31 de agosto de 2011

[nel-debates] Boletín Anudamientos N° 7


Anudamientos 7

En éste número se presenta una ilustración de por qué la institución carcelaria, creada con el objetivo de excluir al delincuente para corregirlo y resocializarlo, ha llegado al cenit de su fracaso en cuanto a lo que justifica su existencia en nuestro tiempo. En la institución carcelaria, como quizá en ningún otro lugar de la civilización, se revela de manera patética hasta qué punto ha llegado la desarticulación del orden simbólico y las consecuencia que ello tiene en lo que respecta a la aplicación y el cumplimento de la ley. Una de las formas como históricamente empezó a revelarse de manera concreta la inconsistencia del Otro de la ley, fue con la sustitución de la función expiatoria del castigo por su fin correccional. Acontecimientos como los sucedidos en la cárcel el Rodeo I y II de Caracas, nos indica que ya la cárcel ni siquiera cumple con su fin correccional, pues desde allí se extorsiona, se manda matar, se amenaza y ordenan secuestros.

Héctor Gallo

NEL-Medellín

LEY-VERSION o EL RODEO DE LA LEY

En Venezuela existen 30 cárceles con capacidad para recluir a 12.500 presos, pero albergan cerca de 49.000. Durante este mes, dos de estos penales —el Rodeo I y II— han conmovido a la opinión nacional, pues se han registrado violentos enfrentamientos entre jefes de los reclusos, buscando el control entre la población penal e intentando evitar que los militares ingresen a requisar. Los cabecillas mantienen el terror dentro del Rodeo II, tienen en su poder diversas armas de guerra e impiden que salgan de sus celdas 1.500 internos.

La virtualidad ejerce sus efectos sobre el orden simbólico. En Facebook se observan fotos subidas por los reos, mostrándose en una celebración de Año Nuevo dentro del penal, donde festejan con costosas bebidas importadas. Recientemente se leyó en la prensa nacional que uno de los cabecillas logró escapar en una lujosa camioneta, llevándose una importante cantidad de armas, dinero en efectivo y drogas.

Ante la inconsistencia del Otro, ¿dónde haya respuestas el ciudadano común que se pregunta por el funcionamiento de los reguladores simbólicos? Aquel que ha vivido en carne propia o conoce a alguien cercano, a quién han llamado desde las mismas cárceles pidiéndole dinero, que ha sido sobornado e incluso amenazando con secuestro, se ve sumido en una angustiante incertidumbre dada la inconsistencia del Otro de la Ley.

Muchos de nuestros ciudadanos, viven un nuevo malestar: salen de sus trabajos y regresan a sus hogares-enrejados cual prisión, por temor a caminar por las calles libremente o ir a los cines, donde en los últimos meses se han registrado asaltos masivos una vez iniciado el film. Queda la sensación en la población de que, por el momento, el desborde de la violencia urbana propiciada por la delincuencia común no tiene solución.

De acuerdo con lo dicho hasta aquí, cabría preguntarse, orientados por el psicoanálisis de orientación lacaniana ¿qué permite que sucesos como los de El Rodeo ocurran: acaso una variante simbólica que podríamos llamar Ley-versión?, ¿Estará cobrando un nuevo matiz la observación de Lacan “El súper-yo tiene relación con la ley, pero es a la vez una ley insensata, que llega a ser el desconocimiento de la ley?... El súper-yo es, simultáneamente, la ley y su destrucción[1] R. Seldes retoma esta cita y destaca a partir del súper-yo “la alienación extrema en lo simbólico… la ley insensata que entraña un agujero de justificación[2]. Función sin límites que empuja a éste particular vínculo entre Ley y goce.

Cuestiones como la sucedida en el Rodeo, nos conmina como psicoanalistas, de un lado, a tener en cuenta la advertencia de Lacan acerca de lo que él llamo la moral insensata del neurótico, una moral “destructiva, puramente opresora, casi siempre antilegal[3] y, de otro, a sostener que “el psicoanálisis en el siglo XXI es una cuestión de sociedad, un problema de civilización, hay una elección forzada. […] Esto quiere decir: testimoniar en acto sobre nuestra posición, como psicoanalistas, no solo en la “cura” sino también en la “ciudad”.[4]

Johnny Gavlovski E.

NEL-Caracas- ACP



[1] Lacan, J: Seminario I Los escritos técnicos de Freud. Edit Ateneo de Caracas- Paidós, 1981. Pág. 161.

[2] Seldes, R: EL Superyo y el efecto hormiga. Rev Lacaniana. EOL, Oct, 2010. Pág. 36

[3] Lacan, J. Op cit

[4] Eric Laurent: El orden simbólico en el siglo XXI Consecuencias para la cura, conferencia dictada el 22 de julio 2.010.

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