A propósito de los diez años del Instituto Oscar Masotta
Al Comité de Iniciativa, a los docentes, y a los participantes del IOM.
Estimados colegas, queridos amigos:
Como dice un lugar común, “parece que fue ayer”. Sí, parece que fue ayer cuando, el 23 de julio de 2000, varios de nosotros nos reunimos aquí, en esta misma sala de la EOL, junto con Jacques-Alain Miller, para participar de la creación de lo que ahora ya ha demostrado ser un sólido instrumento para el desarrollo y la extensión del psicoanálisis en toda la Argentina: el Instituto Oscar Masotta. Aún recuerdo aquella reunión…. Aún recuerdo el momento en que, mientras debatíamos acerca de cómo nombrar al instituto que estábamos creando, Graciela Musachi, bajo la forma de una pregunta, lanzó la propuesta: “¿Y por qué no: Instituto Oscar Masotta?” Pocos minutos después, luego de una breve deliberación, el nuevo instituto había sido bautizado. Fue un momento de concluir que implicó también la conclusión de años habitados por una falsa oposición, la que se establecía en término excluyentes: Caracas o Masotta, Masotta o Caracas. Una falsa oposición que -como también lo recordaba Graciela muchos años atrás[1]- Jacques-Alain Miller mismo había puesto tempranamente en cuestión. “Ese mundo –decía Miller- que, viniendo de París, habíamos descubierto en Caracas en 1980, no somos nosotros, de París, quienes lo hemos creado. Es la obra de un asombroso argentino, Oscar Masotta…”[2] Estos diez años de funcionamiento efectivo del IOM han dado cuenta de cómo esa falsa disyuntiva ha sido finalmente superada. Y ha sido superada porque el IOM se ha planteado y ha sabido sostener un objetivo superior: la extensión del psicoanálisis más allá de las fronteras de Buenos Aires. Hace un par de días, le preguntaba a Jorge Chamorro de qué manera podría caracterizar, con un solo rasgo, la especificidad del IOM. Me dijo, aproximadamente, lo siguiente: “es un instrumento simbólico para tratar los efectos de grupo”. Efectivamente, si la falsa oposición que antes mencionaba fue superada, hay ahora –en esto diez años de vida del IOM- nuevas oposiciones, o, mejor dicho, nuevas tensiones. Tensiones que tal vez nunca serán superadas de manera completa porque hacen a la dialéctica constante en la cual el IOM debe desplegar su tarea. Me refiero a la tensión que existe entre el dar lugar a las transferencias que se suscitan en los CID y Delegaciones con diversos docentes, y la necesaria permutación que apunta a evitar que dichas transferencias se cristalicen en efectos de grupo. Es en esta dialéctica, de la que no hay síntesis posible, donde se ubica el trabajo ininterrumpido que debe llevar adelante el Comité de Iniciativa: apuntar, con arte, a situar, cada vez y en cada lugar, cuál es la mejor decisión para sostener el objetivo superior de la extensión del psicoanálisis en el vasto territorio nacional, trascendiendo así la confrontación de las pequeñas diferencias. Ese objetivo superior, ustedes lo saben, es del mayor interés para la AMP. Porque, ¿cómo no podría interesarle a la AMP que el Eolo sople por todos los rincones del país cuya capital es la capital mundial del psicoanálisis? Este décimo aniversario del IOM es una excelente ocasión para hacer un balance. El balance de si dicho objetivo ha prevalecido sobre las marchas y contramarchas, los conflictos y las tensiones que, ineludiblemente, hubo y habrá que enfrentar ante una tarea de estas dimensiones. Mi balance es que sí, que en estos diez años del IOM dicho objetivo superior ha prevalecido. Los trece CID, las trece Delegaciones, los más cien docentes, tanto de Buenos Aires como del interior, las actividades de las bibliotecas, las Jornadas regionales, así como los Seminarios Intensivos que, como el de hoy, vienen jalonando todos estos años de trabajo palpitante, creo que son suficiente prueba de ello. Que sepamos que no por esto las dificultades habrán de desaparecer, no debe impedirnos reconocer todo lo que durante este tiempo de existencia el IOM ha conseguido. Estimados colegas, queridos amigos, les hago llegar entonces un afectuoso saludo y mis mejores deseos no solo de que tengan ustedes un muy buen trabajo en este sexto Seminario Intensivo, sino también el deseo de que el trabajo cotidiano de sembrar el espíritu del psicoanálisis en toda la Argentina prosiga, como hasta ahora, intenso y sostenido, muchos años más. ¡Feliz cumpleaños, IOM!
Leonardo Gorostiza Presidente de la AMP Buenos Aires, 3 de diciembre de 2010.
[1] Musachi, Graciela, “Un asombroso argentino: Oscar Masotta”, en Correo del Campo Freudiano n° 7, Argentina, 1990. [2] En ocasión del V Encuentro Internacional del Campo Freudiano, Buenos Aires, 1988 (Correo del Campo Freudiano n° 4, Argentina, 1989).
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