31 de maio de 2012
Entrevista a Jacques-Alain Miller - Ñ Revista de Cultura
30/05/2012
Qué decimos al decir Lacan
La desorientación masculina, la recepción de Lacan en Oriente y especulaciones sobre por qué las mujeres sostendrán la práctica analítica de este siglo, en un diálogo exclusivo con el psicoanalista francés Jacques-Alain Miller.
POR Pablo E. Chacon
El desorden de lo real es la propuesta para el IX Congreso de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP) que tendrá lugar en París, en 2014.Jac-ques-Alain Miller es el albacea de los textos y el archivo de Jacques Lacan. Y quien está ordenando y estableciendo sus seminarios. En esta entrevista exclusiva con Ñ, realizada durante su reciente visita a la Argentina con motivo del VIII Congreso de la AMP, Miller descubre por qué las mujeres seguramente sostendrán la práctica analítica en el siglo XXI, se refiere a la desorientación masculina, poco menos se disculpa de no haber visto la película Shame y explica qué quiere decir cuando dice “real”, concepto acaso tan difícil de atrapar como el de goce femenino.
-El orden simbólico no es más lo que era. ¿Podría decir qué era y lo que será?
-La declinación del orden simbólico no es un axioma del psicoanálisis. Los cambios se constatan, están en todos lados. En la actualidad, hay otra idea de familia, otra práctica, otros conceptos. El de hoy es un nuevo mundo. La función del padre no es la de antes. Eso se dice desde la Revolución Francesa. No hay que olvidarse que se le cortó la cabeza al rey. Y que la Revolución Industrial fue otro punto de inflexión. Es cuando empieza a hacerse sentir el poder del capitalismo, los efectos que Karl Marx describió tan bien: hacer desvanecer lo que parecía estable, inmóvil. Entonces podría decirse que el padre ya no tenía la gloria social y legal anterior. Y con una cierta igualdad de condiciones que la revolución favorece, la idea del pater familias, que viene de la Roma antigua, se encuentra recortada. Balzac, en sus novelas, señala la caída de la imagen paterna a mitad del siglo XIX.
-En “La mujer de treinta años”, en “Papá Goriot”…
-Exactamente. La paternidad, en esa novela, está degradada. Y eso pareciera que cada generación lo redescubre. Un siglo después, Hannah Arendt escribe un artículo sobre la declinación de la autoridad en los Estados Unidos. Esto es parte del derrumbe progresivo de un orden simbólico que era fuerte, antiguo. Lacan, que formalizó el Edipo, a la vez dijo que –como está jugada– en la historia contemporánea el padre no tendría siempre la dirección del show, del espectáculo. Eso no podrá mantenerse. Y en eso estamos. Lo vemos en los casos clínicos. Ahora, el padre y la madre son iguales en las decisiones fundamentales que toma un analizante. Pero siempre puede decirse que los símbolos son semblantes o construcciones: es una construcción nuestra idea del tiempo, del espacio, de la política, etcétera; construcciones que empezaron, y que pueden terminar. Eso lo desarrolló Ludwig Wittgenstein con los juegos de palabras. De otra manera también lo hizo Michel Foucault. Y de otra manera Ian Hacking. Se trata de representaciones simbólicas que se mueven, al contrario de lo real, que queda en su lugar. Pero creo que debemos avanzar en la idea de que lo real también está tocado. Ese es el paso.
-Lo real está tocado por la técnica
-Por la técnica, porque la técnica se metió con lo real, con eso que parecía fuera de nuestra acción, de nuestras posibilidades. Pero la civilización ha penetrado en la fábrica de lo real. La prueba misma es que podemos hacer desaparecer el planeta con una bomba. Podemos destruir la naturaleza. Alterar el clima. Y ahora, hasta cambiar la especie humana, como piensa el filósofo alemán Peter Sloterdijk; cambiarla por una especie de superhumanidad… lo felicito por su optimismo. La cuestión es que se ha logrado entrar en una zona completamente desconocida. Eso tiene consecuencias para pensar a nivel de la experiencia analítica. Lacan lo ha pensado mucho en la dimensión simbólica. Pero a nivel de lo real, de lo que resiste a la simbolización, queda algo que es superreal. No es un límite absoluto. Eso se condensa más y más. Pero se percibió bajo el rostro de la destrucción. Pasar de las “guerras amables” entre ejércitos a la destrucción masiva de poblaciones civiles… eso es imparable. El movimiento mismo de la ciencia parece el espectáculo de la pulsión de muerte en acción. Pero tratemos de decirlo de manera menos romántica: se ha tocado lo real.
-¿Cómo saberlo, cómo detectarlo?
-Bien, la idea más sofisticada de lo real en la física matemática es la mecánica cuántica. Y hasta hoy, los físicos y los filósofos se pelean para saber de qué real se trata en esa mecánica. No hay acuerdo. Eso disgustaba a Albert Einstein. Pero es un terreno fecundo para las ideas barrocas. Porque no se entiende qué cosa es ese real que se ha descubierto.
-Es como si no fuera nada.
-Algo así. Se pensó que podían ser los átomos. Hasta que se descubrieron partículas subatómicas. Nadie está tranquilo con lo real actual. Antes existía el materialismo. Se decía: es la materia. Sin embargo, la materia es muy distinta de lo que pensaba el materialismo del siglo XVIII, o el materialismo de Marx o el de Lenin. Eso tiene consecuencias para pensar nuestro real en la experiencia analítica.
-¿En qué sentido?
-Lacan formalizó el inconsciente como un tipo de sistema. La idea era la de un real científico. Haciendo grafos, mostrando, a partir de una serie azarosa de signos, cara y ceca de una moneda, se obtiene una serie azarosa. Y ha mostrado también que agrupando los símbolos se veía surgir una ley. Las posibilidades eran esas: una, dos, nunca ninguna de las dos, repetición. Esa fue la denotación de Lacan. El inconsciente era a nivel de esa ley: cómo los significantes se encadenan, la llamada asociación. Lacan demostró cómo se podían ordenar los casos de Freud, según ese tipo de conexión, entre unidades significantes. Eso es el inconsciente freudiano. Lacan definió el inconsciente, en cambio, a nivel de esa serie azarosa. En esa serie no se puede saber cuál será el próximo símbolo porque existe la contingencia.
-¿Y en análisis?
-Lo que se produce de más íntimo en un análisis, es que nadie puede saber nada con anticipación; la idea de la ciencia justamente, es que todo se puede saber con anticipación, se puede prever, y que con una ley se puede decir “esto es posible”, “esto es imposible”. Si se piensa el encuentro entre dos seres a nivel sexual, por ejemplo, no hay una ley previa, no hay un programa; los animales sí lo tienen. Pero para la especie humana, a ese nivel, hay una parte del programa que no está escrito. Es lo que Lacan nombra ausencia de proporción sexual. Hay un agujero en lo real. Lo real del sexo, en la especie humana, no dice nada; existe la contingencia, el encuentro, la invención, la construcción, los semblantes: el matrimonio, en algunas culturas es una sola mujer, en otras culturas son cuatro, en otras una más, tres escondidas. Cada cultura tiene su originalidad. Pero no se encuentran perros que copulen de una manera en China y de otra en la Argentina. En la naturaleza existe una constancia.
-¿Ninguna constancia para el viviente?
-Lo que parece una ley general es que los primeros encuentros con el goce del cuerpo dejan marcas que no se borran. Eso es muy curioso. Porque esos encuentros son azarosos. En las estructuras clínicas, el encuentro con el goce es algo desmesurado, no previsto. En general, es traumático y deja una marca. Debajo de las conexiones significantes se puede encontrar ese punto. Y se debe encontrar. No se puede deducir.
-Una curiosidad… ¿usted vio la película “Shame”? Se cuenta una historia…
-Ni se le ocurra contármela, la voy a ver. Algo escuché de una adicción al sexo. En principio, recomiendo leer el último número de la revista Registros, dedicado a los hombres. Está muy bien, y es muy divertida. Los hombres son los antiguos amos, caídos, degradados. Por la emergencia de las mujeres. Y aunque esto es relativamente reciente, los antiguos amos se encuentran desorientados. Los hombres no se ubican bien frente a la femineidad emergente, que reivindica un cambio en muchas categorías. La cultura está armada para controlar el goce femenino, que es incontrolable. Pero desde el comienzo de la civilización, ése era un factor que había que dominar, encuadrar, controlar. Pero cambiaron los tiempos. El diablo ahora saltó.
-¿El diablo?
-El goce femenino, sí, que tiene el poder de perturbar todas las categorías. Las culturas pueden pensarse como maneras de encajonar al goce femenino. Sin éxito. Se feminizan las profesiones. ¿Y por qué habría que resistir la feminización? Seguramente las mujeres sostendrán la práctica analítica en el siglo XXI. Lacan decía que las mejores analistas eran las mujeres. Y también las peores.
-¿Qué piensa usted de la sociedad del espectáculo que teorizó Guy Debord?
-Debord era una manera de tratar la vida cotidiana como hecha de semblantes. Pero terminó suicidándose. Supongo había encontrado algo que no era espectáculo.
-Lo real…
-Puede suponerse. A veces, los espíritus más ágiles, los más irónicos de una generación, terminan aplastados. Se los traga algo bajo la frazada. Eso es el saber del analista. Cuando sabe que puede venir el hombre de negocios más exitoso, y en el consultorio mostrar otra cara.
-Hubo mucha gente, como nunca, en el Congreso de la AMP.
-Fue una alegría ver tanta cantidad de gente, tantos jóvenes. ¿Qué decir? Que hay una llamada posible al psicoanálisis para responder a los trastornos contemporáneos. Y creo que a medida que la sociedad de control se refuerza, los impasses que provoca le han dado al psicoanálisis una nueva urgencia, ya sea a nivel terapéutico o del pensamiento.
-¿Su opinión sobre las nuevas tecnologías de comunicación?
-Es fundamental, positiva. Hace años, cuando se introdujo internet en nuestros intercambios, en 1994, recuerdo haber escrito una intervención en el avión que me traía a Buenos Aires, diciendo que íbamos a ver tres edades en la AMP. Escribirse cartas, mandar postales. Eso no permitía la vida de una asociación mundial. Era demasiado lento. Después, la segunda edad: el fax, que permitió crear la Escuela Europea de Psicoanálisis. El fax permitía incidir sobre un número de grupos y secciones de España e Italia con cierta rapidez. Con el correo electrónico tuve la impresión (que antes no tenía) de que era el instrumento que iba a permitir crear la AMP. Además de permitir publicar sin las limitaciones del papel. Eso no se hubiera podido decir antes de estas nuevas tecnologías.
-¿Por qué el psicoanálisis tiene mayor repercusión en los países católicos que en los protestantes?
-Siempre fue así. Lacan era escuchado en Francia con muchas dificultades. Y tuvo algunos alumnos en Bélgica y en Italia. Dos veces estuvo en España pero entonces los españoles no iban a analizarse a París. El fin del franquismo político ocurrió después de la muerte de Lacan.
-¿Y los argentinos?
-Lacan conoció a Oscar Masotta. Me lo presentó como “mi discípulo, mi alumno”. Pero es en 1978 que llegan a París los primeros argentinos para ver a Lacan. Ese movimiento recién empezaba y Lacan se estaba muriendo. Los argentinos que habían viajado eran Roberto Harari, que fundó Mayéutica; Jorge Chamorro, que está en la EOL, otros… Pero el encuentro decisivo, para mí, fue el que tuve con Diana Rabinovich, que me convenció de ir a Caracas, donde estaba exiliada. Estuve por primera vez en América latina en 1979, y conocí la importancia que tenía Lacan en el mundo latino. Fue la ocasión para descubrir otro mundo del cual no tenía idea. Y pensé que Lacan también podía conocerlo. Aceptó de inmediato, y a pesar de su edad, estuvo en Venezuela en 1980. Esa es una historia de países católicos, de cultura latina. En Alemania hay algunos grupos interesados en Lacan, desde el punto de vista intelectual. En Estados Unidos es apreciado en las universidades, por filósofos, críticos literarios, por los estudios culturales. Pero casi no acceden a su práctica cínica… por la cultura, el tipo de desarrollo, el estilo. Existen algunos grupos, pero casi como un fenómeno marginal. Europa del Este estaba congelada. Y cuando las cosas se abrieron, llegó la IPA (International Psichoanalytical Association) primero. Sin embargo, tenemos alumnos y analizantes en Rusia, y en los países bálticos, aunque allí también es muy fuerte la impronta norteamericana, que se opone a la clínica de lo singular. Estamos activos igual.
-¿Y en Oriente?
-Japón era un interés de Lacan. Los psiquiatras han traducido muchos seminarios, pero el país sigue siendo un enigma. El otro misterio es China, donde Lacan circula mucho. He tenido varias ofertas para viajar. No lo haré todavía. Seguro más adelante, por interés cultural, por saber cómo se transmite a Lacan. Hay analistas lacanianos que funcionan muy bien, se han formado en París.
-En China, tengo entendido, el individualismo no existe.
-Es cierto. Y tampoco en el psicoanálisis. Pero también es cierto que el capitalismo está en tensión en ese país comunista, y son los líderes de nuestro tiempo. Claramente existen fallas. China no parece ideológicamente estable. Por eso supongo que en las condiciones actuales, las autoridades no permitirían sino un psicoanálisis dócil al encuadre social y legal. Eso puede cambiar en el futuro. De hecho, cuando empecé la campaña para la liberación de la psicoanalista siria Rafah Nached, en el ministerio de Relaciones Exteriores de mi país me dijeron que lo más útil sería tener firmas de los últimos países amigos de Siria, entre los que estaba China. Y los diplomáticos no creían que eso fuera posible. Pero logré que algunos chinos firmaran un petitorio por la liberación de Rafah, si bien en términos generales, protocolares. Es una buena señal. Y demuestra que cuando todo es controlado por un partido, ciertas cosas empiezan a moverse lentamente. Por supuesto, si Lacan entrara en China, lo van a desear sin sal, querrán un Lacan “chino”.
-¿Cómo sería un Lacan “chino”?
-Hay que permitirles hacerlo. En principio, creo que quieren aprender de Occidente para desarrollar una vía “china” a Lacan. Pero para Lacan sería lo mismo. Si se apoderaran de su pensamiento, aprenderán qué pensaba Lacan, sus zonas inasimilables. El se interesaba mucho por el pensamiento de la antigüedad china. En ese punto Lacan también fue un adelantado.
Fuente: http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/decimos-decir-Lacan_0_707329274.html
Lo infantil en el diván - Patrick Monribot
Si no hay ningún contratiempo en la imprenta, esperamos contar en la librería del Forum 3 de Sevilla con la aportación del ICF-Granada al mismo.
Será bajo la forma de un sexto breviario que, especialmente editado para esta ocasión, recoge el trabajo de
Patrick Monribot que lleva por título: La infancia en el diván. La cura del pequeño neurótico
Será bajo la forma de un sexto breviario que, especialmente editado para esta ocasión, recoge el trabajo de
Patrick Monribot que lleva por título: La infancia en el diván. La cura del pequeño neurótico
Este sexto breviario inaugura la colección "Jacques Lacan" y son coeditados por la Editorial Universidad de Granada y el Instituto del Campo Freudiano de Granada.
Dibattito on line verso il X Convegno SLP
Tra il molteplice e l'Uno c'è la psicoanalisi
Raffaele Calabria
In un'epoca in cui l'Altro è inesistente, ove domina un nuovo ordine simbolico fragile, disorientante e complesso, la molteplicità delle identificazioni appare un buon rimedio alla instabilità del vivere. Direi anzi che tale molteplicità dà, in alcuni momenti, proprio un carattere di maggiore sollievo e sopportabilità alla vita stessa. E' in fondo il molteplice che si offre come una certa garanzia affinché il godimento dia quel sapore necessario all'alito vitale che è in ciascuno di noi. Forzando un po' le cose, arriverei a dire che la molteplicità è il nuovo luogo dell'Altro, la nuova forma con cui l'Altro si presentifica non più, però, con le sue modalità stabilizzanti e rassicuranti con cui aveva funzionato finora. E' un Altro diverso, sorprendente e destabilizzante, affascinante e terrorifico, familiare e perturbante, stimolante e ingannevole al tempo stesso. Il nuovo ordine del mondo sembra essere: accogliere la molteplicità, accettare la pluridifferenza, convivere con la moltitudine, farsi attraversare dal nuovo per sapersi adattare nelle situazioni più diversificate. E' il tentativo, estremo, di rompere con l'abitudine e l'oblio, “segni (dice Lacan nel suo Discorso sulla causalità psichica- Scritti p. 176) dell'integrazione nell'organismo di una relazione psichica”, per dare all'uomo un habitus per ogni occasione e una memoria onnicomprensiva e sempre efficiente.
Le lamentazioni che riceviamo nei nostri studi sono indice, invece, che questo “Altro molteplice” non funziona, non riesce a contenere la dilagante e generalizzata “ansia” che pervade l'uomo moderno e, soprattutto, non frena ma alimenta un godimento che trasborda la sua dialettica con il piacere e invade in maniera mortifera l'intera maschera personologica che ci rappresenta nei legami sociali. E' la vita stessa che diventa allora un sintomo, un immenso ed insopportabile sintomo con cui si è in impari lotta e, dunque, si soccombe. E l'energia libidica, abbagliata e frammentata nei suoi numerosi investimenti oggettuali, si ritira malinconicamente sull'Io in un processo di progressivo depauperamento dell'inconscio stesso.
Quale l’offerta della psicoanalisi in questa contemporaneità che si profila con all’orizzonte “un grande disordine nel reale”, titolo che Miller ha designato per il prossimo Congresso AMP? Non l’Uno dell’amore, di aristofanea memoria, che ancora una volta promuoverebbe una ormai inconciliabile e fallace ricompattazione identificatoria, attraverso suggestive ricaptazioni narcisistiche, ma l’Uno del godimento sotto la forma di quel nucleo di intrattabile di cui ci ha parlato Francesconi. E’ l’oggetto a di Lacan, quel resto inaggirabile quando si intraprende la strada del desiderio dell’Altro, quando si incontra un desiderio Altro che permette il rimaneggiamento delle identificazioni alla ricerca della singolarità originaria in ciascuno di noi.
E' la strada che Freud ci aveva già indicato con lo schema (per me a lungo di difficile lettura) posto al termine del capitolo 8° dello scritto “Psicologia delle masse e analisi dell'Io” (vol. 9° p. 304) e commentato in maniera illuminante da Lacan nell'ultimo capitolo del Seminario XI°.
Se il molteplice ci offre l'illusorio stato di presenza di autonomia d'iniziativa del singolo, all'interno di un'appartenenza massificata sotto un unico discorso scientifico (una specie di nuova dittatura), solo l'operazione psicoanalitica, attraverso la scoperta (da fare caso per caso) dell'inconscio e la separazione tra ideale e oggetto a, può trasformare la inibente sofferenza individuale in una particolare creatività soggettiva.
30 de maio de 2012
Serata per Carlo Viganò
“La scuola, dieci anni dopo:
Una riflessione a partire dal contributo di
Carlo Viganò”
(venerdì 8 giugno 2012- Hotel Europa Via Boldrini,11- Bologna)
Coordina: La presidente della Slp Paola Francesconi
Ore 21.00-22.00 Contributi pet ricordare la figura ed il ruolo di
Intervengono: Matteo Bonazzi, Raffaele Calabria, Riccardo
Ore 22.00 -23.00: Discussione dalla sala
...”A Carlo con stima e riconoscenza per il contributo alla storia
del
Campo Freudiano in Italia”…
Conversation UFORCA du 30 juin "A l'écoute des autistes"
Conversation UFORCA pour l’UPJL
En fichier joint vous trouverez le bulletin d’inscription et l’affiche de cette conversation animée par Jacques-Alain Milleret qui se déroulera à Paris le 30 juin.
Le Point du Jour 30
Veuillez trouver ci joint en pdf, Le Point du Jour, apériodique, N°30, qui reparaît en vue des prochaines Journées de l’ECF, “Autisme et psychanalyse” des 6 et 7 octobre 2012.
Les textes de cette semaine se situent sous le signe de la rencontre, rencontre qui de “se fier à l’improbable” conduit à se confronter à l’angoisse. Lacan a appelé ceux qui s’occupent des « fous » à ne pas reculer devant cette angoisse. S’orienter de son enseignement permet à chacun de trouver “quelque chose à leur dire”.
Aujourd’hui Daniel Roy, sous le titre « Qu’appelons-nous l’abord clinique de l’autisme ? »avance : « L‘abord clinique de l’autisme prend appui sur la rencontre » à rebours des méthodes autoritaires de conditionnement.
Retrouvez tous les numéros du Point du Jour sur le site de l’ECF : http://www.causefreudienne. net/index.php/agenda/ evenements/le-point-du-jour-1
Inscriptions en ligne aux Journées: http://www.causefreudienne. net/liste-des-evenements.html
Lacan Cotidiano 209 (selección de artículos) en español
• ECOS E INFORMACIONES I •
La carta del Sr. Jean-Marc Ayrault,
actual Primer Ministro de la República francesa
al Dra. Carole Dewanbrechies-La sagna
Secretaria general de UFORCA
• CRÓNICA •
BALTIMORE 5h DE LA MAÑANA
LOCURAS DEL DSM A TRAVÉS DE LA PRENSA USA
por Pierre-Gilles Guéguen
PARA LEER LAS TRADUCCIONES DE NUMEROS ANTERIORES:
ORLAN ARTE CARNAL O CUERPO OBSOLETO
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LACAN QUOTIDIEN N°217
Lien vers Lacan Quotidien n°217 :
L'ENFANCE SOUS CONTRÔLE
Miquel Bassols
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PÉTITION INTERNATIONALE
POUR L'ABORD CLINIQUE DE L'AUTISME
à l'initiative de l'Institut psychanalytique de l'Enfant
(Université populaire Jacques-Lacan)
>>Depuis le 16 février,
jour de la mise en ligne de la pétition,
12118 signatures ont été déjà recueillies
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ÉCHOS ET INFORMATIONS
Le soleil de Juin à Ramtha
Maryvonne Bargues
BABEL
Research and Punish :
Ethics today
by Éric Laurent__,_._,___
Dibattito on line verso il X Convegno SLP
La promessa di felicità
L’essere umano ricerca la felicità, ci dicono anche Freud e Lacan, ma farsi garanti che troverà il suo bene già pronto e adeguato a lui, si configura come “ una sorta di truffa”. 1
Questa è invece la promessa che , facendo della felicità un diritto codificato, sancisce l’aspettativa di ottenerla, purché incasellati nei modi di una classificazione sempre più minuziosa. Lì si scruteranno le deviazioni dalla norma indicata come ottimale e si applicheranno le correzioni opportune. Questo vale per lo sviluppo del bambino ancora infans, per l’apprendimento scolastico dei ragazzi, per la cosiddetta socializzazione, per le angosce della maternità o le difficoltà della posizione paterna. Anche la scienza medica da il suo avallo a questa visione. Spesso non è nemmeno necessario che il medico si “chini” sul lettino del paziente, lo tocchi con la sua mano, ne senta il corpo. E’ sufficiente che legga i fogli dei referti per prescrivere poi le cure indicate per quei valori. Dall’incontro medico-scienza il paziente è forcluso e ritorna spesso con nuovi e più tristi sintomi anche nel corpo.
L’invito sociale pressante è ad accettare la classificazione ufficiale e la riabilitazione per i devianti verrà poi da sé. Ma il soggetto bambino,adolescente, adulto, schiacciato nella possibilità di mettere in parola la questione che lo muove nell’esistenza , produce senza posa nuovi modi del dolore e del sintomo. Il corpo si devasta,terreno da distruggere perché l’altro non trovi in esso nessun oggetto di godimento, le relazioni divengono via diretta alla morte perché lo specchio dell’immagine prescelta non deve muoversi dalla sua casella. Un universo concentrazionario, come notava Lacan, prende il posto di ciò che umanamente può supplire all’inesistenza del rapporto sessuale e cioè l’accoglimento del caso, della contingenza che permette l’invenzione , l’arrangiamento singolare.
Questa infatti è la via che indica la psicoanalisi, veramente altra dalla fruizione di diritto dei beni del consumo fisico e psichico, che il mercato espone numerosi. L’uomo ricerca la felicità, ma nel suo percorso assolutamente singolare incontrerà la solitudine della responsabilità, la derelizione della mancanza costitutiva dell’essere sul cui bordo avrà da cercare un accomodamento, fuori da ogni spiegazione consolatoria. L’analista lo sa bene. L’analisi infatti è la traversata delle identificazioni che nel fantasma hanno strutturato il godimento marcato all’origine dal significante, che ha segnato il corpo pulsionale. Non per arrivare alla lettera ultima, che farà coincidere il soggetto col godimento, ma per indicare piuttosto che esiste una via possibile di supplenza per la mancanza costitutiva al nucleo dell’essere. 2
In questo percorso esclusivamente singolare consiste l’aspetto profondamente sovversivo della psicoanalisi, che soltanto nelle sue derive di divulgazione psicologizzante ha potuto essere tacciata di strumento di “normalizzazione borghese”.
Nel percorso analitico piuttosto c’è la progressiva caduta di ogni Ideale, anche socialmente accettato, e di ogni identificazione proposta come normativa e foriera di successo, foss’anche la più umanitaria. Nell’analisi si presenta quel margine terribile di libertà rimasto al soggetto nelle “maglie della struttura” 3 per rendere vivibile il godimento, che lasciato a se stesso non può che ripetersi mortalmente, oltre ogni prescrizione comportamentale o superegoica.
Ma l’essere umano che , secondo Freud, nel percorso della civiltà ha già abdicato alla libertà pulsionale per la sicurezza nel sociale, è tentato di ripetere in ogni individuo la stessa rinuncia alla soggettività paurosa, nel miraggio del godimento illusoriamente prospettato come diritto eguale per tutti. E’ questa la difficoltà della psicoanalisi in ogni tempo e più ancora oggi, che le attira l’avversione di molti, nel presentare “i due principi tanto penosi per il narcisismo, l’importanza della sessualità e l’inconsapevolezza della vita psichica. (La psicoanalisi) infatti non li afferma astrattamente, ma li mostra mediante un materiale che riguarda personalmente ogni singolo individuo, costringendolo a prendere posizione di fronte a questi problemi.” 4
A cedere cioè qualcosa del godimento per portare avanti il desiderio singolare. L’analista sa quindi che la sua posizione clinica è anche eminentemente politica. L’ analisi infatti, impegnandolo dovunque si trovi ad operare non lo esonera,ma al contrario lo accompagna sulla soglia dell’atto.
1- J. Lacan , L’etica della psicoanalisi, Sem. VII, p.247
2- ,Il Sintomo , Sem. XXIII,ed. Astrolabio
3- J.A. Miller , I sei paradigmi del godimento, La Psicoanalisi n. 26, p.54
4- S. Freud , Una difficoltà della psicoanalisi, (1916) in Opere vol.8., p.664, ed. Boringhieri
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