LA BRÚJULA
Semanario de la Comunidad Madrileña de la ELP
Nº 192 En Madrid, a 4 de junio de 2010
Jefa de Redacción: Rosa López
- ENCUENTRO EXTRAORDINARIO HACIA EL FORO
- LA EVALUACIÓN: ¿UNA IDEOLOGÍA?
- PRESENTACIÓN DE *LA FILOSOFÍA, OTA VEZ*, DE ALAIN BADIOU
- LITER-a-TULIA
- LITER-a-TULIA
- ¿PORQUÉ ESTE FORO?
- ¿CÓMO ACOGER LOS OBJETOS CON LOS QUE SE PRESENTA EL NIÑO AUTISTA?
- 8º CONGRESO DE LA NLS
- JORNADAS DE RENNES
ENCUENTRO EXTRAORDINARIO HACIA EL FORO
Martes, 8 de Junio
20,45 hs.
El Espacio Madrileño de Psicoanálisis con Niños y el Departamento de Psicoanálisis con Niños (Nucep) le invitan a participar en este encuentro, donde podremos conversar sobre la necesidad y el interés de realizar este Foro que tiene como objetivo principal llamar la atención sobre el obstáculo mayor que supone el empuje de los métodos evaluativos actuales. La hipótesis a trabajar es que estos métodos están en el origen de los múlptiples síntomas que afectan a la subjetividad contemporánea por su empeño en querer silenciarla. El sujeto autista es aquel que nos muestra la máxima dificultad para acceder a esa subjetividad y aquel que padece de una manera devastadora los efectos de ese silencio.
Para continuar el debate contaremos con la siguiente contribucion:
SOBRE LA PRACTICA ENTRE VARIOS, por Marian Martín
Coordina: Ana Lía Gana
20,45 hs.
El Espacio Madrileño de Psicoanálisis con Niños y el Departamento de Psicoanálisis con Niños (Nucep) le invitan a participar en este encuentro, donde podremos conversar sobre la necesidad y el interés de realizar este Foro que tiene como objetivo principal llamar la atención sobre el obstáculo mayor que supone el empuje de los métodos evaluativos actuales. La hipótesis a trabajar es que estos métodos están en el origen de los múlptiples síntomas que afectan a la subjetividad contemporánea por su empeño en querer silenciarla. El sujeto autista es aquel que nos muestra la máxima dificultad para acceder a esa subjetividad y aquel que padece de una manera devastadora los efectos de ese silencio.
Para continuar el debate contaremos con la siguiente contribucion:
SOBRE LA PRACTICA ENTRE VARIOS, por Marian Martín
Coordina: Ana Lía Gana
Antonio Di Ciaccia es el fundador en 1973 de Antenne 110, en Bruselas. Su apuesta fue pensar las condiciones de un dispositivo dentro de una institución que respondiera a la estructura del niño psicótico y autista, orientado fundamentalmente a producir la existencia del sujeto autista y psicótico.
Este dispositivo se orienta por el psicoanálisis y el discurso analítico y fue bautizado por J. Alain Miller como una “práctica entre varios”
En las instituciones donde se interviene con una práctica entre varios, los integrantes toman una posición de receptores dóciles de la particularidad de cada niño, promoviendo una atmósfera desangustiante y creando una red entre ellos para sostener el extraordinario trabajo que el niño y el adolescente autista y psicótico realizan, permitiendo de esta manera una posibilidad de una abertura hacia el Otro y los otros. Esto implica decir sí a su cuerpo, decir sí a su objeto complementario, decir sí a su saber y a sus construcciones en contraposición a todos los no y todas las consignas que escuchan desde las prácticas reeducadoras.
Además implica acoger a los padres en este proceso, dando un lugar privilegiado al saber que tienen de su hijo, este saber no se usa ni para mantenerlos alejados ni para decirle lo que no hacen bien ni para culpabilizarlos. No se trata de educar a los padres ni tampoco convertirlos en reeducadores de por vida. Se trata de darles un lugar de sujeto para que en algún momento del proceso ellos puedan dar ese lugar de sujeto a su hijo.
Mariam Martín
LA EVALUACIÓN: ¿UNA IDEOLOGÍA?
ENCUENTROS EN LA BIBLIOTECA
ENCUENTROS EN LA BIBLIOTECA
Miércoles 9 de junio, 19: 45 hs
La Biblioteca de Orientación Lacaniana de Madrid os invita al 4º encuentro 20l0 LA EVALUACIÓN: ¿UNA IDEOLOGÍA?. Dentro del Ciclo: EL PSICOANÁLISIS Y LOS DISCURSOS DEL PODER
“La operación de la evaluación hace pasar un ser de su estado de ser único al estado de uno-entre-otros (…) significa conectar el goce único, el goce siempre solitario y autista del sujeto con el Otro, el gran Otro, el Otro universal del significante”*, en la medida en que el sujeto sometido a ella admite ser comparado con otros. La evaluación como método, aplicada inicialmente al management empresarial, y hoy extendida prácticamente a todos los ámbitos de la sociedad, ha desplegado su potencial a lomos del discurso de la ciencia, del que es tributaria. Dado que evaluar es comparar, medir, es simultáneamente hacer ver la falta, con la peculiaridad de que los evaluados consienten en ingresar al mundo de la estadística retratándose en una operación que supone ganancias y pérdidas.
En el camino hacia el Foro de Barcelona, que se celebrará el 19 de junio con el título “Lo que la evaluación silencia”, es pertinente interrogarse sobre lo que la evaluación silencia. Como las terapias psicológicas presuntamente basadas en la evidencia, las estadísticas proveen tan sólo probabilidades, no certezas. Y lo que la evaluación silencia es lo que le ocurre al sujeto en lo que podríamos llamar manifestaciones sintomáticas, que obedecen a la subjetividad y no al cálculo.
Participan:
Beatriz Soriano Muñío: Talent Manager en una empresa multinacional. Ha sido premiada por su artículo Retención del talento desde el primer día.
“La operación de la evaluación hace pasar un ser de su estado de ser único al estado de uno-entre-otros (…) significa conectar el goce único, el goce siempre solitario y autista del sujeto con el Otro, el gran Otro, el Otro universal del significante”*, en la medida en que el sujeto sometido a ella admite ser comparado con otros. La evaluación como método, aplicada inicialmente al management empresarial, y hoy extendida prácticamente a todos los ámbitos de la sociedad, ha desplegado su potencial a lomos del discurso de la ciencia, del que es tributaria. Dado que evaluar es comparar, medir, es simultáneamente hacer ver la falta, con la peculiaridad de que los evaluados consienten en ingresar al mundo de la estadística retratándose en una operación que supone ganancias y pérdidas.
En el camino hacia el Foro de Barcelona, que se celebrará el 19 de junio con el título “Lo que la evaluación silencia”, es pertinente interrogarse sobre lo que la evaluación silencia. Como las terapias psicológicas presuntamente basadas en la evidencia, las estadísticas proveen tan sólo probabilidades, no certezas. Y lo que la evaluación silencia es lo que le ocurre al sujeto en lo que podríamos llamar manifestaciones sintomáticas, que obedecen a la subjetividad y no al cálculo.
Participan:
Beatriz Soriano Muñío: Talent Manager en una empresa multinacional. Ha sido premiada por su artículo Retención del talento desde el primer día.
Julio Rogero: Maestro, miembro del Movimiento de Renovación Pedagógica Escuela Abierta. Ha publicado Escuela Pública. Democracia y poder (en colaboración); El modelo convivencial: clave organizativa del centro educativo, entre otros. Participa en diversas plataformas en defensa de la Escuela Pública y en el Foro Social de Madrid.
Ariane Husson: Psicoanalista y lingüista. Socia de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis (ELP), y miembro del equipo de la Biblioteca de Orientación Lacaniana de Madrid.
Joaquín Caretti: Psicoanalista, miembro de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis (ELP) y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP). Miembro del equipo de la Biblioteca de Orientación Lacaniana de Madrid.
Luis Seguí: Abogado, miembro de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis (ELP) y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP). Responsable de la Biblioteca de Orientación Lacaniana de Madrid.
*Miller, Jacques-Alain y Milner, Jean-Claude, ¿Desea usted ser evaluado?, Málaga: Miguel Gómez Ediciones, 2004.
PRESENTACIÓN DE *LA FILOSOFÍA, OTRA VEZ*, DE ALAIN BADIOU
Jueves 10 de junio , 20,00 hs.
Entrada libre
LA BIBLIOTECA DE ORIENTACIÓN LACANIANA DE MADRID tiene el placer de invitar a la presentación del libro de: Alain Badiou *La filosofía, otra vez*, de Editorial Errata Naturae.
¿Pide filosofía el mundo actual? ¿Cuáles serían sus condiciones de existencia? Son preguntas esenciales que realiza Alain Badiou en su última obra, La filosofía, otra vez. Y a juzgar por la visión que proyecta sobre la inhumanidad del mundo actual y la incidencia que tiene sobre el malestar de los sujetos, el autor considera que la filosofía ha de hacer resurgir toda su potencia. Ello obliga a dar algunos pasos más allá de la metafísica y racionalismo clásicos, de la hermenéutica, de la filosofía analítica, y de la posmodernidad, para situar nuevas coordenadas de la verdad y el sujeto, sin renunciar al afán de universalidad.
Fundamentar el reto de problematizar el mundo capitalista basado en la presión de la especialización y la fragmentación, y en la anarquía que imponen los flujos intercambiables de mercancía, capital e información, supone sostenerse en la consistencia del deseo singular y particular de la filosofía. Alain Badiou propone una jugada esencial, un proceso de ralentización, el tiempo para un pensamiento sosegado que pueda construir un escenario en el que los seres humanos podamos reconocer algo que se nombre como libertad.
Fundamentar el reto de problematizar el mundo capitalista basado en la presión de la especialización y la fragmentación, y en la anarquía que imponen los flujos intercambiables de mercancía, capital e información, supone sostenerse en la consistencia del deseo singular y particular de la filosofía. Alain Badiou propone una jugada esencial, un proceso de ralentización, el tiempo para un pensamiento sosegado que pueda construir un escenario en el que los seres humanos podamos reconocer algo que se nombre como libertad.
Participan:
Jorge Alemán: Psicoanalista, filósofo y poeta, miembro de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis (ELP) y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP). Docente del Nuevo Centro de Estudios Psicoanalíticos (NUCEP). Entre sus obras están Derivas del discurso capitalista (2003), El porvenir del inconsciente (2006), el poemario No saber (2008) y su último trabajo Para una izquierda Lacaniana... (2009).
Germán Cano: Profesor titular de Filosofía en el Departamento de Historia de la Filosofía de la Universidad de Alcalá de Henares. Ha trabajado la obra de Adorno, Benjamín, Baudrillard, Agamben, Bauman. Entre sus publicaciones destacan Como un ángel frío. Nietzsche y el cuidado de la libertad (2000) y Nietzsche y la crítica de la modernidad (2001), y ha colaboradao en la elaboración del Diccionario de Filosofía, editado por Espasa Calpe.
Ignacio Castro: Filósofo, ensayista, y crítico de cine y arte en diversos medios. Ha impartido masters en diversas instituciones nacionales y extranjeras. Es autor de Roxe de Sebes (2001), Trece ocasiones (2002), La explotación de los cuerpos (2002), Crítica de la razón sexual (2002), La sexualidad y su sombra (2004) y Votos de riqueza (2008) del que se está preparando su edición francesa.
Ignacio Castro: Filósofo, ensayista, y crítico de cine y arte en diversos medios. Ha impartido masters en diversas instituciones nacionales y extranjeras. Es autor de Roxe de Sebes (2001), Trece ocasiones (2002), La explotación de los cuerpos (2002), Crítica de la razón sexual (2002), La sexualidad y su sombra (2004) y Votos de riqueza (2008) del que se está preparando su edición francesa.
Miguel Ángel Alonso (moderador): socio de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis (ELP), integrante del equipo de la Biblioteca de Orientación Lacaniana de Madrid, y co-fundador responsable de Liter-a-tulia, tertulia de literatura y psicoanálisis.
LITER-a-TULIA
viernes 11 de junio
Manuela Malasaña nº9, 18 hs
Liter-a-tulia cierra su segundo curso.
Para esta ocasión especial, contaremos con la presencia de la escritora Clara Sánchez, la última ganadora del premio Nadal con su obra "Lo que esconde tu nombre" que será a la que dedicaremos esta reunión. Su presencia nos permitirá conversar acerca de esta historia, participarle nuestras reflexiones, dudas y comentarios sobre la misma. Será un verdadero privilegio poder escuchar, como en otras ocasiones, las palabras del propio creador de la ficción que nos ocupa.
El blog sigue siendo la referencia de nuestras actividades, además de un lugar de lectura muy recomendable www.liter-a-tulia.blogspot.com
Para esta ocasión especial, contaremos con la presencia de la escritora Clara Sánchez, la última ganadora del premio Nadal con su obra "Lo que esconde tu nombre" que será a la que dedicaremos esta reunión. Su presencia nos permitirá conversar acerca de esta historia, participarle nuestras reflexiones, dudas y comentarios sobre la misma. Será un verdadero privilegio poder escuchar, como en otras ocasiones, las palabras del propio creador de la ficción que nos ocupa.
El blog sigue siendo la referencia de nuestras actividades, además de un lugar de lectura muy recomendable www.liter-a-tulia.blogspot.com
Desde la pasada semana está publicado el desarrollo de la última tertulia sobre el libro de Richard Yates.
¿PORQUÉ ESTE FORO?
por Carmen Cuñat
La idea de realizar este Foro surgió en la Asamblea de miembros de la ELP en noviembre, cuando algunos colegas de la comunidad de Catalunya nos alertaron sobre la deriva que estaba tomando a nivel político la atención a sujetos afectados por el sindrome de autismo. Ya un año antes había tenido lugar una comparecencia de la Asociación Aprenem en la Comision de sanidad del Parlamento de Catalunya. Un año despues las propuestas de esa asociación desembocaban en un moción presentada por el grupo Popular al Senado, en la que se instaba al Gobierno a elaborar un Plan nacional para el Autismo y los trastornos generales del desarrollo. Esta moción, como se dice en el extracto de la sesión, sólo pretaba su voz, a los representantes de la Federación de Autismo (FESPAU) y a la Asociación Autismo España.
En esa primera comparecencia la Asociación Aprenem llamaba la atención sobre la prevalencia de este trastorno - se preconiza que en los proximos años padecerán del sindrome 1 de cada 150 niños - y se pedia implementar medidas adecuadas, de la misma manera que se hizo en su momento para otras patologias de la infancia como, por ejemplo, el Sindrome de Down. Al mismo tiempo, se adjuntaba una Propuesta de Protocolo de actuación ante los llamados Trastornos del Espectro Autista. En efecto, se abogaba tambien por la especificidad de este trastorno a deslindar de los llamados Trastornos generales del desarrollo.
El malestar de nuestros colegas no venía por estar en contra de la necesidad de responder a este tipo de propuestas con la que podian estar en principio de acuerdo, venia de los argumentos dados en un segundo momento para sostener estas propuestas.
Entre estos argumentos se hacía una critica explicita a la atención en los CDIAP, dependientes del departamento de asuntos sociales. Son los centros de atención temprana que llevan desde hace años acogiendo y tratando de una manera específica a niños afectados por los TEA, con un enfoque interdisciplinario y de los cuales se decía que: "solo ofrecen un tratamienbto de una o dos sesiones de 45 minutos semanales, que resulta claramente insuficiente y que en la mayoria de los casos parte de un enfoque terapeutico psicodinámico, desaconsejado por la comunidad cientifica internacional, por el hecho de haberse demostrado de manera empírica su ineficacia en el tratamiento del autismo" Y para reforzar esta apreciación cuanto menos parcial y "poco científica" ya que a los trabajadores de estos centros nadie les habia preguntado nada, los ponentes aludian a la causalidad estrictamente neurologica del trastorno, afirmación sostenida a raiz de supuestas investigaciones realizadas bajo el modelo de la llamada Medicina basada en la evidencia.
Estas manifestaciones muy poco simpáticas para el psicoanálisis no venían solas. Durante estos últimos años hemos podido comprobar que muchos de nuestros colegas se han visto obligados a dimitir de su puesto de trabajo por verse forzados a someterse a una práctica constreñida de la evaluación y del protocolo que deja fuera cualquier iniciativa, cualquier espacio de creatividad en el trabajo, cuestiones que hacen a lo más propio del ser hablante, a lo más propio de la subjetividad humana.
Y ocurre que cuando se trata de acercarse al sujeto autista, sujetos que han renunciado por el momento a escuchar a los otros, sujetos que en principio no quieren nada, sujetos que a veces demasiado tempranamente han podido constatar la omnipotencia del aparato del lenguaje, cuando se trata de estos sujetos, esos metodos evaluativos, basados en la gestion de recursos y en la cifra, que les son completamente ajenos, resultan terriblemente invasivos y no sólo para ellos sino para muchos de los profesionales y para los padres mismos que los tienen que poner en marcha.
De la misma manera, ese empuje a la evaluación y al protocolo, que pasa por encima de cualquier otra medida política capaz de hacer un lugar a la subjetividad, y que se alza bajo la bandera de una falsa democratización de los recursos, afecta también al desarrollo de la cultura, de las artes, tergiversa incluso los resultados de las investigaciones cientificas, por ello también hemos considerado importante dar la palabra en el Foro a otros profesionales de otras disciplinas que se ven amenazados por lo mismo.
Para llamar al Foro se redactó un Manifiesto que muchos habreis podio leer, poniendo de relieve todas estas cuestiones. Hemos recibido muchos apoyos, de personas y de instituciones, unos mil apoyos y hasta ahora 302 inscritos y hemos tenido tambien respuestas de rechazo. Los argumentos en contra hay que decir que se reducen a unos pocos; se han manifestado asociaciones de padres, las más conocidas en el campo del autismo, que estan claramente guiadas exclusivamente por grupos de poder que se sostienen en un discurso indealectizable, promoviendo las terapias cognitivo comportamentales como unico enfoque, insistiendo en la solvencia cientifica de sus propuestas y en un argumento ya clásico y no por ello más convincente y es el de que el psicoanálisis culpabiliza a los padres. Les hemos respondido por medio del Blog del Foro de una manera cuidadosa e ilutrada, recordándoles entre otras cosas que no fueron los psiconalistas los primeros que hablaron de una personalidad característica de los padres de los niños autistas. Fue Leo Kanner quien lo sugirio.
Los psicoanalistas, despues de un siglo de ocuparse de las patologias más graves de la infancia, despues de elaborar un posible tratamiento de la psicosis por la palabra, con conocimiento de causa entonces, ha tenido que rectificar no sólo con respecto al tratamiento del autismo, sino también reorientarse en relación con los nuevos sintomas que nos propone la modernidad. Ahora , dentro del campo amplio del psicoanálisis coexisten elaboraciones teoricas muy diferentes y muy diferentes también modos de entender la clinica. Y en lo que se refiere al autismo se hizo necesario, en efecto, reorientar el trabajo con los padres, esa es la perspectiva al menos que ha tomado el Campo freudiano pero ¡desde hace ya 30 años!. De la misma manera, se han tenido que inventar nuevos modelos institucionales. Pero paradógicamente, para ello no hizo falta renunciar a los principios fundamentales del Psicoanálisis. Como lo recordaba J. Pierre Rouillon en un Coloquio reciente - director de una centro en Francia para niños con patologias graves, creado en los años 60 - para acoger a estos niños afectados de autismo que empezaron a llegar en los 80, sólo hubo que volver a los origenes y como hizo Freud con sus primeras pacientes histericas, callarse, dejarles el espacio y el tiempo para hablar y renunciar a la sugestion.
Ahora, siguiendo esa propuesta de un Plan de Acción para los TEA, se propone a su vez la edicion de Guias de Diagnostico y de tratamiento, donde es evidente que se censura impunemente el abordaje psicoanalítico del autismno. Eva Rivas que ha participado en la Guia propuesta por la Comunidad de Madrid nos va a hablar de ello.
Como decía Jean Pierre Rouillon en un Coloquio reciente, quizas no haya que hacer Guias de las buenas practicas sino "guias de las mejores practicas". Y ¿cuales son las mejores practicas? Aquellas que se atienen al respeto de lo singular, aquellas que tienen en cuenta lo que dicen los mismos autistas, aquellas que miran esos comportamientos raros y repetitivos de los autistas no solo como un deficit o una inacapacidad sino intentando descubrir su función precisa que es la de defenderse contra la angustia. Es notable que en todas esa propuestas la palabra angustia no aparezca, cuando es algo que está tan presente no sólo para el sujeto autista sino para los que se ocupan de ellos cuando no encuentran la manera de abordarles. Son las mejores prácticas tambien aquellas que rescatan de esos comportamientos su aporte más inventivo y que tienen en cuenta entonces los propios recursos del sujeto. Por ejemplo, ¿que hacer con esos objetos con los cuales el niño autista se hace acompoñar?, ¿se trata de sacarselos de encima de cualquier manera para que el niño esté atento al aprendizaje de unos habitos que no entiende en absoluto para que le sirven? Regina Penna nos va a hablar brevemente de esto antes del debate.
J. Claude Maleval, que en los últimos años se ha dedicado a investigar de una manera seria sobre el autismo, tomando sobre todo en cuenta lo que nos pueden decir y han escrito los autistas llamados de alto nivel, decía en ese mismo Coloquio que desde el punto de vista estrictamente estadistico no hay mucha diferencia en cuanto a los resultados del metodo ABA que se rige por el analisis del comportamiento, o del metodo Teacch, que se centra en la rectificación del deficit cognitivo, no hay mucha diferencia con "el abordaje psicodinamico" que promueve, por ejemplo, acompañar al sujeto autista en diferentes tareas con la única condición de que éste consienta. La diferencia está en que para los padres y los educadores que se ocupan de estos niños su tarea se hace mucho menos penosa y coercitiva, ya no solo para los niños. Ana Jimenez nos va a hablar de cómo se plantea ese tipo de trabajo en l'Antenna , en Venecia, una institucion orientada por el psicoanálisis o por lo que se ha venido a llamar la Practica entre varios.
*Introducción al Encuentro extraodinario, realizado el 25 de mayo en la Sede de Madrid de la ELP, en el espacio Hacia el Foro "Lo que la Evaluación silencia: el Autismo" promovido por el Departamento de Psicoanálisis con niños (NUCEP), el Grupo de Investigación sobre psicosis (NUCEP) y el Espacio Madrileño de Psicoanálisis con Niños
Invitamos a todos aquellos que deseen manifestar públicamente su apoyo a este Forum a que envíen un mail incluyendo: nombre y profesión.
Apoyos al Forum e informaciones: foroautismo@gmail.com
Toda la actualidad de este Forum en: http://foroautismo.blogspot.
¿CÓMO ACOGER LOS OBJETOS CON LOS QUE SE PRESENTA EL NIÑO AUTISTA?
por María Regina de Paiva Penna-Firme
por María Regina de Paiva Penna-Firme
En el discurso social que se inscribe dentro de una ideología progresista que quiere promover una sociedad armónica y de bienestar, el término “integración” es moneda corriente. Pero ¿qué es integrar? ¿será simplemente no rechazar? ¿será en nombre de un ideal humanista, colmado de buenas intenciones, hacer esfuerzos en el sentido de que un sujeto se acerque lo más posible a la norma vigente, al precio de pagar por ese proceso adaptativo con el silenciamiento de su singularidad?
En el campo de la educación estas cuestiones tienen diversas consecuencias, especialmente en los programas de intervención para los niños psicóticos y autistas. Ellas ponen en tela de juicio las estrategias de evaluación y control que, como saben, es el tema del Forum que se celebrará día 19 de junio.
Una institución para psicóticos es comúnmente vista como un lugar en que se acogen niños raros y difíciles que fracasan, muchas veces después de un largo recorrido por otras instituciones.
Estos niños son clasificados como portadores de déficits que se buscará compensar a través de las estrategias de distintos programas. El psicoanálisis de orientación lacaniana sostiene una visión muy distinta de estos niños, pues, contrariamente a la noción de déficit, piensa que lo que les pasa a estos sujetos es que tienen una forma singular de posicionarse con relación al lenguaje, al Otro y al mundo. En este sentido acoger un niño autista en un espacio institucional (o en consulta privada) no equivale a integrarlo a través de una rehabilitación psicológica, pedagógica, médica, sino a establecer una estrategia de trabajo en función de la propia lógica del sujeto, tomando en cuenta lo subjetivo de cada uno.
En un estudio reciente, Guía de buena práctica para la investigación de los trastornos del espectro autista, realizado por un Grupo de Estudios del Instituto de Salud Carlos III, podemos leer que: “Hasta el momento, las causas precisas del autismo (esto es, la etiología, la neuropatofisiologia y las bases neuropsicológicas de las conductas y funciones afectadas) no son aún totalmente conocidas. Sin embargo, las investigaciones de las últimas décadas permiten concluir de forma inequívoca que el autismo tiene un origen neurobiológico (para ser precisos, orígenes neurobiológicos múltiples, o multifactoriales, genéticamente determinados y que afectan a procesos de diferenciación neuronal y sináptica que tienen lugar en momentos muy tempranos de la ontogénesis cerebral (entre el tercero y el séptimo mes del desarrollo embrionario).” (p.1) [1]
Si me he detenido en esta cita es para marcar la diferencia que hay entre el enfoque neuropsicológico del autismo y el enfoque psicoanalítico. El psicoanálisis no localiza lo que podría ser el equivalente de la lesión en sistema nervioso central, sino en el lenguaje, o mejor, en la estructura simbólica que permite la constitución de la subjetividad.
En su libro Hay un fin de análisis para los niños, Eric Laurent deja claro que lo mejor no es forzosamente afirmar la psicogénesis contra la somatogénesis en todos los casos. El parto o el embarazo difícil, una enfermedad genética, un traumatismo somático producen una alienación del sujeto de todo el dominio posible de su cuerpo y pueden provocar el “dejar caer” cuando no se efectúa el apoyo del Otro y eso es lo que conduce a la psicosis. Laurent, siguiendo a Lacan, afirma que “el psicoanálisis no supone, en este sentido, la psicogénesis de las enfermedades mentales, supone la dimensión del sujeto y del parásito del lenguaje, que es otra cosa.”(p.163)[2]
Pero ¿qué quiere decir todo eso y que consecuencias tiene para la dirección del tratamiento del niño autista? El niño desde los albores de su nacimiento entra en un intercambio de vocalizaciones con el Otro (la madre). A sus gritos, llanto y primeros balbuceos, este Otro responde como entrando en un juego, un vaivén que comporta un intervalo. Este intervalo es la primera matriz simbólica que le va a permitir colocarse en una posición de dirigir una llamada al Otro. Esto es lo que Lacan llama demanda que tanto puede ser demanda al Otro o demanda del Otro. Ocurre que la demanda nunca pude ser totalmente satisfecha. Los cuidados maternos con que las necesidades de alimentación e higiene son atendidas, deben dejar un margen de insatisfacción, ya que la demanda es siempre demanda de otra cosa, es demanda de amor. Este margen funciona como un vacío, un vacío que constituye el deseo humano, condición de posibilidad para la satisfacción.
Esta circularidad de demanda a demanda es lo que instala lo que en psicoanálisis llamamos circuito pulsional. Al mismo tiempo que las respuestas del Otro vienen a dar significado a las vocalizaciones del niño, producen una experiencia de goce que escapa al propio lenguaje. Así el cuerpo del niño recibe marcas que hacen bordes en el cuerpo (las zonas erógenas). Estas marcas son huellas dejadas por el deseo del Otro, por su incompletud. Un deseo que se instaura como enigma: ¿Qué soy yo para el Otro? ¿qué quiere él de mí?
La imagen especular que el niño alcanza a una cierta edad es lo que viene a recubrir estas marcas del lenguaje en una identificación primera a un ideal de yo, una primera respuesta al enigma del deseo del Otro. De este modo, la imagen es efecto del lenguaje y no una reflexión óptica. Cuando la demanda no se establece, el deseo no se instaura como una falta en el Otro, no hay deseo, el niño no está representado en el Otro, queda como un objeto no simbolizado, un cuerpo real, sin imagen, delante de un Otro completo.
Por las determinaciones más diversas, el niño autista es aquél cuyo cuerpo no fue articulado a la demanda, él es un cuerpo no marcado, que no encuentra representación en el Otro. El autista posee un cuerpo sin pulsión; es la respuesta en lo real al desierto de deseo del Otro. Si la hiancia del deseo no se instaura, no hay registro de separación y pérdida. No se produce una extracción del objeto en el Otro que se presenta como Otro real, invasivo, devastador. Todo es real, no simbolizado en el mundo del niño autista. El circuito pulsional que no se organizó, le causa dificultades en lo que respecta a la orientación en el espacio y en el tiempo, su entorno no está impregnado de sentido, las palabras no se ligan a las cosas, él se siente bombardeado por ruidos. Su “caparazón” es la forma que encuentra de defenderse de un entorno que le es ajeno y hostil.
Pero un error sería ver en este niño un puro estado de pasividad. Lo que el psicoanálisis logró percibir en él, es que incluso sus defensas, su aislamiento, mutismo, evitación de la mirada del Otro, las ecolalias y conductas estereotipadas son manifestaciones de una actividad constante para separarse del Otro, para separarse del mundo, arreglándoselas con un goce mortal de que es prisionero, por no haber existido la operación simbólica.
Lacan los consideró como seres de lenguaje, más bien verbosos, aunque no hablen y parezcan estar sordos a los que se ocupan de ellos, aunque estén fuera del discurso, fuera del lazo social.
Los analistas lacanianos hacen una apuesta decidida por el sujeto, todavía muy frágil, que pueda existir en estos niños, para que, de alguna manera, lleguen a construir un cuerpo y un yo. Eso solo es posible conformándose a una larga espera, a un silencio, a una atención cuidadosa a todas las manifestaciones de comportamiento que puedan surgir. Una de estas manifestaciones de extrema importancia es el objeto que muchas veces fue tomado del Otro, tomado del analista en un intento de descompletarlo (este objeto puede ser una cuerda, un trozo de papel, un juguete cualquiera, las gafas del analista, un colgante, etc.). Sería la extracción de objeto que no se dio primordialmente. Eric Laurent lo caracteriza como un “órgano” que, localizado fuera del cuerpo puede funcionar como un condensador de goce, goce que así deja de estar concentrado en el niño. El objeto sería un complemento para su cuerpo no constituido. Lo que muchas veces se observa en la clínica y de lo que la literatura psicoanalítica nos trae ejemplos, es que cuando el Otro fue agujereado, suele surgir un desplazamiento de un objeto a otro objeto alrededor de este agujero. El niño mueve su interés a otros objetos, empieza a nombrarlos, a hacer series y a montar actividades con ellos. El analista con su cuerpo está como una superficie de la cual se puede arrancar el objeto. Intentando construir una posición con el saber, el autista se alivia del Otro que era el agente de sus crisis imposibles.
En el tratamiento del niño autista es el Otro el que tiene que ser regulado en su totalidad y omnipotencia, no el niño.
Durante algún tiempo me dediqué a un trabajo voluntario en un centro especial para niños autistas que me permitió realizar observaciones a través de las cuales pude contrastar la diferencia entre el enfoque de orientación lacaniana y el enfoque conductual-cognitivista. Aunque la pedagogía adoptada preconizaba una atención individualizada, ésta se limitaba a proponer al niño actividades de acuerdo con la medida de su C.I., su nivel de comunicación verbal o sus “skills” (habilidades), teniendo siempre como meta la funcionalidad de la conducta (conducta considerada socialmente bien adaptada). Con rarísimas excepciones, las actividades eran todas estandarizadas e impuestas a los niños por los educadores.Los objetos preferidos solo eran permitidos en el momento del recreo. Eran también usados como recompensa ofrecida a las “buenas conductas” o retirados como castigo a “las malas”.
Algunas viñetas:
E. (niño de 14 años)- Su objeto favorito era un álbum fotográfico. Este niño se pasaba casi todo el tiempo de clase durmiendo sobre la mesa. Una sola vez en que le fue permitido llevar su álbum al colegio, E. pasó toda la mañana bien despierto, hojeando el álbum y diciéndome el nombre de sus familiares.
M. (niña de 14 años)- Tenía su colección de libros pequeños de plástico. Nunca los llevó al colegio. Un día en que fuimos de compras a una papelería, ella vio uno de estos libros e intentó cogerlo. La profesora se lo impidió bruscamente. Entonces M. tuvo una crisis, tirándose al suelo, dando gritos, pataleando. Pasó algún tiempo hasta que se calmó.
C. (niño de 16 años)- A este niño le encantaban los papeles. Un día en el vestuario de la piscina la educadora lo llevó al baño para que hiciese caca. El niño, ya sentado en la taza del water, se resistía a obedecer a la exigencia de la profesora. Ésta, para que el niño no tardase mucho, empezó a enseñarle un rollo de papel higiénico sin que el niño pudiera alcanzarlo, pero prometiéndole que se lo daría si él terminaba de hacer caca pronto. Sin embargo la estrategia no parecía funcionar. Con mucho cuidado, sugerí a la profesora que lo hiciese al revés, es decir, diese el papel higiénico para ver si así lo conseguía. La nueva estrategia funcionó.En algunos casos, cuando la profesora tenía algún lazo afectivo con el niño, terminaba cediendo a lo que llamaba “sus caprichos” y, ese consentimiento normalmente producía buenos resultados.
M. (niño de 12 años)- Tenía especial predilección por los dinosaurios. La profesora le permitió llevar al colegio su mochila llena de estos juguetes. M. montaba teatros con los dinosaurios, los ponía dentro de un belén y quedaba maravillado con el escenario. De los dinosaurios pasó a los libros con dibujos de otros animales y a tebeos de superhéroes. Con este nuevo estímulo empezó a interesarse por letras y pudo iniciarse en la lectoescritura.
En el enfoque conductual-cognitivista los objetos de “apego” del niño autista son más bien vistos como obstáculos a nuevos aprendizajes y no como parte del trabajo del niño.
Para el psicoanálisis, acoger a un niño autista es captarlo con todo lo que él traiga: su silencio, sus ecolalias, su sinsentido, sus objetos. Es, según la feliz expresión de Antonio di Ciaccia, saber-no saber, para que el niño construya el suyo.
Trabajo presentado en la reunión preparatoria para el Fórum de Barcelona (“Lo que la evaluación silencia”) en la Sede de Madrid.
[1] Guía de buena práctica para la investigación de los trastornos del espectro autista. Mercedes Belinchón-Carmona et al. (Grupo de Estudio de postrastornos del Espectro Autista del Instituto de Salud Carlos III. Ministerio de Sanidad y Consumo. España). Rev Neurol 2005;41 (6): 371-377
[2] Laurent,E. Hay un fin de análisis para los niños. Buenos Aires: Colección Diva, 1999.
En el campo de la educación estas cuestiones tienen diversas consecuencias, especialmente en los programas de intervención para los niños psicóticos y autistas. Ellas ponen en tela de juicio las estrategias de evaluación y control que, como saben, es el tema del Forum que se celebrará día 19 de junio.
Una institución para psicóticos es comúnmente vista como un lugar en que se acogen niños raros y difíciles que fracasan, muchas veces después de un largo recorrido por otras instituciones.
Estos niños son clasificados como portadores de déficits que se buscará compensar a través de las estrategias de distintos programas. El psicoanálisis de orientación lacaniana sostiene una visión muy distinta de estos niños, pues, contrariamente a la noción de déficit, piensa que lo que les pasa a estos sujetos es que tienen una forma singular de posicionarse con relación al lenguaje, al Otro y al mundo. En este sentido acoger un niño autista en un espacio institucional (o en consulta privada) no equivale a integrarlo a través de una rehabilitación psicológica, pedagógica, médica, sino a establecer una estrategia de trabajo en función de la propia lógica del sujeto, tomando en cuenta lo subjetivo de cada uno.
En un estudio reciente, Guía de buena práctica para la investigación de los trastornos del espectro autista, realizado por un Grupo de Estudios del Instituto de Salud Carlos III, podemos leer que: “Hasta el momento, las causas precisas del autismo (esto es, la etiología, la neuropatofisiologia y las bases neuropsicológicas de las conductas y funciones afectadas) no son aún totalmente conocidas. Sin embargo, las investigaciones de las últimas décadas permiten concluir de forma inequívoca que el autismo tiene un origen neurobiológico (para ser precisos, orígenes neurobiológicos múltiples, o multifactoriales, genéticamente determinados y que afectan a procesos de diferenciación neuronal y sináptica que tienen lugar en momentos muy tempranos de la ontogénesis cerebral (entre el tercero y el séptimo mes del desarrollo embrionario).” (p.1) [1]
Si me he detenido en esta cita es para marcar la diferencia que hay entre el enfoque neuropsicológico del autismo y el enfoque psicoanalítico. El psicoanálisis no localiza lo que podría ser el equivalente de la lesión en sistema nervioso central, sino en el lenguaje, o mejor, en la estructura simbólica que permite la constitución de la subjetividad.
En su libro Hay un fin de análisis para los niños, Eric Laurent deja claro que lo mejor no es forzosamente afirmar la psicogénesis contra la somatogénesis en todos los casos. El parto o el embarazo difícil, una enfermedad genética, un traumatismo somático producen una alienación del sujeto de todo el dominio posible de su cuerpo y pueden provocar el “dejar caer” cuando no se efectúa el apoyo del Otro y eso es lo que conduce a la psicosis. Laurent, siguiendo a Lacan, afirma que “el psicoanálisis no supone, en este sentido, la psicogénesis de las enfermedades mentales, supone la dimensión del sujeto y del parásito del lenguaje, que es otra cosa.”(p.163)[2]
Pero ¿qué quiere decir todo eso y que consecuencias tiene para la dirección del tratamiento del niño autista? El niño desde los albores de su nacimiento entra en un intercambio de vocalizaciones con el Otro (la madre). A sus gritos, llanto y primeros balbuceos, este Otro responde como entrando en un juego, un vaivén que comporta un intervalo. Este intervalo es la primera matriz simbólica que le va a permitir colocarse en una posición de dirigir una llamada al Otro. Esto es lo que Lacan llama demanda que tanto puede ser demanda al Otro o demanda del Otro. Ocurre que la demanda nunca pude ser totalmente satisfecha. Los cuidados maternos con que las necesidades de alimentación e higiene son atendidas, deben dejar un margen de insatisfacción, ya que la demanda es siempre demanda de otra cosa, es demanda de amor. Este margen funciona como un vacío, un vacío que constituye el deseo humano, condición de posibilidad para la satisfacción.
Esta circularidad de demanda a demanda es lo que instala lo que en psicoanálisis llamamos circuito pulsional. Al mismo tiempo que las respuestas del Otro vienen a dar significado a las vocalizaciones del niño, producen una experiencia de goce que escapa al propio lenguaje. Así el cuerpo del niño recibe marcas que hacen bordes en el cuerpo (las zonas erógenas). Estas marcas son huellas dejadas por el deseo del Otro, por su incompletud. Un deseo que se instaura como enigma: ¿Qué soy yo para el Otro? ¿qué quiere él de mí?
La imagen especular que el niño alcanza a una cierta edad es lo que viene a recubrir estas marcas del lenguaje en una identificación primera a un ideal de yo, una primera respuesta al enigma del deseo del Otro. De este modo, la imagen es efecto del lenguaje y no una reflexión óptica. Cuando la demanda no se establece, el deseo no se instaura como una falta en el Otro, no hay deseo, el niño no está representado en el Otro, queda como un objeto no simbolizado, un cuerpo real, sin imagen, delante de un Otro completo.
Por las determinaciones más diversas, el niño autista es aquél cuyo cuerpo no fue articulado a la demanda, él es un cuerpo no marcado, que no encuentra representación en el Otro. El autista posee un cuerpo sin pulsión; es la respuesta en lo real al desierto de deseo del Otro. Si la hiancia del deseo no se instaura, no hay registro de separación y pérdida. No se produce una extracción del objeto en el Otro que se presenta como Otro real, invasivo, devastador. Todo es real, no simbolizado en el mundo del niño autista. El circuito pulsional que no se organizó, le causa dificultades en lo que respecta a la orientación en el espacio y en el tiempo, su entorno no está impregnado de sentido, las palabras no se ligan a las cosas, él se siente bombardeado por ruidos. Su “caparazón” es la forma que encuentra de defenderse de un entorno que le es ajeno y hostil.
Pero un error sería ver en este niño un puro estado de pasividad. Lo que el psicoanálisis logró percibir en él, es que incluso sus defensas, su aislamiento, mutismo, evitación de la mirada del Otro, las ecolalias y conductas estereotipadas son manifestaciones de una actividad constante para separarse del Otro, para separarse del mundo, arreglándoselas con un goce mortal de que es prisionero, por no haber existido la operación simbólica.
Lacan los consideró como seres de lenguaje, más bien verbosos, aunque no hablen y parezcan estar sordos a los que se ocupan de ellos, aunque estén fuera del discurso, fuera del lazo social.
Los analistas lacanianos hacen una apuesta decidida por el sujeto, todavía muy frágil, que pueda existir en estos niños, para que, de alguna manera, lleguen a construir un cuerpo y un yo. Eso solo es posible conformándose a una larga espera, a un silencio, a una atención cuidadosa a todas las manifestaciones de comportamiento que puedan surgir. Una de estas manifestaciones de extrema importancia es el objeto que muchas veces fue tomado del Otro, tomado del analista en un intento de descompletarlo (este objeto puede ser una cuerda, un trozo de papel, un juguete cualquiera, las gafas del analista, un colgante, etc.). Sería la extracción de objeto que no se dio primordialmente. Eric Laurent lo caracteriza como un “órgano” que, localizado fuera del cuerpo puede funcionar como un condensador de goce, goce que así deja de estar concentrado en el niño. El objeto sería un complemento para su cuerpo no constituido. Lo que muchas veces se observa en la clínica y de lo que la literatura psicoanalítica nos trae ejemplos, es que cuando el Otro fue agujereado, suele surgir un desplazamiento de un objeto a otro objeto alrededor de este agujero. El niño mueve su interés a otros objetos, empieza a nombrarlos, a hacer series y a montar actividades con ellos. El analista con su cuerpo está como una superficie de la cual se puede arrancar el objeto. Intentando construir una posición con el saber, el autista se alivia del Otro que era el agente de sus crisis imposibles.
En el tratamiento del niño autista es el Otro el que tiene que ser regulado en su totalidad y omnipotencia, no el niño.
Durante algún tiempo me dediqué a un trabajo voluntario en un centro especial para niños autistas que me permitió realizar observaciones a través de las cuales pude contrastar la diferencia entre el enfoque de orientación lacaniana y el enfoque conductual-cognitivista. Aunque la pedagogía adoptada preconizaba una atención individualizada, ésta se limitaba a proponer al niño actividades de acuerdo con la medida de su C.I., su nivel de comunicación verbal o sus “skills” (habilidades), teniendo siempre como meta la funcionalidad de la conducta (conducta considerada socialmente bien adaptada). Con rarísimas excepciones, las actividades eran todas estandarizadas e impuestas a los niños por los educadores.Los objetos preferidos solo eran permitidos en el momento del recreo. Eran también usados como recompensa ofrecida a las “buenas conductas” o retirados como castigo a “las malas”.
Algunas viñetas:
E. (niño de 14 años)- Su objeto favorito era un álbum fotográfico. Este niño se pasaba casi todo el tiempo de clase durmiendo sobre la mesa. Una sola vez en que le fue permitido llevar su álbum al colegio, E. pasó toda la mañana bien despierto, hojeando el álbum y diciéndome el nombre de sus familiares.
M. (niña de 14 años)- Tenía su colección de libros pequeños de plástico. Nunca los llevó al colegio. Un día en que fuimos de compras a una papelería, ella vio uno de estos libros e intentó cogerlo. La profesora se lo impidió bruscamente. Entonces M. tuvo una crisis, tirándose al suelo, dando gritos, pataleando. Pasó algún tiempo hasta que se calmó.
C. (niño de 16 años)- A este niño le encantaban los papeles. Un día en el vestuario de la piscina la educadora lo llevó al baño para que hiciese caca. El niño, ya sentado en la taza del water, se resistía a obedecer a la exigencia de la profesora. Ésta, para que el niño no tardase mucho, empezó a enseñarle un rollo de papel higiénico sin que el niño pudiera alcanzarlo, pero prometiéndole que se lo daría si él terminaba de hacer caca pronto. Sin embargo la estrategia no parecía funcionar. Con mucho cuidado, sugerí a la profesora que lo hiciese al revés, es decir, diese el papel higiénico para ver si así lo conseguía. La nueva estrategia funcionó.En algunos casos, cuando la profesora tenía algún lazo afectivo con el niño, terminaba cediendo a lo que llamaba “sus caprichos” y, ese consentimiento normalmente producía buenos resultados.
M. (niño de 12 años)- Tenía especial predilección por los dinosaurios. La profesora le permitió llevar al colegio su mochila llena de estos juguetes. M. montaba teatros con los dinosaurios, los ponía dentro de un belén y quedaba maravillado con el escenario. De los dinosaurios pasó a los libros con dibujos de otros animales y a tebeos de superhéroes. Con este nuevo estímulo empezó a interesarse por letras y pudo iniciarse en la lectoescritura.
En el enfoque conductual-cognitivista los objetos de “apego” del niño autista son más bien vistos como obstáculos a nuevos aprendizajes y no como parte del trabajo del niño.
Para el psicoanálisis, acoger a un niño autista es captarlo con todo lo que él traiga: su silencio, sus ecolalias, su sinsentido, sus objetos. Es, según la feliz expresión de Antonio di Ciaccia, saber-no saber, para que el niño construya el suyo.
Trabajo presentado en la reunión preparatoria para el Fórum de Barcelona (“Lo que la evaluación silencia”) en la Sede de Madrid.
[1] Guía de buena práctica para la investigación de los trastornos del espectro autista. Mercedes Belinchón-Carmona et al. (Grupo de Estudio de postrastornos del Espectro Autista del Instituto de Salud Carlos III. Ministerio de Sanidad y Consumo. España). Rev Neurol 2005;41 (6): 371-377
[2] Laurent,E. Hay un fin de análisis para los niños. Buenos Aires: Colección Diva, 1999.
8º CONGRESO DE LA NLS
Ginebra 26 y 27 de junio
JORNADAS DE RENNES
10 y 11 de julio de 2010
En el comienzo del siglo XXI , cómo nace el deseo del analista.
Inscripciones http://www.causefreudienne.net/shop/index.php
El blog de Rennes http://rennes2010.wordpress.com/
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Madrid, 20 y 21 de noviembre de 2010
Círculo de Bellas Artes- Sala de las Columnas
LOS HOMBRES Y SUS SEMBLANTES
Formas contemporáneas de la sexualidad masculina
LOS HOMBRES Y SUS SEMBLANTES
Formas contemporáneas de la sexualidad masculina
Presentación
Desde la afirmación de lo masculino y lo femenino como irreductible "polaridad cósmica", hasta la tesis del inconsciente como una escritura donde la relación sexual no puede alojarse, la enseñanza de Jacques Lacan prolonga y re-elabora la deconstrucción freudiana de la sexualidad en el ser hablante. A partir de los años treinta, siguiendo las primeras conclusiones de Freud, los analistas coinciden en enfocar y promover la sexualidad femenina como un capítulo destacado del psicoanálisis, en un intento de sondear mediante los instrumentos conceptuales del inconsciente y del Edipo en la proverbial extrañeza que supone el deseo de la mujer.
¿Por qué el psicoanálisis no ha hecho prosperar hasta ahora un desarrollo específico de la sexualidad masculina? Tal vez por considerar que el binario del falo y la castración son suficientes para ordenar los mecanismos libidinales del varón, y que la docilidad de su goce al significante amo parece asegurar un grado máximo de representabilidad en su deseo. De este modo, los psicoanalistas hemos contribuido a perpetuar el patrimonio femenino del enigma, la sombra y lo Otro, reservando a los hombres la abarcable sencillez del Uno. Sin duda, existen sólidas razones de estructura que respaldan esta distribución de la problemática de los sexos, pero no podemos soslayar el hecho de que los conceptos lacanianos de semblante y de síntoma vuelven perentoria la continuación del debate.
La posición del psicoanálisis, al estudiar la vida amorosa desde la perspectiva del malentendido y la disarmonía originaria del deseo, inaugura un campo de inteligibilidad capaz de dar una razón para la contemporaneidad "líquida" de las identidades sexuales, afectadas por las profundas transformaciones del discurso y la decadencia de la "moral sexual cultural" que durante siglos puso música al gran baile de máscaras de los hombres y las mujeres.
Asediado por el vertiginoso ascenso de sus nuevas competidoras, el hombre moderno oscila entre la resistencia desesperada (que en ocasiones alcanza el dramatismo de la violencia criminal) y el sometimiento a las imágenes que lo "invitan" a abdicar de sus tradicionales insignias. Cuestionado en los estereotipos sobre los que se ha apoyado durante siglos para practicar el simulacro de una identidad sin interrogantes, el varón acusa el golpe en el fantasma de su potencia, y tantea a menudo a ciegas en búsqueda de otros semblantes y en la producción de otros síntomas con los que recomponer su maltrecha ilusión de saberse ser.
¿Cómo fundar desde el psicoanálisis una nueva Historia de la Sexualidad que contemple a la vez la variabilidad de la cultura, las mutaciones del discurso del amo y la lógica del inconsciente? Es el desafío que estas próximas Jornadas nos prometen.
Comisión de organización:
Rosa López (responsable), Pilar Berben, Carmen Bermudez, Ana Castaño, Santiago Castellanos, Joaquín Caretti, Marta Davidovich, Gustavo Dessal, Alberto Estevez, Emilio Faire, Beatriz García, Ariane Husson, Esperanza Molleda, Silvia Nieto, Luis Seguí, Mónica Unterberger.
Comisión Científica:
Jorge Alemán, Jesús Ambel, Marta Serra, Oscar Ventura, Lucia D’Angelo (más Uno)
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