26 de julho de 2014

XXIII Jornadas Anuales de la EOL. Newsletters. 4/4bis. Un futuro sin género: 6 retratos de jóvenes que no se sienten ni hombre ni mujer. Comentario de non-gender, por Ernesto Sinatra

Nuestro Newsletter les irá acercando periódicamente información, comentarios, notas, cierto compás acerca de la vibración de la época en la que nos toca sostener el discurso analítico.

En los albores del siglo XX, Sigmund Freud respondía con su artículo "Las fantasías histéricas y su relación con la bisexualidad" a la invitación de Magnus Hirschfeld, contribuyendo al Jahrbuch Zeitschrift für sexuelle Zwischentufen dedicada a la sexología como ciencia. Hemos pedido un comentario a Ernesto Sinatra (que saldrá mañana en el Newsletter 4bis), acerca de una nota que circula en internet, sobre "6 retratos de jóvenes que no se sienten ni hombre ni mujer" (publicado en este número), lo que podemos situar como uno de los bordes de lo femenino de la actualidad. Primeramente, el texto completo de esa nota. El futuro llegó hace rato... ¡¡¡veámoslo un poco con tus ojos!!!

Un futuro sin género: 6 retratos de jóvenes que no se sienten ni hombre ni mujer

Una tarde de noviembre de 2013, Sasha Fleischman regresaba a casa en el autobús escolar, cuando de pronto le entró el sueño. Mientras echaba una cabezada, otros dos adolescentes le prendieron fuego como símbolo de burla, de desprecio y de asco. La razón de que Fleischman provocara tanto rechazo a los agresores fue su manera de vestir: falda de mujer y camiseta de hombre, una indumentaria que no reflejaba sus ganas de provocar tanto como el simple hecho de que el joven no se identifica ni con el sexo femenino ni con el masculino, y por lo tanto expresa su manera de ser a través de la indumentaria.

La cámara de seguridad del vehículo captó el momento de la violencia, y entonces su historia dio la vuelta a la prensa internacional como si de un suceso cualquiera de bullying se tratara. Nada más lejos de la realidad: quemaduras de segundo y de tercer grado, vendas y medicinas para un tratamiento que ascendería a los 15.000 euros, y una actitud completamente heroica que llevaría a Fleischman a regresar a las clases, aun con sus piernas y sus brazos vendados, con el propósito de no avergonzarse de lo ocurrido pero sí de luchar por sus derechos como el adolescente sin género que se declara. Como más tarde demostraría la revista San Francisco Magazine, Fleischman no está solo.

Impresionada por lo sucedido, la fotógrafa Chloe Aftel comenzó un reportaje fotográfico centrado no sólo en Sasha sino en más jóvenes del área de San Francisco que también aseguran no pertenecer a ninguna condición sexual. Junto a la periodista Rachele Kanigel, ambas entrevistaron a estos adolescentes en sus lugares más íntimos y charlaron con ellos sobre cómo se sienten, o sobre cómo creen que las personas que estamos a su alrededor deberíamos tratarles e incluso denominarles. Palabras como libertad, aceptación y neutralidad son algunas de las más repetidas en sus discursos. Pero la masculinidad ni la feminidad entran en su vocabulario como algo preciso y sin variables. Ellos son libres de mantener relaciones con quien deseen, vestirse como les guste o pensar en sus respectivos futuros profesionales sin presiones asociadas al sexo.

De entre los entrevistados, también encontramos voces, aspectos y pareceres muy distintos: desde quienes crecieron sintiendo repulsión por su cuerpo según se les formaba en la adolescencia, porque no se sentían en sintonía con él; hasta los que supieron canalizar todas sus ansiedades de manera artística e incluso se comprometieron políticamente. "No binarios en un mundo binario", así es como los define Micah, joven bloguero de Neutrosis Nonsense que lleva años escribiendo sobre su condición e investigando de qué manera pueden definirse o nombrarse quienes se sienten como él. 

Aunque más allá de encontrar calificativos a sus casos, una tarea en la que, según ellos, parecen entretenerse mucho más los colectivos LGTB, lo que a Sasha Fleischman y a muchos otros les interesa es poder tomar decisiones en su día a día sin sentirse desubicados. Que el mundo no se divida en "para chicos" o "para chicas", sino quizá en un abanico más amplio de posibilidades. O como escribe el autor de Neutrosis Nonsense: "las muñecas son para las niñas, los camiones son para los niños, los puzles son neutrales: Mi género es un puzle". 

"Tuve problemas para verme convirtiéndome en una mujer cuando era adolescente", dice Marilyn Roxie, de 24 años actualmente, "Pero luego me di cuenta que la idea de convertirme en un hombre tampoco tenía ningún sentido". Roxie, se identifica como "genderqueer" y usa pronombres neutrales. "La idea de extrañarse del genero, viéndolo a través de lentes no binarios, resuena con como me siento". 

Mark Snyder, 30 años, ha hecho una carrera -y una misión- del activismo de género como el gerente de comunicaciones de Transgender Law Center de San Francisco y uno de los fundadores de uno de los primeros sitios web para los activistas homosexuales, QueerToday.com. "Me identifico como políticamente raro, raro sexual, y genderqueer", dice. "Me gusta el término 'genderqueer'; me gusta su arco iris".

"Creo que a mucha gente le gusta ver el género como una escala del azul y el rosa", dice Emma, una estudiante universitaria de 20 años de edad que utiliza pronombres neutros (y se negó a dar su apellido). "Nunca me identifiqué con algún lado de eso, o incluso entre el azul y el rosa. Es mucho más complicado -mi identidad varía tanto en un día. A veces le digo a la gente que soy de oro o algo así". 

"Voy a seguir usando una falda", dice Sasha Fleischman, que fue fotografiado en su casa en Oakland, poco después de salir del hospital con quemaduras de segundo y tercer grado y una novedosa, aunque desagradable, fama. "Es una gran parte de lo que soy".


Comentario de non-gender: La implosión del género, por Ernesto Sinatra

Los tiempos que corren -algunos dirían: que nos corren- saben como nunca de la inexistencia de la relación sexual[1]; el 'debes gozar' es el imperativo que conmueve los cimientos de la civilización, otrora reposando sobre el nombre del padre y su régimen, el de la prohibición. 

La porno-cultura muestra lo que hasta ayer se velaba: la multiplicación de cuerpos gozando pero incluyendo -ahora- el coito exhibido[2] y sus desinencias. Se desprende una secuencia: de la caída del padre -se sigue- el declive de lo viril -a lo que responde- la feminización del mundo. Se verifica hasta qué punto la época actual, la del No-Todo, es coherente con un nuevo malestar determinado por el empuje de la no-relación sexual: la no-naturalidad de la sexuación se hace evidente no sólo con la ley del matrimonio igualitario y la ley de la identidad de género, sino además a partir del estallido de las clasificaciones producido por las demandas subjetivas de reconocimiento del derecho al goce. 

Los casos de non-gender pueden ser leídos desde estas coordenadas. Desde aquellos que prefieren, como en el artículo mencionado, no ser catalogados en una categoría que defina su género desde una lógica binaria hombre-mujer; hasta aquellos otros que se auto proclaman queer; transexuales; intersexuales..., hasta los auto-denominados asexuales se agregan a la repartición tradicional, solicitando ser reconocidos como ¡el cuarto sexo!, a partir de no aceptar que sea la condición sexual la que organice sus vidas.[3] ¡A cada uno su singularidad!

Hemos denominado este estado de cosas: la implosión del género[4], pulverización del género en múltiples categorías configurando micro-totalidades, tribus urbanas que exigen su derecho a ser consideradas en sus particularidades de goce.

Al respecto, vale considerar como verificación de esta hipótesis una nota reciente de un periódico tradicional de nuestro país, en la que los directivos de Facebook anuncian que ofrecerán en su portal a sus usuarios, para ser identificados... ¡cincuenta opciones diferentes de identificación de género!

"Facebook acaba de anunciar que ofrecerá a sus usuarios 50 opciones de identificación de género. En la categoría que figura dentro de Información Básica, el desplegable ahora incluye opciones personalizadas y no binarias, como intersexo, neutro, andrógino, sin género, género dudoso, género fluido, variante de género, queer o ninguno".[5]

Para agregar, la misma nota, al dar la palabra a uno de los directivos de Facebook: "(...) lamentablemente, en muchos idiomas no existe la manera de referirse a un ser humano sin incluir su género -plantea Alex Schultz, vicepresidente de crecimiento de Facebook, punta de lanza de este emprendimiento-. Pero lo que nosotros queremos es darle a la gente opciones para expresar quiénes son realmente, para permitirles ser quienes auténticamente son".

Curiosa respuesta, para no incluir el género ofrecen ¡50 posibilidades de identificación de género! Ya lejos del binarismo tradicional que los usuarios del non-gender rechazan, Facebook se sube a la ola de la desnaturalización del sexo ofreciendo en su portal -más acá de la cuestión del género- algo que debe ser destacado, el ideal que alberga cada clasificación: ofrecer un ser que realmente nombre la singularidad de cada cual.

La sexuación, hueso real de la sexualidad en los humanos está a la orden del día subida -ella también- al cenit de la civilización emplazando las variaciones de los modos de gozar. 

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Notas:

1. Seguimos a la letra la caracterización de Jacques-Alain Miller del estado actual de la civilización, desde su Curso de la Orientación Lacaniana hasta sus ponencias en los sucesivos Congresos de la AMP
2. Miller, J.-A.: 'El inconsciente y el cuerpo hablante'. Presentación del tema del X Congreso de la AMP (inédito) 2014.
3. Diario La Nación, Bs. As. Sábado 13 de octubre de 2012; Nota de Sebastián A. Ríos, quien ubica cuatro "orientaciones "románticas" dentro de la asexualidad.
Heterorromántico: Las personas asexuales pueden sentir una atracción no sexual, pero sí "romántica" hacia otras personas. La heterorromántica se expresa hacia personas del otro sexo.
Homorromántico: la atracción romántica es hacia personas del mismo género
Birromántico O biamoroso: la atracción amorosa no se basa en el género de la persona
Arromántico: no sólo no hay atracción sexual, sino que tampoco hay atracción romántica o amorosa de ningún tipo.
4. Sinatra, E.: L@s nuev@s adict@s ˆla implosión del género en la feminización del mundo; Tres Haches (2013)
5. Nota del Diario La Nación del 12 de abril del 2014. "Mujer, hombre∑o intersexo - ¿Qué sos en Facerbook? La red social anuncia que ofrecerá a sus usuarios 50 opciones diferentes de identificación de género".

Um comentário:

Vicent Llémena i Jambet disse...

Hay una cárcel en la identificación que hay que evitar a toda costa, o como bien se pueda, la identificación es la misma histeria.
¿Se puede SER histérico? Claro y también habitar en esa cárcel buscando refugios en la cultura o en otros lugares de la realidad.

Vicent Adsuara i Rollan