1 de março de 2012

XII Conversación Clínica del ICF - FLASH - A Aromi

XII CONVERSACIÓN CLÍNICA DEL ICF

Barcelona, 3 y 4 de Marzo de 2012

El final

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Flash

"Se trata en el psicoanálisis de elevar la impotencia (que da razón del fantasma) a la imposibilidad lógica (la que encarna lo real). Es decir, de completar el lote de los signos en donde se juega el fatumhumano. Es suficiente ahí con saber contar hasta 4, el 4 en donde convergen las tres grandes operaciones numéricas: 2 más 2, 2 por 2, 2 elevado a 2.”

"...0u pire”, Autres Ecrits, pág. 551

La frase que me ha tocado flashear la veo construída en tres partes. Un edificio de tres cuerpos, cada uno alcanzando un punto, cada vez más elevado.

La primera parte sostiene dos oposiciones: impotencia/imposibilidad y fantasma/real. Estudiando el final del análisis eso dice cosas. Y sobre todo abre una pregunta: ¿cómo pasar de la impotencia del fantasma a la imposibilidad de lo real? Por elevación, dice aquí Lacan. Este es el elemento conector entre los términos.

La cuestión entonces es entender cómo opera esta elevación. Aquí se enlaza la segunda parte: completando el lote. Lo cual comporta una nota original porque comúnmente en la elevación, en la aufhebung, resalta el elemento de resto, de lo que cae de la operación, mientras que aquí parece tratarse de una elevación que comporta una suma, algo a añadir para completar.

Hemos dicho, ¿cómo pasar de la impotencia del fantasma a la imposibilidad de lo real? La tercera parte resuelve: basta saber contar hasta cuatro. ¿Por qué cuatro? En este punto recordaba que Lacan había hablado de contar hasta tres, y me sorprendía la elevación de la cifra, así que hice una pequeña pesquisa al respecto.

Lacan habla, en La relación de objeto, de una visita que hizo a un zoo próximo a Londres. Habiéndole llamado la atención la placidez que reinaba en la jaula ocupada por el león rodeado de tres leonas, y preguntándose el porqué de la armonía entre esos animales, se responde “es porque el león no sabe contar hasta tres” (1). Es decir que los animales sólo saben contar hasta dos porque viven en la relación dual, imaginaria.

Lacan volverá a sacar a escena sus leones en La identificación cuando trate de los celos sexuales. “Los celos sexuales exigen que el sujeto sepa contar” (2), dice, por eso las leonas del zoológico no estaban celosas unas de otras, porque no sabían contar. ¿Y los humanos? El problema, dice Lacan, es que no hay ninguna deducción posible del número a partir únicamente de la experiencia “ninguna deducción de la experiencia puede hacernos acceder al número tres” (3). Por eso no es muy optimista al respecto y, según él, los humanos no cuentan mucho mejor que los leones, aunque no obstante pueden llegar a contar hasta tres. ¿Qué es este tres? El tres es el elemento necesario para que el dos se sostenga. Dicho de otra manera, para hacer funcionar la relación entre los sexos se necesita el falo como mediador. Y ese tres no es un elemento imaginario sino simbólico.

Entonces, ¿el cuatro? El cuatro se necesita para verificar que el tres no se sostiene por sus propios medios. Para sostener la relación que no existe no basta con el falo, hay que contar con lo real. No hay relación que se sostenga, paradójicamente, sin contar con lo real.

Anna Aromí

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NOTAS

(1) J. Lacan, Seminario 4. La relación de objeto, pág. 212.

(2) J. Lacan, Seminario 9. La identificación, pág, 357.

(3) J. Lacan, Ibidem.

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