Entradas en análisis, interrupciones, conclusiones
Sábado 8 de octubre del 2011 - 9,00 hs.
Escuela de la Orientación Lacaniana, Callao 1033,
5° piso, C.A.B.A.
Boletín N°4
Tal como lo señala JAM en su curso del 2 de febrero de 2011 Lacan sustituyó el término “cura” por el de “experiencia” en su concepción de lo que es un análisis. Sin embargo, se puede constatar, que el psicoanálisis en su aplicación no puede desprenderse de la idea de “recuperación de la salud”. Es así como la necesaria demostración de su eficacia ha hecho que surgieran en nuestro vocabulario las “interpretaciones inolvidables” de aparición temprana, los “efectos terapéuticos rápidos”, la teoría de los “ciclos”, de momentos conclusivos fecundos que no implican un análisis finalizado. ¿Hemos podido verificar el desarrollo de los análisis en “ciclos”? ¿Se ha demostrado que los efectos terapéuticos rápidos son producto del dispositivo analítico diferenciable de otras prácticas?
Respuesta por Liliana Rossi.
El efecto terapéutico del psicoanálisis en su aplicación puede ser verificado en su transcurso en varios momentos y de diversas formas. Como consecuencia de la entrada en el dispositivo, en una de sus vertientes, la que promueve el establecimiento de la transferencia imaginaria y la posible fuga hacia la salud que a veces precipita la interrupción; sólo abusivamente calificaríamos a este efecto de “terapéutico” , ya que hablando estrictamente el análisis propiamente dicho podría no haber comenzado. Es un saldo posible y común a muchas prácticas.
Distinto es el efecto que se produce cuando la función del analista está presente y se orienta a plantear de un nuevo modo los datos de la queja, esto es, al modo de un verdadero problema, pues tal como aprendemos de las matemáticas, sólo un problema bien planteado tiene chances de encontrar su resolución.
Esta operación conjuga lógica y semántica de un modo particular -planteo del problema y localización del sujeto del inconsciente en relación al SsS. Advertir esta novedad moviliza la creencia; la falta en ser encuentra un semblante de ser a través de la potencia creadora del lenguaje. La práctica demuestra que en algunos casos, cuando en este trayecto la interpretación nombra una porción del goce del síntoma, éste pierde algo de su consistencia. En este nivel el psicoanálisis se distingue de una psicoterapia aunque no radicalmente. En otros, resta la insistencia de la cara más real del síntoma, fuera de sentido. Digo de paso, que ello vale para aquellos síntomas que ya desde el inicio manifiestan un rechazo del inconsciente, junto a cierta precariedad de su superestructura y no obstante buscan un saber en el dispositivo analítico. ¿Cuál es el saber del que podrían servirse?
Miller[i] nos indica que el lugar del analista ahí no es el de auditor de los supuestos sentidos inconscientes, pues el llamado al sentido no dará cuenta de ese núcleo duro del síntoma. Contrariamente, su lugar propio es el de lector del fuera de sentido, de la letra que produjo el acontecimiento de goce que determinó la formación del síntoma, para reducirlo a su fórmula inaugural. El sujeto debe ser conducido reconocer esa repetición fuera de sentido e introducido en la experiencia de saber leer su síntoma. Fuera de toda pedagogía, esta experiencia puede tener como efecto el saber hacer ahí.
Dada la delicadeza del discurso analítico, es un desafío cotidiano que el deseo del analista no se reabsorba en una terapéutica que tienda al ideal adaptativo. En tanto la práctica Lacaniana se orienta por el principio “eso falla”- esa es nuestra brújula- se vuelve necesario que en el dispositivo analítico el efecto terapéutico deje un resto, cierta opacidad subjetiva sin resolución. En este aspecto los efectos terapéuticos en psicoanálisis son aquellos que no cristalizan en taponamientos de las diversas disyunciones que la estructura comporta, disyunción entre significante-significado, disyunción hombre-mujer, etc.
Del lado del efecto “tapón” podemos tomar como ejemplo los sueños de curación. Para Freud poseen el valor de “sueños de comodidad”, significan en el paciente el deseo de sanar para siempre a fin de ahorrarse una pieza ulterior del trabajo analítico, que sienten inminente. Se comportan de manera idéntica a muchos neuróticos que, tras unas pocas sesiones de análisis, se declaran curados porque quieren escapar a todo lo desagradable que todavía deberá expresarse en el análisis. Me parece una indicación muy rica a la hora de considerar cuestiones relativas a los finales del tratamiento. Xavier Esqué supo destacar efectos terapéuticos que se producen de entrada, “los hay incluso muy rápidos”. Son obtenidos por la suposición de saber transferencial, él los llamaba dimensión terapéutica del inconsciente, “obtenidos gracias a un dispositivo de palabra que potencia el lugar del Otro -como pueden ser algunos desplazamientos de las identificaciones o el descubrimiento de algunos significantes que nombrando el goce producen cierta sesión del mismo”. Nos permite pensar que en la apertura al Otro que implica la producción del SsS. pueden devenir efectos terapéuticos, imposibles de obtener por ejemplo a partir del rechazo del inconsciente. Se puede considerar que no se demuestra en todos los casos que el efecto terapéutico sea producto del dispositivo analítico, sin embargo es posible verificarlo en la particularidad de una experiencia.
RED de la EOL por Adriana Luka
El desarrollo de los análisis en ciclos, según mi opinión y experiencia lo considero en relación a los análisis de larga duración .Análisis que han permitido al sujeto encontrar una solución a sus padecimientos, ubicar su modo de goce y poder hacer con su síntoma pero que, en determinado momento de la vida, sea por el encuentro con un real que debió afrontar, o porque la solución encontrada ya no le es operativa o quiere presentarse al pase, decide dar una vuelta más a su análisis. Por el momento no he verificado esta situación en pacientes que han llegado a la RED. Si, puedo verificar análisis que han podido continuar, pero que se dan por concluidos. El sujeto en ese tramo de análisis obtuvo un saldo que lo deja satisfecho y decide concluir allí. Respecto de los efectos terapéuticos rápidos, sabemos que no son tan rápidos, que se dan por añadidura, pero que en la admisión misma, puede darse un alivio de la angustia o malestar por el encuentro con un analista o por alguna intervención que abre las puertas a la derivación, lo que no considero un efecto terapéutico sino de un alivio subjetivo momentáneo o no a considerar.
Fecha de recepción de trabajos: hasta el 8 de Setiembre 2011
Extensión: 6000 caracteres
Dirección de correo electrónico: laredeol@eol.org.ar
Con copia: Nestor Yellati: nestoryellati@intramed.net
Comisión organizadora:
Responsable: Nestor Yellati
Integrantes: Silvia De Luca; Maria Cristina Fierro Verri; Silvia Chichilnitzky y Norma Villella
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