Un texto de J-A Miller, que salió
republicado en el prestigioso diario Argentino Página 12, y que fue extraído del
ultimo numero de Revista Enlaces ,Psicoanálisis y Cultura N°19.
Viernes, 2 de mayo
de 2014 |
Hoy
PSICOLOGIA › LO QUE EL
OTRO NO SABE
“No creo engañar a mi marido”
Por Jacques-Alain
Miller *
Una
joven tiene un amante. Lo explica en el análisis: “De hecho, yo no tengo la
impresión de que engaño a mi marido. Lo que él no sabe, para él no existe. Sólo
existe para mí”. Dicen que están los hechos, y Lenin agregaba que son tercos. Y
bien, no es tan así. Sólo existen los hechos que son dichos. ¿Qué es un hecho
que no se dice? Esta joven divide su vida entre dos mundos. En uno, el amante
existe. Es un mundo que sólo ella conoce, con el amante y con el analista. Y es
un mundo muy estrecho ya que las aventuras son breves y las sesiones de análisis
son pocas y cortas. ¿Qué valor tiene este mundo al lado del otro, el de su vida
cotidiana, con marido, hijos, padres, compañeros de trabajo? El mundo del
amante, si apenas puede existir, existe en un paréntesis, es una balsa bogando
en el océano de su vida.
Dirán:
tiene mala fe, lo sabe y no quiere saberlo. Pero no. Lo importante no es lo que
ella sabe o no. Lo que importa es que el otro, en cambio, no sabe. Porque lo que
el otro no sabe, no existe. Para el marido, la familia, el discurso común, el
amante es como si no existiera. El otro no es el Dios que examina su mente y su
corazón, que lo ve todo, lo sabe todo. Es un otro perforado, con un hueco, un
punto ciego. Y es ahí precisamente donde habita el deseo.
Hable
usted de cualquier cosa y la hará existir. El problema atormenta a los filósofos
desde siempre: el no ser no es, por supuesto, pero al nombrarlo, ¿no se le
confiere un ser? Entonces, callar algo es hacerlo desaparecer. Un escritor, un
artista, un político lo saben.
Es el
principio de Madison Avenue, donde habitan los Mad Men en Nueva York: “La mala
publicidad no existe”. Preste atención: cuando hablamos de un producto, bien o
mal, lo hacemos existir.
Por lo
tanto, el sujeto es sincero cuando miente. Separa los dos mundos y se divide a
sí mismo según esté en uno o en otro. Sin embargo, sucede que un personaje del
mundo común logra introducirse por efracción en su mundo íntimo. Es un horror.
Intenta expulsar al intruso. El insiste. Se instala. Al poco tiempo, usted está
obligado a volver al mundo común. Su ontología se desmorona. Lo que no existía
es expuesto a todos. El no ser es, absolutamente. El hecho, pasado al dicho,
será terco. La marca se quedará. Y su ser quedará atrapado
allí.
*
Miembro de la Ecole de la Cause Freudienne (ECF). Creador de la Asociación
Mundial de Psicoanálisis (AMP). Artículo publicado en la revista Enlaces,
Psicoanálisis y cultura, Nº 19.
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