Presentación: ¿Qué le enseña la literatura al psicoanálisis?; ¿qué puede enseñarnos los relatos Onettianos acerca de esa sentencia lacaniana: la relación sexual no existe?. Con esta pregunta hemos leído los cuentos de Juan Carlos Onetti,
Tan Triste como ella (1963) y
Esbjerg, en la costa (1946) que de manera poética, escueta y desgarradora dan cuenta de la relación que no existe entre los sexos y de cómo hombres y mujeres llevan a cuesta este real. Ambos cuentos son una solución particular ante la culpa, el fracaso y la responsabilidad por los sueños de la pareja.
Que Él esté tan triste como Ella, devela que a pesar de la ostentación de lo masculino no puede acceder a esa mujer, se le escapa su ser y su amor; aunque duerme a su lado, no puede desprenderse del fantasma de otro hombre, de la inutilidad de lo que tiene, de la añoranza del amor de una hija. Reconocer que está tan triste como ella, es la confesión de un hombre desengañado, que a pesar de haber impuesto su deseo y capricho sobre Ella, la amargura y la incertidumbre no desaparecen; sabe que puede arrasar con su jardín, pero igualmente, descubre que su valija está tan vacía como la de ella.
Mientras Montes, el esposo de Kirsten Esbjerg, ha robado para realizar el sueño de la mujer que ama; El hombre que está tan triste como Ella, ha borrado el sueño de ésta. Mientras el primero intenta alcanzarla en la realización de su sueño a cualquier costo, el segundo pretende alcanzarla arruinando el lugar donde ella es feliz, sin intentar acercarse a su mundo aunque sea de lejos, derrotado por no estar incluido en su sueño, a diferencia de Montes que acepta mirar con ella, aunque cada uno esté pensando en “cosas tan distintas y escondidas, pero de acuerdo, sin saberlo, en la desesperanza y en la sensación de que cada uno está solo…”
Destruirse en la espera de la palabra imposible, cuando se sabe que el otro está mintiendo, cuando ya no se espera nada de estar juntos y permanecer al lado de su mujer, para intentar pagar esa deuda imposible que tiene con ella, así como paga por cuotas la deuda de dinero a su patrón, son dos soluciones a ese real que se impone en las relaciones amorosas.
Un tema recurrente en la obra de Onetti es su preocupación por la incomunicación entre los seres humanos. En una entrevista que le hicieron al escritor en 1977, en el programa A Fondo de la televisión española, afirma: “(…) en la relación amorosa hay siempre, por lo menos uno, que es sordo… en el sentido de la comunicación. Aunque generalmente son los dos”. Y más adelante, en esta misma entrevista, a propósito de una discusión con Mario Vargas Llosa acerca de la disciplina a la hora de escribir dice: “Mira, Mario, lo que pasa es que tú con la literatura tienes una relación conyugal, tienes que cumplir. Y para mí es una relación con una amante y cuando tengo deseos de escribir, escribo locamente, absurdamente. Mi trabajo es anárquico como el amor de los amantes.”
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