Hace unas pocas semanas hubo una jornada en Barcelona, organizada por la Fundació Cassià Just con el título La vida y els seus esdevenediments traumàtics.
Diversos participantes, muchos de ellos
miembros y socios de nuestra sede de Barcelona, introdujeron al auditorio en un
tema tan complejo como es el deber de memoria, la guerra civil española, las
neurosis de guerra, el pasado y presente de la idea clínica de trauma psíquico,
las diferentes respuestas y/o soluciones de los sujetos (adultos y niños) ante
diversas vivencias y acontecimientos traumáticos.
Se recordó la figura inolvidable de la
psiquiatría catalana y francesa: Francesc Tosquelles, uno de los defensores de
la llamada psiquiatría comunitaria, en la que se trata no de separar sino de
integrar al trastornado en un entorno social y en dispositivos pensados como
terapéuticos en su mismo funcionamiento.
Asistimos a un coloquio acerca de una sobreviviente
de los Lager de trabajo y exterminio de Ravensbrück y Flössenburg, Neus
Català, quien a través de su propio libro De la resistencia y la
deportación: 50 testimonios de mujeres españolas relata, de forma coral, el
horror de una experiencia traumática al tiempo que denuncia, el destino de las
supervivientes, en sus propias palabras: “las olvidadas de los olvidados”.
Carme Martí escritora de una
biografía novelada: Cenizas en el cielo nos acercó a esta mujer
luchadora, cuyos fuertes ideales seguramente la sostuvieron resistente
en aquella experiencia de horror.
Guy Briole, también ponente en esta
Jornada, intervino señalando el papel jugado por la escritora a la hora de
hacer pasar a los lectores y a quienes allí estábamos, en el auditorio, algo de
lo extraído en las numerosas entrevistas mantenidas entre ella y la anciana de
100 años residente en Rubí. Él estableció un más que interesante paralelismo
entre este cuidadoso trabajo y el papel del pasador en el dispositivo del pase.
Adjuntamos aquí una entrevista realizada a nuestro colega Guy Briole. En ella se puede escuchar algunos
trazos de lo tratado en esta Jornada y en relación al horror que asoló gran
parte de Europa, en un momento histórico en el que existió una cultura de la
guerra. Recordó el lamento de Freud acerca de que la cultura no logra una labor
civilizadora. Guy señala bien que: “Los hombres tienen una fe en la ciencia
que puede inquietar, especialmente cuando se trata de la guerra y la historia
de los pueblos. La obsesión es el borramiento”.
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