AMP Blog publica lo que AMP-UQBAR ha editado: textos pronunciados por los presidentes de las Escuelas de la AMP sobre el tema « La Acción Lacaniana » el día 25 de abril de 2008 , durante la última Asamblea General de la Asociación en la Ciudad de Buenos-Aires.
L’action lacanienne à l'ECF, Francisco-Hugo Freda
No es país para viejos, Mónica Torres
La acción lacaniana de la EBP, Iordan Gurgel
La acción lacaniana de la ELP, Xavier Esqué
L’AZIONE LACANIANA IN ITALIA, Marco Focchi
La acción lacaniana en Europa y la FEEP, Vicente Palomera
LA ACCION LACANIANA EN LA NEL, María Hortensia Cárdenas
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L’action lacanienne à l'ECF
Il y a une action lacanienne. Celle-ci prend son sens en fonction de l’époque. La reconquête du Champ Freudien a été l’action de Lacan. Il a commencé la bataille, son œuvre le démontre. Sans Lacan, Freud aurait disparu. L’ECF et les autres écoles du Champ Freudien ont pris la relève dans cette action et l’on peut dire, sans la moindre hésitation, que la bataille a été gagnée.
Quelle est notre action lacanienne aujourd’hui ? Les problèmes commencent quand il faut se mettre d’accord sur les nouveaux principes qui doivent l’orienter. Il s’agit là d’une politique. Dans la psychanalyse, c’est le symptôme qui la détermine, c’est-à-dire, son interprétation. Ce qui conduit, inévitablement, à trouver une définition de l’analyste à la hauteur de la politique. Je parle ici de notre analyste.
Définition du symptôme, interprétation, notre analyste : tel est le tripode sur lequel doit s’appuyer « l’action lacanienne dans les écoles du XXIe siècle ».
Le symptôme n’est pas le même à l’heure actuelle dans sa manifestation comme dans sa conceptualisation. D’un côté, dans sa présentation, il se manifeste comme consubstantiel à la structure. Symptôme et structure sont alors la même chose. Dans Le Séminaire XXIII, Lacan a fait du symptôme un des éléments homogènes du nœud : le quatrième rond. Pour la première fois dans l’histoire de la psychanalyse, le symptôme fait ainsi partie de la structure à partir du vide qu’il produit. Il s’agit d’un point de difficulté clinique, étant donné que l’interprétation fore davantage le trou que le langage essaye de dissiper. Le sujet définit de la sorte ne l’est pas tellement par la trame signifiante qui le détermine, mais par la rencontre avec un bout de réel insoupçonné où il réalise une satisfaction inexplicable.
Nous sommes très loin de Freud. C’est un fait.
Maintenant, notre psychanalyste. Il est le produit de notre définition du symptôme, s’il veut accepter la nouvelle configuration de la psychanalyse produite par notre Ecole.
La société, le discours social, l'accuse de ne pas jouer la carte obscure de l'évaluation. Cependant, notre analyste a suffisamment de raisons de s'y opposer. Le sujet que nous avons produit par l’acte analytique ne peut pas se soumettre à ce type de procédures. Au contraire, il s’y oppose. L’analyste doit prendre à sa charge ce qu’il a produit. Rencontrer un psychanalyste aujourd’hui suppose d’accepter comme principe que rien ne sera plus pareil après, même si le résultat de cette rencontre est un échec.
L’analyste est un symptôme pour le sujet qu’il reçoit, pour la marque qu’il laisse et pour le résultat qu’il précipite. Il devient une partie de la structure qu’il génère. Sa responsabilité est donc grande dans le monde contemporain.
Lacan lui a légué son nouveau nom : sinthome. Jacques-Alain Miller a développé la formule. Ceci étant dit, rencontrer aujourd’hui un psychanalyste est déjà une interprétation. C’est vouloir, en quelque sorte, traiter une jouissance par la parole. C’est l’exact opposé qui consiste à traiter la jouissance par la consommation. C’est une interprétation faite par notre analyste de la société.
La psychanalyse va à la rencontre du monde. Cette conception politique a été réalisée par la création, par l’ECF, du premier CPCT du Champ freudien. Le succès rencontré auprès de la population que le CPCT reçoit a produit un effet de vagues et les centres se sont multipliés dans tout le Champ freudien. C’est la preuve éclatante que les Ecoles ont interprété clairement le jeu sociétal où nous sommes immergés.
Les psychanalystes interprètent la société, cette interprétation doit s’étendre bien au-delà de ce que nous avons pu imaginer jusqu’à maintenant. Nous devons interpréter l’université qui nous chasse, les hôpitaux qui nous excluent, les grands médias qui nous attaquent et bien d’autres choses auxquelles nous devons réfléchir.
Jacques-Alain Miller nous donne l’indication précise : « Il nous reste, rien de moins, à conquérir la société – par l’exemple et par le discours. Ceci est aujourd’hui à notre portée, à condition de savoir se réinventer. » L’ECF s’adonne à cette tâche.
Francisco-Hugo Freda,
Président de l’ECF.
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No es país para viejos
Mónica Torres
El título de esta breve presentación hace alusión a la película de los hermanos Coen, y a la novela de Corman McCarthy que la inspira.
Creo que es un buen título para hablar de la acción lacaniana en la EOL.
El país del psicoanálisis no es lugar para viejos ideales.
Como lo dice J.-A. Miller en su curso “Un esfuerzo de poesía”, en nuestro tiempo es necesario saber qué lugar darle a la acción lacaniana para que tenga consecuencias en la sociedad.
No podemos ya sostener la contra-sociedad del psicoanálisis, que fue una respuesta a los años 70 en tiempos del Seminario 17. Allí donde Lacan equiparó la protesta a la colaboración misma, se trataba de no aceptar los términos del discurso del Amo, por lo tanto el psicoanálisis tenía que mantenerse apartado.
Estamos en otros tiempos.
Sin duda el país del psicoanálisis es un país que acepta a los débiles, y en especial a esos débiles mentales que son los neuróticos, es decir los analizantes.
Eso continúa y continuará. Nuestra Escuela es muy entusiasta en relación al psicoanálisis en intensión y al pase mismo.
El pase no ha envejecido. Porque ha cambiado en cada crisis y mejora cada vez.
Pero en relación al psicoanálisis en extensión, la EOL tiene que abrirse hacia la ciudad.
Los miembros de a EOL, uno por uno, siempre hemos trabajado en Salud Mental.
Es un hecho en nuestro país. Tanto los jóvenes, como los que ya tenemos una larga trayectoria, hemos por así decirlo, militado en los hospitales, salitas, centros de Salud, barrios carenciados. Siempre. En las circunstancias más adversas, también.
Desde finales de los 60, cuando Oscar Masotta introdujo el psicoanálisis lacaniano en nuestro país, esa militancia fue lacaniana.
Luego, tuvimos la alegría y la suerte de encontrarnos con J.- A. Miller que desde hace casi 30 años nos guía en la orientación lacaniana. Y así seguimos los analistas de esta Escuela trabajando por la orientación lacaniana con persistencia, fuera de nuestros consultorios, uno por uno.
Pero la EOL como institución no ha apoyado suficientemente esa acción que sus miembros realizan. Por eso el Consejo les pide que declaren ese trabajo en el campo social a la Escuela. Las instituciones en las que trabajan, las que han creado. La Escuela quiere interesarse, a través de su Consejo, en los problemas que afrontan, los que resuelven, las incidencias que obtienen.
Se los proponemos desde el Consejo, pero también desde el ICBA, desde Pausa, desde los departamentos del CICBA, desde el IOM. Queremos incidir como Escuela en la práctica clínica que se realiza en la ciudad.
Por supuesto desde la EOL, la Red y más específicamente Pausa, se están ocupando de los efectos terapéuticos rápidos.
La Escuela tiene que hacer no sólo una apertura, sino una ruptura con la clausura anterior.
Se trata de eso, de apertura, de ruptura incluso. Por eso proponemos un Seminario de Psicoanálisis Aplicado al lado de las Noches del Pase.
El psicoanálisis que se practica en Pausa, nuestro CPCT, no es igual al que practicamos en nuestros consultorios. Pero tampoco es igual a la práctica del psicoanálisis aplicado en los demás lugares. Tiene su especificidad. Y tenemos que trabajar desde la EOL, en la doctrina y en la política que sostiene esa diferencia, si es que la hay. Eso haremos desde un seminario en la EOL que queremos nombrar con un significante nuevo, para que no se asimile al psicoanálisis aplicado tal como lo practicamos sin hablar mucho de lo que hacemos. Pues bien, ahora vamos a hablar.
El psicoanálisis en este país debe estar abierto a los débiles, a los neuróticos y a los marginados. También a los artistas, a los intelectuales, a los filósofos, a los políticos. Discutiremos con el discurso universitario en su terreno, si es necesario, hablaremos con su lenguaje.
Sin duda seguiremos protestando cuando sea necesario pero daremos pelea en el actual campo de batalla. En eso, no somos débiles.
No hay lugar, ya, para la nostalgia.
Después de la Caída del Muro, en este mundo globalizado no basta protestar en la intimidad de las paredes de la EOL.
Debemos asegurarnos de que nuestras publicaciones, nuestras intervenciones en la ciudad, estén a la altura de la civilización que nos toca vivir en el siglo XXI. Nuestro discurso tiene que subvertir el orden establecido por el Amo Moderno. Pero lo hará en su terreno.
Debemos encauzar nuestro entusiasmo hacia prácticas que nos permitan incidir en el Campo del Otro, usando sus significantes cuando nos convengan.
Es verdad que en la frontera del crimen y la sangre, en la ciudad más feroz del país que gobierna hoy el mundo, Texas, no hay lugar para el psicoanálisis. Pero hay otros lugares, como Miami y Nueva York, en los que Lacan ha entrado de la mano de colegas de la AMP, aún en los Estados Unidos.
Y hay otras instancias en las que podemos incidir y lo haremos. J. A. Miller va a estar en la Universidad de Derecho, presentando un libro sobre el crimen.
Me han propuesto hacer instalaciones, intervenciones en los espacios públicos, lo haré si es posible. Los hospitales, los centros de Salud, las salitas, las obras sociales, pero también las plazas, las universidades, los teatros, los cines; las instalaciones del arte nos tendrán allí.
No será fácil. Estamos más acostumbrados a dar nuestro seminario en la sede de la EOL, entre nosotros. Les pido a todos que me acerquen sus ideas. A mí, al Consejo, a Pausa, al ICBA.
Hoy más que nunca, el país del psicoanálisis no es país para viejos, pero en el sentido inverso al que la película de los Coen nos muestra.
Tenemos algo para decir sobre la violencia, la psicosis, la perversión, las nuevas familias.
Después de todo, esta ciudad, Buenos Aires, se nos ofrece. Tengo, como Borges, fervor de Buenos Aires, y Buenos Aires tiene fervor por el psicoanálisis como no lo he visto en otro sitio. Esta ciudad que, como en el poema, persiste en un lugar predestinado del mundo, con su topografía precisa. El psicoanálisis y la Argentina toda, Córdoba, Rosario, Santa Fe y el interior en su totalidad, se llevan bien, se entienden, son cómplices. Eso hay que aprovecharlo y darle nuestra orientación.
Para recordar una frase de Miller, en momentos de la fundación de la EOL, hay que salir, en éste, y en todos los lugares en que nos sea posible, dar combate y tomar la ciudad.
La acción lacaniana fue propuesta por J. A. Miller en el contexto de la acción poética[1]. Conjugar acción y poesía nos remite a la creación, al deseo de aquel que crea la acción dirigida al Otro social. Actualmente, nos dice Miller[2], lo que se espera de nosotros analistas es la acción lacaniana, tributaria del realismo – obligatorio en la política lacaniana – que consiste en tomar en cuenta el Otro[3]. Desde 2004, la EBP[4] trabaja para cumplir la política de la AMP, que nos incita a una participación decidida en la ciudad como respuesta al malestar social y a la ofensiva cientificista de la psiquiatría farmacológica y de las psicoterapias cognitivistas y comportamentales Es posible, entonces, situar en Septiembre de 2004, con el I Coloquio: La Utilidad Social del Psicoanálisis, el inicio de la trayectoria de la EBP visando dar la debida resonancia en la sociedad a aquello que nuestra comunidad analítica venía produciendo, sea en la Clínica, sea en la doctrina o en la política de orientación lacaniana, revelando y desdoblando todas sus consecuencias. Esos Coloquios, siempre dedicados a un tema de apelo social (este año, será el VIII y se dedicará al Psicoanálisis Aplicado), expresan la presentificación de la Escuela en las ciudades. En Abril de 2005, el V Congreso de la EBP bajo el tema: La acción lacaniana en la civilización del objeto a ya apuntaba para una nueva orientación, emanada de la AMP, objetivando la renovación de la práctica del psicoanálisis en conformidad con las exigencias de la contemporaneidad – la civilización del objeto a en oposición a la civilización del Nombre-del-Padre, que motivó la acción freudiana. En esta secuencia, el programa de la Directoria, en consonancia con la orientación del Consejo de la EBP, ya revelaba un tropismo por una alianza con la forma llamada psicoanálisis aplicado en el campo social, renovando así la práctica y destacando enfáticamente la política de la Escuela: 1. Promover la acción lacaniana: convocar a los miembros de la Escuela a que estén presentes en la ciudad. Tomar partido a favor de un psicoanálisis que extrapola el consultorio privado para darle la palabra al sujeto en las instituciones. 2. Enfatizar nuestra posición contraria a la reglamentación del psicoanálisis. 3. Incentivar las acciones relativas a la instalación de Clínicas de Atendimiento, explorando la “función social” y de “utilidad pública” de nuestra Escuela. 4. Privilegiar iniciativas específicas del Campo Freudiano en el sentido de trabajo de esclarecimiento al público sobre el psicoanálisis y sus diferencias con las psicoterapias. Siguiendo en esta dirección, una serie de iniciativas fueron tomadas o continuadas con más énfasis. Hoy, podemos decir que, frente a los resultados, no se trata más de interrogar la utilidad del psicoanálisis, sino de mostrar, acompañar su aplicación y consecuencias. La EBP y sus Institutos están presentes en 13 estados y en más de 25 ciudades de Brasil, con proyectos consistentes de psicoanálisis aplicada: dos CPCTs en pleno funcionamiento (Bahia y Minas) y más dos en formación (Río y São Paulo). La experiencia con los Centros Psicoanalíticos de Consultas y Tratamiento se revela como la acción lacaniana por excelencia. En ella, verificamos las consecuencias del acto analítico en la aplicación del psicoanálisis a la terapéutica, ofertando nuestra tecnología - el discurso analítico – para el tratamiento del síntoma a fin de transformar la economía de goce del sujeto, en oposición a las ritalinas y anti-depresivos de la biotecnología de mercado. También contamos con las Clínicas de Atendimiento ligadas a los Institutos o creadas por miembros de la Escuela (3 en SP; 4 en Rio; 1 en ES; 1 en PR), además de una serie de iniciativas implementadas por estos y pautadas en la orientación lacaniana en instituciones públicas o privadas de Salud Mental, Educación, Medicina y Derecho, consolidadas a través de convenios y asociaciones con los Institutos y sus Núcleos de Pesquisas en diversas ciudades. Además, la EBP tiene presencia activa en la Articulación de las Entidades Psicoanalíticas Brasileñas, en Rio de Janeiro[5] y también en el Movimiento Minero de Psicoanálisis[6], que tiene como objetivo parar la reglamentación de la Psicoanálisis. La movilización actual es para la lucha contra el “Proyecto de ley para la regulación del ejercicio del psicoanálisis en Brasil”, propuesto por la IPA[7]. Así, la EBP, creada hace 13 años, viene adquiriendo su madurez política y epistémica a fin de enfrentar los impasses en la civilización y sus variadas formas de goce que impone la acción lacaniana. La acción freudiana[8] previno acertadamente que, en el futuro, los psicoanalistas tendrían que organizarse y prepararse para atender las camadas más amplias de la población que padecen de la “miseria neurótica” existente en el mundo. Siendo así, por qué no pensar la acción lacaniana como favoreciendo, a partir de las consecuencias del acto analítico en la sociedad, hasta inclusive los seguros sociales y de vida, tal como previsto por Lacan[9], al afirmar que: “... en el transcurso de los análisis...los resfriados, las gripes, todo eso se apaga, y, aún con respecto a las enfermedades de larga duración, si hubiera más análisis en la sociedad, la pasaríamos mejor”? Previsiones aparte, la EBP atraviesa un momento de entusiasmo y creatividad, con énfasis en los nuevos dispositivos asistenciales y en el movimiento en dirección al Otro social, realizando el voto de Lacan de tornar las Escuelas de Psicoanálisis cada vez más de utilidad pública y a la altura de las exigencias de su época. Iordan Gurgel [1] “Um esforço de poesia”, Seminário de Jacques-Alain Miller, lição XI (05/03/2003).[2] Curso de Orientação lacaniana, aula I, 14/11/08[3] Política lacaniana, Seminário de JAMiller,97/98, Colección Diva, Bs. As. 2002, p.102. [4] Antes, em 2001, já se esboçava esta orientação. Durante o XI Encontro Brasileiro do Campo Freudiano, aconteceu uma conversação “o trabalho do psicanalista na instituição”. [5] Representada por Sérgio de Mattos e Heloisa Caldas[6] Representada por Samyra Assad[7] Dispõe sobre o exercício da profissão de Psicanalista e cria o Conselho das Entidades Psicanalíticas (CEP).[8] Em 1918 durante o V Congresso Psicanalítico Internacional, em Budapeste: “Linhas de progresso na terapia psicanalítica”.[9] Seminário a Angústia, aula de 23/01/63
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La acción lacaniana de la ELP
Xavier Esqué
La Escuela tiene como objeto el real en juego en la formación del analista. Un real ligado a la responsabilidad de cada uno de sus miembros en asegurar la pervivencia del psicoanálisis, es decir, un real ligado a la necesidad que tiene el psicoanálisis de reinventarse.
La Escuela se convierte así en uno de los nombres de la política del psicoanálisis y la acción lacaniana es su puesta en acto. La acción lacaniana es realista, es una acción orientada por la política del síntoma. Esto quiere decir que toma en cuenta los fenómenos de la época y la incidencia que ésta tiene en la subjetividad.
La acción lacaniana en la ELP se despliega, fundamentalmente, alrededor de tres ejes:
- el psicoanálisis aplicado a la terapéutica
- el psicoanálisis en intensión, psicoanálisis puro.
- el trabajo de elucidación del estado de la civilización
La ELP se ha reconfigurado a partir de la apuesta y la acción decidida por el psicoanálisis aplicado. Las futuras generaciones de analistas encontrarán, mayormente, al psicoanálisis en el campo psi. Es en este terreno donde debemos librar la batalla contra la ideología de la evaluación y su falsa ciencia, y es en este campo, como ha planteado Miller, que al analista le corresponde demostrar que es distinto del psicoterapeuta. Nuestros centros de psicoanálisis aplicado (los 4 CPCT de BCN, Madrid, Bilbao y Málaga, y la Clínica de la Coruña) son unos excelentes dispositivos a la hora de plantear en acto la existencia del psicoanálisis en lo social. Los CPCT en tanto son un producto del discurso analítico y de la acción lacaniana nos permiten reconfigurar nuestra oferta de psicoanálisis y crear nuevas transferencias. Tenemos, entonces, una política decidida que va de la mano de los principios rectores del acto analítico y de una clínica orientada por lo real.
Orientada por lo real y, por tanto, ligada al pase. Cuanto más avancemos en el saber que se extrae de los finales de análisis más capacidad de maniobra tendremos para movernos en el campo del psicoanálisis aplicado. Necesitamos psicoanalistas formados para poner en marcha la acción lacaniana. Por otra parte, el pase asegura que la garantía del analista no vendrá únicamente por la vía de la práctica.
La ELP sigue con atención y participa de los debates sobre el pase que tienen lugar en el seno de la Escuela Una. El cartel del pase hispano hablante de la FEEP, integrado por miembros de nuestra Escuela, viene desarrollando su tarea sin interrupción. En estos momentos el problema era, en España, tener que arreglárnoslas sin nuevos AE, así como con una demanda de pase exigua. La contingencia del nombramiento de Antoni Vicens nos viene muy bien, nos ha caído como “agua de mayo”.
Nuestra acción está encaminada a avanzar en un punto especialmente difícil para los psicoanalistas que es el de incrementar nuestra presencia en el campo social, en el campo de lo político. Si el inconsciente es político, el discurso analítico tendría que hacerse escuchar en lo social del mismo modo que el inconsciente se hace escuchar en la cura. En este sentido, la Escuela quiere alentar a los psicoanalistas que trabajan en las instituciones, a los psicoanalistas que en contacto directo con lo social responden a cuestiones que a veces rebasan el campo de la práctica del psicoanálisis.
La experiencia de la Escuela pasa por acoger lo nuevo, tanto en la perspectiva de la orientación como al nivel de las iniciativas de los miembros de la Escuela. La acción lacaniana descompleta, esto quiere decir que convierte en inesencial la parte más institucional de la Escuela que por estructura tiende a desconocer lo real.
La acción lacaniana invita a un decir del uno por uno, que no es sin los otros, donde cada cual pone lo que tiene de practicable al servicio de la política del psicoanálisis. Este decir es también para los otros discursos.
Por eso en la batalla no deberíamos estar solos, no somos los únicos en ver que una lógica social sustentada en la ideología de la evaluación y aplicada al comportamiento tiene fatídicas consecuencias en la vida de los sujetos y en la marcha del mundo. Nuestra acción debería contribuir a la ampliación de un campo contrario a la cuantificación generalizada. Para ello es preciso incrementar nuestra presencia en la opinión pública. En este sentido, leer, interpretar la subjetividad de nuestra época resulta de vital importancia. En la ELP hemos puesto en marcha un Seminario de elucidación del “estado de la civilización”, se trata de abrir camino, de actualizar argumentos, de inventar respuestas, de crear alianzas, de publicar en los medios, de promover Foros, etc.
Un nuevo impulso de la Escuela en España se empieza a reflejar en el número de demandas de entrada a la Escuela. Se inicia un tiempo de renovación generacional. En estos precisos momentos podemos constatar que las demandas de entrada a la Escuela casi triplican la media de los últimos años. Estos nuevos miembros por venir tendrán un lugar en la lógica colectiva de la Escuela, su participación y su nuevo impulso será crucial.
El futuro del psicoanálisis es nuestro, depende de nosotros mismos, depende de la acción de cada uno de los analistas de la Escuela.
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Xavier Esqué
La Escuela tiene como objeto el real en juego en la formación del analista. Un real ligado a la responsabilidad de cada uno de sus miembros en asegurar la pervivencia del psicoanálisis, es decir, un real ligado a la necesidad que tiene el psicoanálisis de reinventarse.
La Escuela se convierte así en uno de los nombres de la política del psicoanálisis y la acción lacaniana es su puesta en acto. La acción lacaniana es realista, es una acción orientada por la política del síntoma. Esto quiere decir que toma en cuenta los fenómenos de la época y la incidencia que ésta tiene en la subjetividad.
La acción lacaniana en la ELP se despliega, fundamentalmente, alrededor de tres ejes:
- el psicoanálisis aplicado a la terapéutica
- el psicoanálisis en intensión, psicoanálisis puro.
- el trabajo de elucidación del estado de la civilización
La ELP se ha reconfigurado a partir de la apuesta y la acción decidida por el psicoanálisis aplicado. Las futuras generaciones de analistas encontrarán, mayormente, al psicoanálisis en el campo psi. Es en este terreno donde debemos librar la batalla contra la ideología de la evaluación y su falsa ciencia, y es en este campo, como ha planteado Miller, que al analista le corresponde demostrar que es distinto del psicoterapeuta. Nuestros centros de psicoanálisis aplicado (los 4 CPCT de BCN, Madrid, Bilbao y Málaga, y la Clínica de la Coruña) son unos excelentes dispositivos a la hora de plantear en acto la existencia del psicoanálisis en lo social. Los CPCT en tanto son un producto del discurso analítico y de la acción lacaniana nos permiten reconfigurar nuestra oferta de psicoanálisis y crear nuevas transferencias. Tenemos, entonces, una política decidida que va de la mano de los principios rectores del acto analítico y de una clínica orientada por lo real.
Orientada por lo real y, por tanto, ligada al pase. Cuanto más avancemos en el saber que se extrae de los finales de análisis más capacidad de maniobra tendremos para movernos en el campo del psicoanálisis aplicado. Necesitamos psicoanalistas formados para poner en marcha la acción lacaniana. Por otra parte, el pase asegura que la garantía del analista no vendrá únicamente por la vía de la práctica.
La ELP sigue con atención y participa de los debates sobre el pase que tienen lugar en el seno de la Escuela Una. El cartel del pase hispano hablante de la FEEP, integrado por miembros de nuestra Escuela, viene desarrollando su tarea sin interrupción. En estos momentos el problema era, en España, tener que arreglárnoslas sin nuevos AE, así como con una demanda de pase exigua. La contingencia del nombramiento de Antoni Vicens nos viene muy bien, nos ha caído como “agua de mayo”.
Nuestra acción está encaminada a avanzar en un punto especialmente difícil para los psicoanalistas que es el de incrementar nuestra presencia en el campo social, en el campo de lo político. Si el inconsciente es político, el discurso analítico tendría que hacerse escuchar en lo social del mismo modo que el inconsciente se hace escuchar en la cura. En este sentido, la Escuela quiere alentar a los psicoanalistas que trabajan en las instituciones, a los psicoanalistas que en contacto directo con lo social responden a cuestiones que a veces rebasan el campo de la práctica del psicoanálisis.
La experiencia de la Escuela pasa por acoger lo nuevo, tanto en la perspectiva de la orientación como al nivel de las iniciativas de los miembros de la Escuela. La acción lacaniana descompleta, esto quiere decir que convierte en inesencial la parte más institucional de la Escuela que por estructura tiende a desconocer lo real.
La acción lacaniana invita a un decir del uno por uno, que no es sin los otros, donde cada cual pone lo que tiene de practicable al servicio de la política del psicoanálisis. Este decir es también para los otros discursos.
Por eso en la batalla no deberíamos estar solos, no somos los únicos en ver que una lógica social sustentada en la ideología de la evaluación y aplicada al comportamiento tiene fatídicas consecuencias en la vida de los sujetos y en la marcha del mundo. Nuestra acción debería contribuir a la ampliación de un campo contrario a la cuantificación generalizada. Para ello es preciso incrementar nuestra presencia en la opinión pública. En este sentido, leer, interpretar la subjetividad de nuestra época resulta de vital importancia. En la ELP hemos puesto en marcha un Seminario de elucidación del “estado de la civilización”, se trata de abrir camino, de actualizar argumentos, de inventar respuestas, de crear alianzas, de publicar en los medios, de promover Foros, etc.
Un nuevo impulso de la Escuela en España se empieza a reflejar en el número de demandas de entrada a la Escuela. Se inicia un tiempo de renovación generacional. En estos precisos momentos podemos constatar que las demandas de entrada a la Escuela casi triplican la media de los últimos años. Estos nuevos miembros por venir tendrán un lugar en la lógica colectiva de la Escuela, su participación y su nuevo impulso será crucial.
El futuro del psicoanálisis es nuestro, depende de nosotros mismos, depende de la acción de cada uno de los analistas de la Escuela.
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L’AZIONE LACANIANA IN ITALIA
Marco Focchi
La necessità di prolungare l’atto analitico nell’azione sociale si è posto per la SLP su più piani.
Il primo è stato pratico, e ha riguardato l’urgenza di avviare a Roma e a Milano il Ce.cli.p, l’equivalente italiano dei CPCT. Diversamente che nelle altre Scuole il Ce.cli.p è stato in Italia inizialmente collegato con l’Istituto freudiano, che ne ha ospitato le sedi. La soluzione si è imposta per la sua semplicità e rapidità di realizzazione: la struttura logistica era già disponibile e questo ha facilitato la via.
Da subito il Ce.cli.p ha ricevuto un numero ingente di domande, di tipologia variata e che sarà interessante mettere a confronto con quella degli altri Centri clinici europei.
I nostri programmi ora prevedono di dare un particolare impulso allo sviluppo del polo clinico, che riguarderà il collegamento con servizi sociali, strutture di salute mentale, convenzioni ed eventuali accreditamenti.
Abbiamo tutti potuto facilmente vedere, in questa apertura sul sociale, che quando la psicoanalisi si presenta come via di soluzione dei problemi, anziché come lunga ascesi intellettuale, mostrando di poter corrispondere a requisiti di brevità e di incisività, il suo carattere di utilità viene immediatamente riconosciuto e valorizzato.
Naturalmente, nel trattare con le istanze sociali, ci troviamo in concorrenza con le TCC, facilitate perché apparentemente più economiche e perché formatizzate in modo da essere facilmente comprensibili dagli apparati burocratici. Dobbiamo quindi mettere ben in evidenza i punti di forza della psicoanalisi, e quando questi appaiono con chiarezza, la psicoanalisi viene preferita dal pubblico, che può orientare gli apparati.
Il secondo piano che abbiamo contemplato per la nostra azione nel sociale riguarda quindi l’informazione e il rapporto con i media. Abbiamo cercato di progettare la giornata annuale – che quest’anno sarà realizzata in collaborazione con i nostri colleghi spagnoli, e che avrà quindi respiro europeo – nella prospettiva di farne un’occasione di contatto con un più ampio pubblico, con l’obiettivo di presentare il volto nuovo della psicoanalisi che stiamo costruendo nel Campo freudiano, un volto destinato a sostituire l’immagine pregiudiziale che della psicoanalisi si ha correntemente. Abbiamo dunque dato il titolo Trasformazioni della psicoanalisi per mettere in evidenza la freschezza delle nostre proposte, la flessibilità del nostro modo di lavorare, per decostruire luoghi comuni che ormai ostacolano l’accesso del pubblico alla psicoanalisi, perché lo lasciano convinto di sapere già di cosa si tratta.
Per troppi anni forse ci siamo preoccupati di affinare i nostri strumenti concettuali accantonando il fatto che una pratica come la nostra, il cui motore è la traslazione, non può trascurare l’opinione, perché l’impatto sull’opinione è il primo aggancio della traslazione. Bisogna dunque proteggere o rianimare la traslazione sociale nei confronti della psicoanalisi, e per farlo bisogna dialogare sul campo in cui sono in gioco le questioni fondamentali della nostra epoca. Uno snodo critico, in questo, è la biologia. C’è un orientamento riduzionista nella psicoanalisi, che va da Pribram e Gill, a Sulloway, a Solms a Kandel, che ha fatto riguadagnare attenzione alla psicoanalisi nei media presentandola come avvalorata e fondata dalle neuroscienze: credo che tutti ricordiamo il titolo del Newsweek nel 2002 che riabilitava Freud perché le sue teorie apparivano confermate dalle tecniche di Brain Imaging. La nostra prospettiva, sul rapporto con la biologia, è evidentemente diversa, ed è ben indicata dall’intervento di Miller in chiusura delle ultime giornate dell’ECF, su L’avvenire di Mycroplasma laboratorium: partiamo da fatto che non c’è scrittura, non c’è codifica del rapporto sessuale. Non è la biologia a condizionare il rapporto sessuale ma il linguaggio, o lalangue. La vita, la cui qualità, o la cui sacralità, secondo i punti di vista, è diventata in Italia un fattore della politica, è in Lacan uno degli ultimi nomi del reale, e abbiamo quindi tutti gli elementi per prendere posizione in questo dibattito decisivo.
Ultimo piano su cui si è estrinsecata la nostra azione è in direzione delle vicende legislative, che si sono rimesse in moto per rendere rimborsabili le psicoterapie da parte del servizio sanitario nazionale. Dietro queste proposte si profila la minaccia di un controllo o di una supervisione del potere medico su tutto ciò che è talking cure, il che significa per l’appunto annullare il verbale nel biologico. Su questo terreno la questione è aperta, e la Scuola si è già collocata come interlocutore del legislatore per far valere il proprio peso in questa partita decisiva.
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Marco Focchi
La necessità di prolungare l’atto analitico nell’azione sociale si è posto per la SLP su più piani.
Il primo è stato pratico, e ha riguardato l’urgenza di avviare a Roma e a Milano il Ce.cli.p, l’equivalente italiano dei CPCT. Diversamente che nelle altre Scuole il Ce.cli.p è stato in Italia inizialmente collegato con l’Istituto freudiano, che ne ha ospitato le sedi. La soluzione si è imposta per la sua semplicità e rapidità di realizzazione: la struttura logistica era già disponibile e questo ha facilitato la via.
Da subito il Ce.cli.p ha ricevuto un numero ingente di domande, di tipologia variata e che sarà interessante mettere a confronto con quella degli altri Centri clinici europei.
I nostri programmi ora prevedono di dare un particolare impulso allo sviluppo del polo clinico, che riguarderà il collegamento con servizi sociali, strutture di salute mentale, convenzioni ed eventuali accreditamenti.
Abbiamo tutti potuto facilmente vedere, in questa apertura sul sociale, che quando la psicoanalisi si presenta come via di soluzione dei problemi, anziché come lunga ascesi intellettuale, mostrando di poter corrispondere a requisiti di brevità e di incisività, il suo carattere di utilità viene immediatamente riconosciuto e valorizzato.
Naturalmente, nel trattare con le istanze sociali, ci troviamo in concorrenza con le TCC, facilitate perché apparentemente più economiche e perché formatizzate in modo da essere facilmente comprensibili dagli apparati burocratici. Dobbiamo quindi mettere ben in evidenza i punti di forza della psicoanalisi, e quando questi appaiono con chiarezza, la psicoanalisi viene preferita dal pubblico, che può orientare gli apparati.
Il secondo piano che abbiamo contemplato per la nostra azione nel sociale riguarda quindi l’informazione e il rapporto con i media. Abbiamo cercato di progettare la giornata annuale – che quest’anno sarà realizzata in collaborazione con i nostri colleghi spagnoli, e che avrà quindi respiro europeo – nella prospettiva di farne un’occasione di contatto con un più ampio pubblico, con l’obiettivo di presentare il volto nuovo della psicoanalisi che stiamo costruendo nel Campo freudiano, un volto destinato a sostituire l’immagine pregiudiziale che della psicoanalisi si ha correntemente. Abbiamo dunque dato il titolo Trasformazioni della psicoanalisi per mettere in evidenza la freschezza delle nostre proposte, la flessibilità del nostro modo di lavorare, per decostruire luoghi comuni che ormai ostacolano l’accesso del pubblico alla psicoanalisi, perché lo lasciano convinto di sapere già di cosa si tratta.
Per troppi anni forse ci siamo preoccupati di affinare i nostri strumenti concettuali accantonando il fatto che una pratica come la nostra, il cui motore è la traslazione, non può trascurare l’opinione, perché l’impatto sull’opinione è il primo aggancio della traslazione. Bisogna dunque proteggere o rianimare la traslazione sociale nei confronti della psicoanalisi, e per farlo bisogna dialogare sul campo in cui sono in gioco le questioni fondamentali della nostra epoca. Uno snodo critico, in questo, è la biologia. C’è un orientamento riduzionista nella psicoanalisi, che va da Pribram e Gill, a Sulloway, a Solms a Kandel, che ha fatto riguadagnare attenzione alla psicoanalisi nei media presentandola come avvalorata e fondata dalle neuroscienze: credo che tutti ricordiamo il titolo del Newsweek nel 2002 che riabilitava Freud perché le sue teorie apparivano confermate dalle tecniche di Brain Imaging. La nostra prospettiva, sul rapporto con la biologia, è evidentemente diversa, ed è ben indicata dall’intervento di Miller in chiusura delle ultime giornate dell’ECF, su L’avvenire di Mycroplasma laboratorium: partiamo da fatto che non c’è scrittura, non c’è codifica del rapporto sessuale. Non è la biologia a condizionare il rapporto sessuale ma il linguaggio, o lalangue. La vita, la cui qualità, o la cui sacralità, secondo i punti di vista, è diventata in Italia un fattore della politica, è in Lacan uno degli ultimi nomi del reale, e abbiamo quindi tutti gli elementi per prendere posizione in questo dibattito decisivo.
Ultimo piano su cui si è estrinsecata la nostra azione è in direzione delle vicende legislative, che si sono rimesse in moto per rendere rimborsabili le psicoterapie da parte del servizio sanitario nazionale. Dietro queste proposte si profila la minaccia di un controllo o di una supervisione del potere medico su tutto ciò che è talking cure, il che significa per l’appunto annullare il verbale nel biologico. Su questo terreno la questione è aperta, e la Scuola si è già collocata come interlocutore del legislatore per far valere il proprio peso in questa partita decisiva.
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La acción lacaniana en Europa y la FEEP.
Fundada en 1990, la EEP atravesó, desde el cambio de siglo, una profunda transformación con la creación de tres escuelas surgidas en su seno: la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis, en 2000 (Madrid) ; la Scuola Lacaniana di Psicoanalisi, en 2002 (Roma); y la New Lacanian School, en 2003 (Brujas). Hemos asistido, pues, en pocos años, al nacimiento de nuevas escuelas, creadas al términar sus respectivos procesos de formación dirigidos por Jacques-Alain Miller.
Esta transformación motivó que, en los últimos años, se planteara la cuestión de su papel en el conjunto de las escuelas europeas. La respuesta fue que la EEP seguía siendo necesaria para las escuelas que habían nacido para ser instrumentos del desarrollo del campo freudiano en los diversos países del ámbito europeo, y que, por tanto, las nuevas escuelas podían apoyarse en la EEP para realizar algunas de sus políticas y, también, para servir como una instancia reguladora, en cuestiones puntuales, o en otras, tan decisivas para el porvenir del psicoanálisis, como el dispositivo del pase.
El carácter profundamente original de la EEP residió siempre en el hecho de pensarla como una escuela que descompletaba el conjunto europeo. La EEP nunca fue una estructura que organizase jerárquicamente las escuelas en Europa, antes bien fue la Escuela que vectorizaba y que encarnaba la dimensión europea en cada una de las Escuelas.
Asumiendo esta historia, como Aufhebung de su pasado, el 30 de junio de 2007, se presentaba un proyecto de Estatutos de la Federación de Escuelas Europeas de Psicoanálisis (FEEP), que el Consejo AMP-Europa aprobó para que fuera sometido a la consideración de la Asamblea General de la EEP, celebrada el 1 de julio en París, junto a un calendario para la aprobación de los Estatutos definitivos. La Asamblea se pronunció favorablemente, acordando un calendario que contempló varias fases: una primera, de discusión entre del Presidente entrante de la EEP y los Presidentes de las Escuelas sobre los estatutos de esta Federación de Escuelas; luego, una segunda fase, donde se votó el proyecto de estatutos por las Asambleas Generales de cada Escuela; finalmente, una tercera, con la adopción definitiva -ayer mismo, aquí en Buenos Aires-, de los nuevos estatutos en la Asamblea General de la EEP.
A la hora de presentar y leer este informe, tengo el placer de anunciar la adopción de los nuevos estatutos que han transformado la EEP en una Federación Europea de las Escuelas de Psicoanálisis, una federación que incluye, como miembros, a todas las Escuelas europeas de la AMP. Quiero aprovechar esta occasión para expresar el profundo sentimiento de satisfacción que las diversas escuelas europeas sienten al poder contar con el apoyo de la École de la Cause freudienne, la primera escuela creada, tras haber aceptado formar parte de la FEEP. Quiero agradecer a nuestros colegas de la ECF por el paso que han dado para construir con su fuerza la Europa lacaniana.
Esta transformación es esencial, en el momento actual del psicoanálisis, para crear una base institucional más coordinada y eficaz, de dimensión europea, para la lucha contra la ideología de la evaluación y sus iniciativas legislativas, y ello en la perspectiva de la acción impulsada admirablemente por Jacques-Alain Miller para combatir algunas de las políticas sanitarias aplicadas a la salud mental en los países de la Unión Europea.
La FEEP tendrá pues como misión el facilitar la coordinación entre las Escuelas, y permitir un mejor seguimiento de la evolución de los CPCT y demás instituciones de psicoanálisis aplicado en Europa. Igualmente, se constituye como Observatorio Europeo para el seguimiento y respuesta a las iniciativas legislativas de los diferentes países de la Unión Europea. En este sentido, la política de la FEEP apuntará a contrariar y detener la “política de civilización” cognitivista promovida, en toda Europa, por las burocracias de Estado, una política autoritaria y utópica que, corta de miras, ha apostado todas sus esperanzas en la evaluación generalizada y en el reino de la cifra.
Para tal fin, la FEEP cuenta, además de las distintas publicaciones de sus escuelas, con un importante órgano de difusión, la revista Mental, que ha pasado a ser la revista de la FEEP, es decir, en su medio más eficaz –junto a las Jornadas- para la difusión de nuestras propuestas en el ámbito de la salud mental. En efecto, Mental es revista de Salud Mental y Psicoanálisis aplicado, destinada al público en general. El último número de Mental, dedicado a Pipol 3, sirve para poner de relieve el decisivo papel del programa Pipol, creado en 2002, para ser uno de los vectores del desarrollo del psicoanálisis aplicado en Europa. Sabemos que Pipol 3 fue un verdadero momento de báscula en la actualización de la práctica del psicoanálisis aplicado. Es por ello que las próximas jornadas Pipol 4, anunciadas para el 11 y 12 de Julio de 2009, en Barcelona, están llamadas a impulsar y hacer conocer la política de la FEEP. El título, anunciado por Jacques-Allain “Desinserción: clínica y pagmática de la desinserción en psicoanálisis” debe inspirarnos a pasar el espíritu de la última enseñanza de Lacan a la formación de los analistas del futuro.
La reconfiguración de la FEEP, a partir de la apuesta decidida por el psicoanálisis aplicado, es necesaria en la Europa que se está construyendo. Las futuras generaciones de analistas encontrarán el psicoanálisis en el llamado “campo psi”, y es en este terreno donde los analistas de las escuelas de la Federación deben hacerse sentir en toda su potencia en el campo del psicoanálisis aplicado a la terapéutica. La vía de la nostalgia acerca del psicoanálisis que antes se practicaba está llamada a ser interpretada. La última enseñanza de Lacan, a la luz de los cursos de Jacques-Alain Miller, es una brújula para despertarnos frente a los nuevos interrogantes y para hacer frente a las nuevas exigencias que el mundo plantea. El paso adelante que hay que dar supone interpretar lo que nos es contemporáneo, leer la subjetividad de nuestra época, avanzar hacia una clínica de la civilización que apunte a al malestar de la civilización, a sus impasses y trampas.
Hemos escuchado, hoy, cómo cada escuela de la FEEP ha abierto nuevos surcos en la extensión de nuestra orientación en el ámbito europeo, encontrado nuevas formas de trabajo entre colegas de distintos países y lenguas que nos ayudan a entender el éxito del último Congreso de la New Lacanian School, en Gante, los pasados días 15 y 16 de mayo.
Inmediatamente después de finalizar este espléndido Congreso, se anunció la preparación del VII Congreso de la NLS, en París, en colaboración con la ECF. Esta es una fórmula de trabajo y colaboración entre las escuelas de la FEEP que no es nueva. Se probó efectiva en 2003, entre la ECF y la SLP y, poco después en las jornadas de octubre de la ECF con la ELP y, en 2004 entre la SLP y la ELP.
Precisamente, la próxima etapa de la FEEP, se cumplirá los días 14 y 15 de junio, en Milán, en ocasión de las Jornadas italo-españolas que reunirá a la ELP y la SLP. El Consejo de la FEEP se reunirá entonces para estudiar la posibilidad de organizar, periódicamente, unas jornadas que reúna la totalidad de las escuelas de la Federación. Se trata de buscar el modo de impulsar nuestra presencia efectiva y nuestra capacidad creative, como Federación, ante los desafíos que el futuro nos depara. Debemos saber que se espera de nosotros un papel activo en la elaboración de respuestas novedosas que hagan frente a las incertidumbres creadas por las políticas irresponsables que han entrado en el ámbito de la subjetividad de los ciudadanos de nuestros países. Una respuesta coordinada y responsable de nuestras escuelas se hace necesaria. Con la FEEP entramos, pues, en otra apasionante etapa en el movimiento de reconquista del campo freudiano en Europa.
Muchas gracias,
Vicente Palomera
Buenos Aires, 25 de abril 2008.
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Fundada en 1990, la EEP atravesó, desde el cambio de siglo, una profunda transformación con la creación de tres escuelas surgidas en su seno: la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis, en 2000 (Madrid) ; la Scuola Lacaniana di Psicoanalisi, en 2002 (Roma); y la New Lacanian School, en 2003 (Brujas). Hemos asistido, pues, en pocos años, al nacimiento de nuevas escuelas, creadas al términar sus respectivos procesos de formación dirigidos por Jacques-Alain Miller.
Esta transformación motivó que, en los últimos años, se planteara la cuestión de su papel en el conjunto de las escuelas europeas. La respuesta fue que la EEP seguía siendo necesaria para las escuelas que habían nacido para ser instrumentos del desarrollo del campo freudiano en los diversos países del ámbito europeo, y que, por tanto, las nuevas escuelas podían apoyarse en la EEP para realizar algunas de sus políticas y, también, para servir como una instancia reguladora, en cuestiones puntuales, o en otras, tan decisivas para el porvenir del psicoanálisis, como el dispositivo del pase.
El carácter profundamente original de la EEP residió siempre en el hecho de pensarla como una escuela que descompletaba el conjunto europeo. La EEP nunca fue una estructura que organizase jerárquicamente las escuelas en Europa, antes bien fue la Escuela que vectorizaba y que encarnaba la dimensión europea en cada una de las Escuelas.
Asumiendo esta historia, como Aufhebung de su pasado, el 30 de junio de 2007, se presentaba un proyecto de Estatutos de la Federación de Escuelas Europeas de Psicoanálisis (FEEP), que el Consejo AMP-Europa aprobó para que fuera sometido a la consideración de la Asamblea General de la EEP, celebrada el 1 de julio en París, junto a un calendario para la aprobación de los Estatutos definitivos. La Asamblea se pronunció favorablemente, acordando un calendario que contempló varias fases: una primera, de discusión entre del Presidente entrante de la EEP y los Presidentes de las Escuelas sobre los estatutos de esta Federación de Escuelas; luego, una segunda fase, donde se votó el proyecto de estatutos por las Asambleas Generales de cada Escuela; finalmente, una tercera, con la adopción definitiva -ayer mismo, aquí en Buenos Aires-, de los nuevos estatutos en la Asamblea General de la EEP.
A la hora de presentar y leer este informe, tengo el placer de anunciar la adopción de los nuevos estatutos que han transformado la EEP en una Federación Europea de las Escuelas de Psicoanálisis, una federación que incluye, como miembros, a todas las Escuelas europeas de la AMP. Quiero aprovechar esta occasión para expresar el profundo sentimiento de satisfacción que las diversas escuelas europeas sienten al poder contar con el apoyo de la École de la Cause freudienne, la primera escuela creada, tras haber aceptado formar parte de la FEEP. Quiero agradecer a nuestros colegas de la ECF por el paso que han dado para construir con su fuerza la Europa lacaniana.
Esta transformación es esencial, en el momento actual del psicoanálisis, para crear una base institucional más coordinada y eficaz, de dimensión europea, para la lucha contra la ideología de la evaluación y sus iniciativas legislativas, y ello en la perspectiva de la acción impulsada admirablemente por Jacques-Alain Miller para combatir algunas de las políticas sanitarias aplicadas a la salud mental en los países de la Unión Europea.
La FEEP tendrá pues como misión el facilitar la coordinación entre las Escuelas, y permitir un mejor seguimiento de la evolución de los CPCT y demás instituciones de psicoanálisis aplicado en Europa. Igualmente, se constituye como Observatorio Europeo para el seguimiento y respuesta a las iniciativas legislativas de los diferentes países de la Unión Europea. En este sentido, la política de la FEEP apuntará a contrariar y detener la “política de civilización” cognitivista promovida, en toda Europa, por las burocracias de Estado, una política autoritaria y utópica que, corta de miras, ha apostado todas sus esperanzas en la evaluación generalizada y en el reino de la cifra.
Para tal fin, la FEEP cuenta, además de las distintas publicaciones de sus escuelas, con un importante órgano de difusión, la revista Mental, que ha pasado a ser la revista de la FEEP, es decir, en su medio más eficaz –junto a las Jornadas- para la difusión de nuestras propuestas en el ámbito de la salud mental. En efecto, Mental es revista de Salud Mental y Psicoanálisis aplicado, destinada al público en general. El último número de Mental, dedicado a Pipol 3, sirve para poner de relieve el decisivo papel del programa Pipol, creado en 2002, para ser uno de los vectores del desarrollo del psicoanálisis aplicado en Europa. Sabemos que Pipol 3 fue un verdadero momento de báscula en la actualización de la práctica del psicoanálisis aplicado. Es por ello que las próximas jornadas Pipol 4, anunciadas para el 11 y 12 de Julio de 2009, en Barcelona, están llamadas a impulsar y hacer conocer la política de la FEEP. El título, anunciado por Jacques-Allain “Desinserción: clínica y pagmática de la desinserción en psicoanálisis” debe inspirarnos a pasar el espíritu de la última enseñanza de Lacan a la formación de los analistas del futuro.
La reconfiguración de la FEEP, a partir de la apuesta decidida por el psicoanálisis aplicado, es necesaria en la Europa que se está construyendo. Las futuras generaciones de analistas encontrarán el psicoanálisis en el llamado “campo psi”, y es en este terreno donde los analistas de las escuelas de la Federación deben hacerse sentir en toda su potencia en el campo del psicoanálisis aplicado a la terapéutica. La vía de la nostalgia acerca del psicoanálisis que antes se practicaba está llamada a ser interpretada. La última enseñanza de Lacan, a la luz de los cursos de Jacques-Alain Miller, es una brújula para despertarnos frente a los nuevos interrogantes y para hacer frente a las nuevas exigencias que el mundo plantea. El paso adelante que hay que dar supone interpretar lo que nos es contemporáneo, leer la subjetividad de nuestra época, avanzar hacia una clínica de la civilización que apunte a al malestar de la civilización, a sus impasses y trampas.
Hemos escuchado, hoy, cómo cada escuela de la FEEP ha abierto nuevos surcos en la extensión de nuestra orientación en el ámbito europeo, encontrado nuevas formas de trabajo entre colegas de distintos países y lenguas que nos ayudan a entender el éxito del último Congreso de la New Lacanian School, en Gante, los pasados días 15 y 16 de mayo.
Inmediatamente después de finalizar este espléndido Congreso, se anunció la preparación del VII Congreso de la NLS, en París, en colaboración con la ECF. Esta es una fórmula de trabajo y colaboración entre las escuelas de la FEEP que no es nueva. Se probó efectiva en 2003, entre la ECF y la SLP y, poco después en las jornadas de octubre de la ECF con la ELP y, en 2004 entre la SLP y la ELP.
Precisamente, la próxima etapa de la FEEP, se cumplirá los días 14 y 15 de junio, en Milán, en ocasión de las Jornadas italo-españolas que reunirá a la ELP y la SLP. El Consejo de la FEEP se reunirá entonces para estudiar la posibilidad de organizar, periódicamente, unas jornadas que reúna la totalidad de las escuelas de la Federación. Se trata de buscar el modo de impulsar nuestra presencia efectiva y nuestra capacidad creative, como Federación, ante los desafíos que el futuro nos depara. Debemos saber que se espera de nosotros un papel activo en la elaboración de respuestas novedosas que hagan frente a las incertidumbres creadas por las políticas irresponsables que han entrado en el ámbito de la subjetividad de los ciudadanos de nuestros países. Una respuesta coordinada y responsable de nuestras escuelas se hace necesaria. Con la FEEP entramos, pues, en otra apasionante etapa en el movimiento de reconquista del campo freudiano en Europa.
Muchas gracias,
Vicente Palomera
Buenos Aires, 25 de abril 2008.
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LA ACCION LACANIANA EN LA NEL
Hace cinco años, en marzo de 2003, en su curso “Un esfuerzo de poesía” [1], JAM se anticipó a la conversación que vamos a tener hoy introduciendo la noción de acción lacaniana al interrogar el lazo del psicoanálisis y la sociedad. Lo que propuso en ese momento fue dilucidar, comprobar, qué puede –junto al acto analítico- tomar lugar como acción lacaniana; acción lacaniana, que al igual que el acto analítico, se mide por sus consecuencias en la sociedad.
Pero la aplicación del psicoanálisis solo es posible en sociedades con regímenes abiertos que no proscriben el psicoanálisis. Sabemos que las democracias de hoy, movidas por el empuje del discurso capitalista, producen segregación y exclusiones que afectan la práctica del psicoanálisis.
La campaña emprendida en Francia por JAM bajo la égida de L’Âne, por la defensa del psicoanálisis y contra el cognitivismo ha tenido resonancias en América. Cientos de colegas y personas conmovidas por la causa analítica han respondido a la campaña de adhesión a este movimiento promovida por las Escuelas Americanas y se han pronunciado contra la eliminación del psicoanálisis.
En algunos lugares más que otros, hoy asistimos a prácticas de regulación y control de todo orden, no solo de las disciplinas y profesiones sino también del ciudadano común. El “Affaire Mosley”, recientemente comentado por JAM en una entrevista periodística, nos lleva a reflexionar sobre la posición de la sociedad contemporánea. Constatamos que cada vez más se amplían las violaciones de lo privado e íntimo de las personas, desde lugares diferentes. En primera instancia están los medios de comunicación que hacen de lo privado un espectáculo, y se suponen legítimos jueces acerca de lo público y lo privado. Por lo demás hoy los individuos sueñan con los 15 minutos de fama y ello es explotado por los medios de manera no pocas veces obscena. Están los Estados igualmente, que bajo la idea de combatir el terrorismo y otros males contemporáneos, legitiman las irrupciones, incluso ilegales, que hacen a lo privado e íntimo de las personas. Están también los grupos de presión, políticos, económicos y otros, que a nombre de intereses diversos, violan lo íntimo y privado, y legitiman con razones diversas sus espionajes. Están los delincuentes (hackers, y otros) que irrumpen de maneras diversas, y chantajean a personas, grupos económicos, etc., con la información que saquean.
De otra parte hoy existe una amplia información digitalizada de las personas en bases de datos, la cual puede ser y es cruzada, información en general confidencial, que es usada hoy en diversas circunstancias para presionar a personas y/o para tomar decisiones, de manera arbitraria e improcedente. Así, la información académica, económica, de salud, laboral, etc., comienza a ser cruzada y ensamblada en forma abusiva por empleadores, gobernantes, delincuentes y otros para fines diversos.
Hay pues una tendencia creciente hacia el panóptico, y el psicoanálisis debería hacer conocer su posición al respecto y servir de orientador ante una perspectiva creciente y siniestra. Se trata finalmente de considerar cuál es la posibilidad que ofrece la época de preservar lo privado, lo confidencial, lo más íntimo de un sujeto.
La aplicación del psicoanálisis nos abre un amplio campo de posibilidades en un momento en que nos enfrentamos con un real en la transmisión del discurso psicoanalítico en la civilización. Como dijo Éric Laurent en su discurso de candidatura pasado, este real se manifiesta de diversas maneras, según las diversas Escuelas.
En la NEL tenemos el gran reto de la reconquista del Campo Freudiano en un vasto territorio americano. Por el momento no nos enfrentamos a una amenaza abierta y directa contra el psicoanálisis, así sea que las políticas cognitivistas estén instaladas de manera predominante en los servicios de salud mental y en las universidades. Pero estamos advertidos de que este peligro no nos es ajeno, en nuestras sociedades que también buscan el control del ciudadano de la mano del poder del mercado de consumo.
La poca regulación de la práctica permite innovar e implementar actividades y centros de atención con cierta libertad; es el momento clave en la NEL para hacer las cosas con rigor y buscar el reconocimiento institucional y social. Es una oportunidad única.
Sabemos que todas las democracias no son iguales, y en la NEL no podemos dejar de considerar las insuficiencias y contradicciones de nuestras democracias para resolver los problemas de la pobreza y los conflictos sociales consecuentes principalmente. En muchos casos nuestros problemas parten de la falta de recursos para la atención de la salud mental y del poco respeto de los derechos esenciales de la persona con enfermedad mental, de la que no se piensa que pueda ser un sujeto de pleno derecho, responsable de su ejercicio. En otros muchos casos, la violencia de la mano de la injusticia produce marginalidad y desinserción en la vida social. En situaciones como éstas cobra más fuerza lo que JAM dijo en su curso mencionado antes, que “el psicoanalista se ocupa de lo que no es útil en la vida cotidiana activa, se ocupa de lo que hace figura de desecho en la vida pragmática y en la vida social”[2].
La acción lacaniana renueva las posibilidades de inserción del psicoanálisis en la ciudad. Tener consecuencias en la sociedad es la medida de su eficacia. Todos los lugares se hacen posibles y los psicoanalistas en la NEL debemos buscar las condiciones –hay que inventarlas muchas veces – para ir de este orden o caos político generalizado, que intenta controlar todo, al establecimiento del lazo social, que se orienta por el discurso analítico y se basa en la regulación del goce. Y es que solo porque existe el goce, que el psicoanálisis tiene un lugar y el psicoanalista una oportunidad.
María Hortensia Cárdenas
Asamblea General de la AMP
Buenos Aires, abril de 2008
[1] Lección del 5 de marzo de 2003 de L'orientation lacanienne III, 5, Un effort de poésie
.[2] Lección del 12 de marzo de 2003, op. cit.
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