El miedo es un síntoma clásico en la infancia. Desde el caso Hans – uno de los cinco grandes psicoanálisis freudianos – el miedo ha quedado ligado a la angustia, como su tratamiento. El miedo es un modo de tratamiento de la angustia. Eso nos enseña la fobia freudiana. De ahí que los miedos esté escrito en plural y la angustia en singular. Porque de ella es muy difícil hablar. Es difícil de localizar. Pero es índice de que algo no anda. De los miedos, en cambio, se habla mucho, varían con las épocas, son cambiantes.
Hoy ya no siempre vemos las clásicas fobias freudianas y llegan al consultorio del psicoanalista niños tomados por la angustia y que no poseen el recurso de la fobia para tratarla.
Es dónde la psiquiatría moderna nada como pez en el agua. A la angustia se le responde con medicamentos específicos para la angustia. Cada vez más potentes y mejores. Pero lo que no se dice, es que eso tapa la boca del niño. Única posibilidad de que él pueda saber de qué sufre y de que los adultos – incluido el analista - puedan ayudarlo.
Cuál es la respuesta del psicoanalista? Es la opción psicoanálisis o psiquiatría una verdadera opción?
Estos son los puntos que nos dedicaremos a explorar.
Gustavo Stiglitz
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