Boletín a-posteriori Nº 9

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Ecos epistémicos, clínicos y políticos

Todos los miembros y asociados de la NEL están invitados a participar en este boletín con sus textos, comentarios, testimonios y observaciones sobre las VI Jornadas de la NEL “El laberinto de las identificaciones”, realizado en Bogotá los días 5, 6 y 7 de noviembre de 2010.

Moderadoras: Piedad Ortega de Spurrier y Clara María Holguín

Si para Beatriz García Moreno de la NEL-Bogotá, el saldo de estas jornadas, apunta a señalar la importancia de una “ética del Biendecir”, para Jaime Castro de la NEL-Cali, el efecto logrado a partir de esta, produce una “tensión entre lo uno y lo múltiple, entre lo uno y el todo, entre el todo y el no-todo”.

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El laberinto de las identificaciones y la ética del Biendecir

Atendiendo la invitación hecha para participar en “a-posteriori” quiero expresar mi parecer sobre las pasadas Jornadas de La NEL realizadas en Bogotá a comienzos del mes de noviembre.

Empezaría por decir que las pasadas Jornadas de la NEL permitieron el despliegue de la ética de la diferencia a partir del Biendecir de miembros y asociados. Esta ética estuvo presente en el testimonio del pase de Leonardo Gorostiza, en las elaboraciones de cada uno de los conferencistas centrales y en cada una de las presentaciones de las mesas. La singularidad se enunció y fue escuchada, y presentificó la ciudad del psicoanálisis que busca acoger la diferencia sin desconocer la dificultad que ello representa.

“El laberinto de las identificaciones” y la manera constante de invitar a miembros y asociados a hablar desde la propia enunciación tuvo un despliegue significativo a través de las ponencias presentadas, cada una de las cuales dio cuenta de un tiempo de elaboración en el análisis personal y en los diferentes escenarios preparativos en cada una de las sedes y delegaciones de la NEL.

El deseo puesto de manifiesto, encontró cauce en la programación cuidadosamente realizada por la comisión científica, y en el espacio tomado y adaptado para el evento por los organizadores.

Beatriz García Moreno

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“El analista no se autoriza más que de él mismo”. Prefiero esta traducción a aquella donde se escribe “…no se autoriza más que de sí mismo…” Subrayo esta diferencia pues en la primera traducción hay una referencia a la tercera persona, lo que implica un rodeo más allá de una dimensión imaginaria del yo-tu, más allá de cierto mutualismo: “yo te autorizo-tu me autorizas” o “me autorizo de puro capricho”. Dicho rodeo es el del análisis personal. En ese sentido, el cuidado que se tuvo en las jornadas me ha hecho pensar que en una política de la enunciación, siempre es importante que el hecho de hablar “en primera persona”, no se convierta en un imaginario colectivo. Esta experiencia implica una ética no solo de quien toma la palabra sino también de quien escucha.

“Fuerza”. Este es el significante que retomo para nombrar el movimiento vivido en las jornadas. Fuerza quizá también sea la manera como se puede nombrar el deseo transmitido por los ponentes y su efecto en los comentarios y discusiones que se generaron a partir de los mismos. Esto me hace pensar en la importancia para la escuela en sus modos de operación de cuidar esa tensión entre una cierta identificación necesaria para que exista como espacio de formación y la dimensión de lo singular de sus integrantes. Es una especie de tensión entre lo uno y lo múltiple, entre lo uno y el todo, entre el todo y el no-todo. Por ejemplo, las intervenciones de Jean-Daniel Matet y Nora Conçalvez, tuvieron el valioso efecto de descompletar las Jornadas, pues introdujeron enigmas difíciles de seguir en el momento y más bien nos hicieron pensar en que tendremos que estudiar sus textos.

Jaime Castro