ni puede transmitirse
como un saber hacer”[3].
El momento de la NEL es privilegiado
Privilegio que pone a prueba nuestra
formación analítica. La nominación de un AE en el seno de la Escuela, pone en
acto la política lacaniana, introduciendo el vacío necesario, para que el Uno,
que no es el Uno fusional, se haga presente, como recordaba M. Bassols. Vacío
imprescindible para habitar la casa de una Escuela orientada por política del
no-todo, una Escuela femenina.
Queremos hacer de este acontecimiento,
una oportunidad y la mejor ocasión, para volver a instalar en el corazón de la
Escuela, en cada rincón donde ella existe, en sus Sedes y Delegaciones, así
como en cada uno de sus miembros, la interrogación que define la Escuela de
psicoanálisis. ¿Qué es el analista? Sabemos, que la orientación lacaniana
instala en el lugar del rasgo identificatorio, el vacío de la definición del
analista.
La presencia de un AE, garantiza que se
preserve el indecible, y con ello se renueve la definición de la Escuela, para
que, al mismo tiempo y según el deseo de cada uno, se pueda responder a ese agujero y así la formación se constituya en un hallazgo a ser
verificado por cada quien y vez por vez.
Nuestra tarea y apuesta será encontrar
la manera y los dispositivos propicios para mantener este vacío, falla de saber
que da lugar a un saber por venir. Es este el Uno que nos orienta y que
propongo como referencia permanente: privilegiar
el punto de vista analítico para todo.
Un
paso más. Lo
Uno en lo múltiple, un esfuerzo para hacer “nudo”
Si el trabajo de estos 15 años en la
Escuela, y con él, el del período presidido por José Fernando, ha posibilitado
articular la transferencia de trabajo alrededor de la orientación de la AMP,
dispuso las instancias para hacerlo posible, introduciendo cambios en el
funcionamiento y permitiendo fortalecer la experiencia de Escuela bajo el modo
de articular lo Uno y lo múltiple; lo actual de la NEL y la contingencia,
suponen otro tiempo para la Escuela, que apoyada en lo anterior y no sin ello,
permita apuntar a lo múltiple, es decir, que
lo Uno tome cuerpo y vida en lo múltiple.
Porque queremos que “el vacío SA/, no se
nebulice en un Ideal sin cuerpo”[4]
sino que nuestra Escuela sea una experiencia, pero no
solo una experiencia del Ideal, sino sobre todo, una experiencia de lo real del
goce. Se trata de que el Uno que nos orienta se vivifique. La Escuela solo existe o se hará existir en
las Sedes y Delegaciones, a través de sus miembros.
Este giro, permitirá afrontar la aporía
que lo real le impone a la formación, si asumimos que la “formación homogénea deviene imposible”: “O nos ordenamos bajo el
S1 regulatorio ideal “para todos” o se intenta “organizar la contingencia” y
alojar las excepciones.[5]
Reconociendo la lógica propia de cada lugar, así como las propuestas
locales, buscaremos que cada Sede o Delegación pueda inventar un proyecto de
trabajo acorde a su particularidad, que
orientado por el Uno de la Escuela y apoyado por el CE, facilite el camino de la formación
analítica. Nuestra
política, decía Miller, es radical en cuanto a sus principios, mas no
irrealista, en cuanto el contexto y su diversidad.
Y es gracias a esto que la Escuela acoge
los movimientos que en ella se dan y crear las condiciones necesarias para la
existencia del psicoanálisis de orientación lacaniana en la región. Si en el
sur, la geografía de la NEL se extiende, con la creación de una próxima sede de
la NEL en Santiago de Chile, en el norte, Miami, toma otro rumbo al lado de la
NLS. A los primeros damos desde ya la bienvenida; a los segundos les auguramos un buen encuentro. Las puertas
quedan abiertas para todos aquellos que perteneciendo a otras Escuelas,
inscriben y articulan su trabajo en la nuestra.
Acciones
analíticas: intensión y extensión
La
intensión
Queremos poner el acento sobre la
especificidad de la experiencia analítica y hacer que ella constituya una
brújula donde pongamos a prueba, día a día nuestra formación. La formación
verdadera es la que ignora lo que se sabe, es la que se verifica por sus efectos
en la práctica analítica y se demuestra en el pase.
Y a riesgo de incomodar, como bien
señalara Miller en el 2000, nada quedará en su lugar en esta puesta a prueba:
“se perturbará la seguridad de los AME respecto de qué es lo que nombra el
título que ostentan, se provocará a los AE para que den cuenta de aquello que
el pase demuestra de la formación en el final del análisis y después de él y se
hará que los AP interroguen lo que suponen tiene asegurado” [6]
Retomaremos los puntos candentes de
nuestra clínica, la lógica y su construcción. Entendiendo que la clínica es lo
que se hace en la experiencia analítica. “Procurar, decía M. Bassols, los medios en cada lugar de la Escuela para
estudiar y elaborar la clínica y en particular las nuevas variables de la clínica
actual, cada vez de nuevo, como si no existiera la experiencia acumulada.
Comprender mejor cuál es la especificidad de la intervención del analista ante
el nuevo real de la clínica de nuestro tiempo”[7]
Junto a los seminarios existentes
(Seminario de Formación Lacaniana –STP- y Seminario de Textos Políticos -STP-)
que retomaremos con pequeñas nuevas invenciones, para trabajar tanto en la
vertiente epistémico como política, introducimos una novedad, un Seminario de
investigación sobre la experiencia analítica, que tiene como objeto relevar el
lugar de la clínica en la formación.
La
extensión
Un camino ha sido despejado. El trabajo
que FAPOL ha emprendido será nuestro punto de referencia. Encontraremos la
manera de que el trabajo que allí desarrollan gran cantidad de miembros y
asociados de la NEL así como colegas de otras Escuelas, sea puesto al servicio
de la nuestra para que sea posible desarrollar plataformas de acción, donde se
de cuenta tanto de las políticas en el campo de las instituciones analíticas,
como en la incidencia del psicoanálisis en las políticas en la ciudad.
Dispositivos
y medios
Para llevar a cabo esta política y sus
acciones, debemos contar con dispositivos acordes a ella, que permitan vivificar ese vacío y hacer que
la Escuela se convierta en una experiencia de transferencia de trabajo.
Dispositivos que se oponen a las identificaciones que hacen masa.
El
consejo de la NEL. Será
objeto de nuestro trabajo. Queremos darle un carácter político, que sirva para
descompletar el Comité Ejecutivo y a la Escuela misma. Será un instrumento para
poner en acto el Uno de la Escuela.
El
cartel y la conversación.
Son dispositivos que en su lógica mantienen el vacío y favorecen un trabajo
entre varios, sosteniendo lo heterogéneo y la diferencia. Daremos al cartel
toda su relevancia. Para ello creamos la secretaria de carteles en un esfuerzo
para hacer que el cartel ocupe en la Escuela su lugar como órgano base, en
tanto que, dispositivo de formación y “puerta de entrada a la Escuela”.
Las
publicaciones.
Bitácora, se consolida cada vez más como la Revista de la NEL, con identidad
propia. Renovaremos The wannabe, como un medio destinado a alojar la Acción
lacaniana. A estas dos publicaciones,
agregamos una tercera, que recogerá el trabajo de las Conversaciones Clínicas.
Los
medios virtuales.
Mantendremos y reforzaremos una política que posibilite crear en nuestra
Escuela, una comunidad virtual, atravesada por lo analítico. Los medios
virtuales además de constituir la vía para hacer posible que nos encontremos
regularmente, pretenden darle existencia a la Escuela en la comunidad
psicoanalítica, pero sobre todo, tiene como objetivo crear un lazo de trabajo.
Será la buena manera de hacer uso de la tecnología.
Para ello y mucho más, tendremos que
gritar como Alicia, Presente.
- “….y el rey preguntó a Alicia.
- qué sabes tu de este asunto?
- Nada, dijo Alicia
- Nada de nada? Insistió el Rey
- Nada de nada, repitió Alicia”
Unos escribieron relevante, otros
irrelevante
Y como en el país de las maravillas,
mantendremos el sueño de que la hierba crecida susurre en los pies mientras el
Conejo Blanco pasa corriendo, y que el asustado Ratón cruce chapoteando un
estanque cercano o que se oigan las tazas de té mientras la Libre de Marzo y su
amigos comparten su interminable merienda y así, un poco locos, mas o menos,
“aguardaremos”, que no es lo mismo que esperar, que la locura de cada uno pueda
ser alojada en nuestra Escuela y de esa manera hagamos lazo entre des-cabalados
para hacer existir el psicoanálisis.
Aguardar será nuestra consigna. Como
señala L. Gorostiza[8], se trata de
aguardar con coraje y serenidad para hacer posible el sueño de la Escuela Una:
“apostar activamente a que un efecto de discurso, el analítico, prevalezca
sobre los efectos de identificación a un grupo constituido” Nuestra
responsabilidad como miembros es la velar para que esto no suceda.
Termino, agradeciendo el apoyo de las
instancias de la AMP, su flexibilidad y compromiso con la causa NEL. La
contingencia nos privó en esta ocasión de la presencia de nuestro muy querido
presidente de la AMP, Miquel Bassols, quien nos ha acompañado paso a paso en
esta construcción. Sin embargo, y como
solemos hacer con la contingencia hemos encontrado cómo sortearla y de la mejor
manera, contamos en esta ocasión con una representación notable, Flory Kruger,
presidente de FAPOL y Angelina Harari, Vice-presidente de la AMP.
Agradezco también al próximo Comité Ejecutivo, que en su diversidad,
hace resonar lo múltiple de la Escuela por el decidido respaldo a proseguir en
el empeño de hacer Escuela, porque como dice E. Laurent, nos pasamos pensando
la Escuela, teniendo crisis en la Escuela y recreado la Escuela. En efecto, es
así, no hay otra solución, hay sólo el deseo de la Escuela.
Con esta notas, abrimos la conversación,
entre el CE y Uds. Comité Ejecutivo y ustedes, que son los miembros de la NEL,
esperando que esta sea permanente.
Muchas Gracias
Clara M. Holguin
Octubre 20 de 2016
Notas:
[1] Stiglitz, G.
Caldero de la Escuela. Nueva serie. No 24. Publicación de la Escuela de
orientación lacaniana. 2015, pág. 8.
[2] Lacan, J. Peut-être à
Vincennes, Autres Écrits, p. 333.
[3] Tarrab, M. http://www.wapol.org/es/acercaamp/Template.asp?Archivo=escuela_una/documentos/ocho_textos/tarrab.html
[4] Documentos del
comité de acción.
AMPhttp://www.wapol.org/es/acercaamp/Template.asp?Archivo=escuela_una/documentos.html
[5] Tarrab, M. http://www.wapol.org/es/acercaamp/Template.asp?Archivo=escuela_una/documentos/ocho_textos/tarrab.html
[6] Miller, Informe
delegado general de la AMP. 2000.
[7] M. Bassols. Discurso. XIV Asamblea de la AMP.
http://wapol.org/es/articulos/TemplateArticulo.asp?intTipoPagina=4&intPublicacion=26&intEdicion=1&intIdiomaPublicacion=1&intArticulo=2732&intIdiomaArticulo=1
[8] Gorostiza, L.
Caldero de la Escuela. Nueva serie. No 24. Publicación de la Escuela de
orientación lacaniana. 2015, pág. 39.
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